°• One Shot - Lucimus •°

3.2

Se abrazaron fuertemente, Remus soltaba sollozos y Lucius se disculpaba de todas los maneras existentes. Al final Sirius volvió a la sala común, indignado del como su amigo le demostraba debilidad a ese cretino.

Después de un rato parados decidieron sentarse en las escaleras y seguir abrazándose, Remus se disculpó por el fuerte golpe que le había dado pero Lucius le dijo que no tenía nada de que disculparse, al contrario, él era el culpable de todo, también le felicitó por poseer una increíble fuerza.

Remus a pesar de estar más tranquilo y dispuesto a seguir con su relación, aún le dolía un poco el insulto de "sangre sucia" y el que haya dudado de su fidelidad. Le preguntó cuáles fueron las acciones que hizo para sembrar esa inseguridad, mirándolo directamente a los ojos.

- No eres tú, cielo, yo...- suspiró- yo sé que no soy un buen partido para ti...mereces todo lo bueno en este mundo...y no estoy dentro de esa categoría- bajó la mirada- siento celos de cualquier persona que se acerca a tí por que eres alguien increíble...y tengo miedo de que te vayas de mi lado...- sintió una lágrima resbalar de sus platinados ojos.

Remus unió sus labios en un beso desesperado, tomándolo de las mejillas mientras el albino le tomaba de la cintura, aquella cintura que más de una vez había visto descubierta y repleta de bellas cicatrices que predominaban en aquel cuerpo.

Hubieran seguido así hasta que escucharon el retrato ser abierto de nuevo, obligándolos a separarse, viendo a los merodeadores enfadados y cruzados de brazos.

- Remus John Lupin, regresa al dormitorio ahora- ordenó enojada Lily.

- Pero...- trató de oponerse.

- Ahora!- gritó, provocando un salto en todos los presentes.

Despidiéndose de su amado, le deseó suerte para que no saliera con alguna nariz rota o cosas así.

-Sólo no sean duros con él- dijo una vez cerca de sus amigos, recibiendo miradas furiosas.

Una vez Remus entró a la sala común, el grupo se acercó a Lucius, quién apretó su varita por si era necesario ocuparla. De un momento a otro fué rodeado, sin chances de escapar.

Primero comenzaron a interrogarlo sobre la discusión con Lupin, el albino relató todo mientras veía a cada uno pues estaban caminado girando la rueda, los merodeadores se dirigían miradas como si quisieran encontrar alguna falla en su relato. Después le preguntaron en qué había quedado con Remus, les respondió que seguirían su relación pues todo había sido un mal entendido.

Debió de ser lo último porque el grupo de amigos paró su caminar y se juntaron para hablar de quién sabe qué.

- Bien- habló James- discutimos cuál sería tu castigo y...-

- Castigo?- habló indignado, arrepintiendose de inmediato cuando vió al grupo enojarse y sacar sus varitas.

- Déjame terminar- dijo entre dientes, bajando su varita- y decidimos que no seríamos tan crueles, eres la pareja destinada de Remus y no queremos que se enoje con nosotros-

- Así que optamos por un castigo menos severo pero justo- habló Peter.

- Perderás en el torneo de quiddich para que Griffindor gane la temporada- dijo con sonrisa maligna Sirius.

Lucius trató de pedir otra cosa como castigo pero fue imposible, el grupo no estaba dispuesto a negociar, de mala gana aceptó aclarando que haría lo que estuviera en sus manos para hacer a su equipo el perdedor.

El fin de semana durante el partido de quiddich, todos se burlaban de un Lucius que era incapaz de llevar a cabo su trabajo como guardián, Regulus le gritaba que dejara de ser estúpido y se enfocara en el partido.

Y como lo prometido es deuda, perdió Slytherin, ganándose el odio de su equipo y jefe de casa. Pero valiendo completamente la pena ya que un radiante Remus le esperaba fuera de la carpa de Slytherin con una caja chocolates, pidiéndole disculpas por el sacrificio que tuvo que hacer.

Y así culminó un bello día comiendo esos deliciosos chocolates bajo un árbol frente al lago, ya se las ingeniaría para vengar a su equipo de tan terrible final de temporada.