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Maldecía a Lucius Malfoy, ¿Quién rayos se creía como para tener el descaro de ignorar los sentimientos que ambos sentían?, Remus Lupin jamás había sido tan humillado, y peor aún, por un Slytherin.

Ahí estaba, dentro de Honeydukes, viendo cómo Lucius besaba a una chica un año menor en un rincón apartado. Los ojos plata lo miraban mientras la besaba. ¿Acaso le retaba?

Sin perturbación alguna, Remus tomaba algunos chocolates para llevar a Hogwarts, aún sintiendo la mirada en la nuca.

Le importaba poco lo que el orgulloso de Malfoy hiciera, si no quería aceptar que entre ellos existía algo más que simple amistad, le daba igual.

Hacía tiempo que dejaron de ser enemigos, Regulus era el pilar de ese cambio, pues al hacer las pases con Sirius, le pidió que dejara de ser un idiota con Severus, sorprendentemente Sirius cumplió sin objeción. También le pidió que tuvieran una mejor relación, no quería que su mejor amigo se llevara mal con su hermano. De igual forma (y mala gana) lo hizo.

A consecuencia de esa terrible idea, el resto de las serpientes eran la visita más frecuente de los merodeadores. Cada uno formó un lazo más fuerte que con los demás. Peter y Barty eran inseparables, James y Regulus tenían una buena relación, Severus y Sirius eran...tolerantes, y por último estaban Lucius y Remus, quién lo diría.

El verdadero problema llegó cuando notaron la extraña atracción que florecía cuando interactuaban. Sus amigos lo sabían, Albus Dumbledore lo sabía, todo el maldito Hogwarts lo sabía.

Y aún así, Lucius orgulloso Malfoy no lo quería aceptar. Se la pasaba negando los rumores que se esparcían en el colegio, besando a cuanta mujer se le atravesara como prueba de ello, casualmente lo hacía solo cuando Remus estaba cerca.

Lupin, que ocultaba muy bien el dolor que le causaba, simplemente lo ignoraba, estaba harto.

Alguien le hizo voltear tomándolo del hombro. Era un chico una cabeza más alto que el, tenía cabello rubio y desordenado, dando un aire de rebeldía.

El muchacho, sonrojado, le confesó que le atrajo desde que lo vió entrar a la tienda. Le invitó una cerveza de mantequilla en las tres escobas, cosa que Remus aceptó no sin antes mirar nuevamente a Lucius, quien bruscamente hizo a un lado a la chica con la que estaba, dando la impresión de que quería escuchar lo que hablaban.

Tomó del brazo al muchacho y salieron de Honeydukes. En el camino el chico le hablaba tratando de entablar una conversación, pero Remus no le escuchaba, solo asentía sin prestar atención. No sabía por qué había aceptado la invitación, quizás fueron los celos que despertaba Lucius en el.

Antes de si quiera abrir la puerta de las tres escobas, una tercera persona jaló del brazo a Remus. Volteó pero no pudo ver el rostro de la persona que lo arrastraba, solo miró como se alejaba del chico confundido y el local, el fuerte agarre comenzaba a doler.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos sintió que le soltaban sin cuidado, su brazo ardía y con furia miró de quién se trataba, enfureciendo aún más.

- ¡¿Qué carajo te pasa?!- le gritó a un Lucius que cargaba una expresión que jamás había visto en su rostro.

- ¡¿Qué carajo te pasa a tí?!- dijo en el mismo tono- ¡Ibas a largarte con ese idiota!-

Remus estaba confundido, ¿Lucius le hacía una escena de celos?, Malfoy sin duda estaba demente.

- Eso no debe importarte- soltó tajante.

De pronto vió como Lucius alzó el brazo, creyó que lo golpearía, pero cuando creía que debía defenderse sintió que le tomó el cuello para acercarlo y besarlo.

Remus trataba de zafarse pero los fuertes brazos de Lucius lo obligaban a quedarse. Se dejó llevar pues además de ser inútil lo contrario, realmente deseaba un beso con Lucius desde hace tiempo.

Así que tomó sus mejillas para profundizar el beso, pareció sorprenderle porque paró un segundo los movimientos de sus labios pero rápidamente retomó el beso.

Unos segundos después se separaron por falta de aire, se miraban seductores a los ojos. Nuevamente Malfoy tomó la iniciativa y volvió a besarlo, Lupin ahora sí le correspondió con la misma intensidad.

Lucius soltó su cuello sin dejarlo de besar, bajando sus manos a su cintura para acercarlos más. Remus ahora rodeaba ambos brazos en el fuerte cuello contrario.

Un par de segundos más volvieron a separarse, respirando agitados y mirándose fijamente.

- Eres un idiota- sonrió Remus.

- Lo sé, pero soy tu idiota- Lucius sonrió de la misma forma.

A partir de ese día iniciaron una relación, haciéndola pública de inmediato. Para ninguno de sus amigos fué sorpresa, incluso James les dijo que ya se habían tardado.

Sin duda Remus y Lucius formaban una pareja perfecta.

°• One Shot - Lucimus •°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora