Cuento de Hadas y Dioses

Capítulo 75

"La verdad es la primera víctima de la guerra"

— John Price

"¿Cómo podemos ayudar?"

Blake ahogó un suspiro cuando Ruby y Yang repitieron sin darse cuenta las palabras de Weiss de la noche anterior. Dicha heredera le enviaba una sonrisa de suficiencia y Blake se vio obligada a admitir —internamente, nunca lo haría en voz alta— que Weiss tenía razón. Blake había sido estúpida al pensar lo contrario ni por un momento. Por supuesto que Ruby y Yang querrían ayudarla con lo que estuviera haciendo en cuanto tuvieran el más mínimo detalle.

"No pueden", les dijo Blake, como se lo había dicho a Weiss.

Al igual que Weiss, sabía que las probabilidades de que la dejaran allí eran inexistentes.

Las cuatro estaban en su dormitorio la mañana después de que Weiss la hubiera seguido —Blake se tomó su tiempo para reprenderse mentalmente por haberse dejado atrapar por decimoquinta vez— y, sinceramente, Blake estaba demasiado cansada para tener esta conversación. Había dormido unos veinte minutos antes de que sonara el despertador y se viera obligada a enfrentarse a su equipo, cortesía de Weiss.

Weiss no estaba contenta con ello, pero sorprendentemente había dejado que Blake siguiera con su escapada de la noche anterior sin ninguna queja, una vez que le había explicado que si de repente no aparecía cuando estaba programada para el servicio, su supervisor en la celda local empezaría a sospechar.

Eso la había... tranquilizado, supuso Blake, aunque no sentía que la palabra encajara. Weiss había dicho que quería ayudar, pero quedaba por ver hasta qué punto había querido ayudar realmente en lugar de limitarse a estorbar para mantener a Blake "a salvo"; que le pareciera bien que Blake perdiera algo de sueño para mantener su tapadera era una buena señal.

"Estás intentando encontrar información sobre cuándo va a intentar algo el Colmillo Blanco la próxima vez para poder atraparlos in fraganti y demostrar que son ellos los que están detrás de toda la violencia, ¿verdad?". Yang descartó su desestimación con caprichosa facilidad. "Conozco a algunos corredores de información en Vale que puedo-"

"¡No!" Blake la cortó.

Los tres dieron un paso atrás con los ojos muy abiertos, y Blake enrojeció. Aclarándose la garganta y reprimiendo el calor de sus mejillas, elaboró: "Perseo está casi con toda seguridad trabajando con ellos, y no aprobaría que yo —nosotros— hiciéramos algo así".

Yang canturreó, comprendiendo su punto de vista, aunque Blake tomó buena nota de cómo Weiss fruncía el ceño. Podía imaginar que Weiss se preguntaba si esto era algo que realmente deberían estar haciendo si Perseo no lo aprobaría.

Blake tenía que confiar en que, aunque Weiss no se sintiera cómoda con seguir ayudándola —solo podía rezar—, no se lo contaría. Su equipo ya le había mentido antes por ella, por todo el bien que le había hecho. Solo el tiempo diría si Weiss decidía que esto era ir demasiado lejos, pero no había mucho que Blake pudiera hacer al respecto.

"Probablemente, tengas razón", concedió Yang, pasándose un cepillo por el pelo húmedo. "Pero no es como si Percy supiera automáticamente si iba a ellos. Tiene que trabajar con mucha gente, ¿verdad? No hay forma de que pueda estar al tanto de todos los agentes de información de Vale, y mucho menos con todo lo demás que tiene entre manos".

Eso era... justo. A Blake no le extrañaría que sus arañas le informaran de cualquier cosa que hiciera, porque casi seguro que seguía sospechando de ella, pero ¿Yang? No tenía motivos para sospechar de ella, y como Yang había dicho, era un chico ocupado.