Capítulo 67

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Bueno primero esta historia no es mía solo me dieron permiso de traducirla su creador es Curious Beats (Aplausos) espero que la disfruten por favor si les gusta seguir al creador de esta historia.

También si serian amables en decirme, si hay alguna parte en la traducción que sientan que no concuerde, por favor sean amables en decirme para corregirlo.

Recuerden que hago esto, bueno... simplemente porque con traductor Google ciento que se pierden partes de los diálogos o descripciones, solo espero estar haciendo bien eso, para los que tengan el traductor en automático no olviden quitarlo

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"El hecho de que no te intereses por la política no significa que la política no se interese por ti.".

Pericles

Esquivando unos cuantos callejones más, Percy llegó a uno de los puestos de control que conducían a la base militar principal de Mistral sin causar demasiado alboroto. Los guardias comprobaron su identificación a pesar de su aspecto —con la semblanza de Neo cerca, Percy era demasiado consciente de lo fácil que sería burlar la seguridad poco estricta—. No es que estuviera preocupado por la chica, a medio mundo de distancia como estaba, pero sirvió como un importante recordatorio de las diferentes reglas con las que jugaban en Remanente.

Una vez que lo saludaron con una cacofonía de saludos (del tipo romano, con el puño en el pecho, y no del tipo militar moderno), Percy se escabulló rápidamente por una corta serie de pasillos hasta llegar a los astilleros de la Marina.

Despidiendo distraídamente a los soldados que lo saludaban, Percy observó el progreso con una amplia sonrisa. De todas sus responsabilidades en Mistral, esta era la que más disfrutaba. Puede que arrastrara los pies - o se arrastrara con los demás dedos, como había dicho Shiro— a la hora de dar un nombre oficial a su cargo como líder del país, pero había un título que no le había costado aceptar.

"Almirante", lo saludó su contralmirante con un saludo de tipo militar, que se había dirigido hacia Percy en cuanto lo vio, seguido de una pandilla de oficiales.

"Saturno", saludó Percy, devolviéndole el saludo. El gesto todavía le resultaba extraño, y lo hizo lo más rápido y casual que pudo sin parecer irrespetuoso. Los soldados del ejército y la fuerza aérea —la flota aérea, recordaba— seguían mirándolo con respeto, pero la pequeña parte de los soldados de la Marina de Mistral lo trataban más como a un oficial al mando que como lo que fuera para los demás.

Y vaya si empezaba a ser molesto no tener algo con lo que referirse a su cargo aun sin nombre. Empezaba a entender lo que decía Shiro —era casi tan molesto como para dejar que lo llamaran emperador. Casi.

Sacudiéndose el pensamiento, Percy se volvió hacia el contralmirante. Dejando a un lado el horrible nombre —solo el nombre del titán del tiempo le seguía dejando un sabor amargo en la boca—, el hombre había sido casi perfecto para el puesto. Ya era un oficial de alto rango en el ejército y el cabeza de una familia noble menor con un legado basado en la guerra naval antes de que esta se considerara inviable debido a los avances tecnológicos. Normalmente, eso significaba mucho para Percy, pero resultó que un legado basado en la guerra naval significaba que Saturno Vasilias había estado mucho más interesado en la idea de lo que cualquier otra persona en su posición tenía motivos para estarlo.

Según sus registros, había sido uno de los primeros en ofrecerse voluntario para ser transferido a la Marina (aunque entonces no se le llamaba oficialmente así) y había sido el de más alto rango en hacerlo durante algún tiempo, aunque Percy solo lo había conocido realmente después de la reorganización del ejército de Mistral.

Cuento de Hadas y DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora