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Diana:
Me levanté a las cinco de la mañana, me estire un poco en mi cama para luego levantarme y bañarme, el agua estaba congelada, pero al menos sirvió para despertarme.
Baje a la cocina y me dispuse a hacer el desayuno, algo liviano para la señora Ruth pues ella no comía mucho, solo le hice una tortilla, con tocino y tostada.
Nunca entendería por qué les gusta comer así, pero no niego que sabe muy bien.
Le hice desayuno a Tom y lo guardé en un bonito táper.
Para mí solo me hice un sandwich con tocino y café.
Para cuando termine el desayuno la señora Ruth estaba bajando, le entregue su plato de comida y ella agradeció.
Cuando termine de desayunar, volví a subir a mi habitación para bajar la maleta que iba a llevar, note que la señora Ruth estaba batallando para bajar la suya y le ofrecí mi ayuda.
-¿No es mucho peso querida?
-No, igual y solo es bajar las escaleras.
Ella me sonrió y al terminar de bajar el timbre de su casa sonó, abrió la puerta y Tom saludo con un "buenos días".
Que bonita creación
Ujum
-Vine en taxi.- señalo.- deberíamos irnos.
La señora Ruth y yo asentimos, Tom me ayudo con las maletas mientras yo iba a la cocina por el táper con comida.
Fui rápido y me dirigí al carro, los tres nos subimos en los asientos traseros, Tom se sentó a mi lado y lo miré sonriendo.
-Mira, te hice desayuno.
Me sonrió y tomo la vianda.
-Gracias, preciosa
Dejo un beso en mi mejilla y sonreí.
Fuimos todo el camino al aeropuerto hablando con la señora Ruth, ya que ella estaba nerviosa.
Al llegar al aeropuerto tuvimos que esperar casi una hora en la sala de espera pues nuestro vuelo tenía casi treinta minutos de retraso.
Para no hacer esto más largo les diré que subimos al avión a las ocho con treinta, estuvimos dos horas viajando.
Es decir que llegamos a las diez, nos dispusimos a ir al hotel, la señora Ruth pidió una habitación para ella aparte y Tom y yo compartimos una.
Pase a la habitación que habíamos reservado, me quite el pantalón para clocarme un short, mucho más cómodo.
Aquí el clima estaba fresco, estábamos a veintiún grados, por el contrario en Madrid que la mayor parte estábamos a diez grados, en diciembre.
Nos dispusimos a salir para encontrar al señor Berny.
