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Desconocido:
Estaba obvervandola, como hacia todos los dias desde hace años.
La observe cuando se mudo a España, y cuando conocio a Betania.
Esa piedra en el camino que me impedia seguirla.
Entonces, pense en deshacerme de ella, dude unos momentos por pensar que fracasaria y me atraparian pero ese intento fallido de suicidio que termino con una nefasta muerte cerebral, me corroboro que no debia hacer nada.
Lo mejor, es que lo vi todo, observe todo desde el baño, observe como Diana lloraba por su supuesta mejor amiga.
Una acto majestuoso fue cuando los de la ambulancia le quitaron el cuerpo moribundo de su amiga y ella monto una escena.
Habia logrado colarme a la mansion donde viva Betania, iba con intensiones de desaserme de ella, escale hasta su ventana quedando en el balcon, ella sostenia una hojilla y supe que solo tenia que darle un empujoncito.
Le di un toque a la ventana.
-¿Quien eres?- me pregunto.
Al verla supe que estaba mal.
-¿Por qué lloras?- pregunte entrando a su habitacion como si fuera mia.
-Tengo problemas.- se encogio de hombros.
-¿Y que esperas para hacerlo?- sugeri.- Digo, te ves cansada, creo que te mereces un descanso.
-Si, yo tambien lo creo.
¿Tan facil fue meterme en su cabeza para que cediera? No, no lo creo.
-¿Llevabas tiempo planeandolo no es cierto?- pregunte y ella asintio.
-No lo habia hecho porque tengo a dos personas en mi vida que me han mantenido aqui.
No sabia quien era la segunda persona, pero estaba claro que una de ellas era Diana.
-Ellos lo entenderan, lo haces por ti, porque quieres descansar.
-No es facil dejarlos.- dijo.
Me acerque a ella tomando su mano.
-Hazlo, ellos estaran bien.
Me dio una ligera sonrisa y hablo.
-Tal vez tu seas la señal que necesitaba.
Mire las marcas en su cuello y encarne una ceja.
-Tu novio es rudo no?
Ella solo rio.
-No, mi novio es el tipo mas dulce que existe.- suspiro.- supongo que ya no tiene caso ocultarlo si morire.
