Capitulo 15

11 2 0
                                    

Al levantarme casi a las doce del día note mi cama vacía, solo cepille mis dientes y baje.

Todos estaban en el patio, papá estaba preparando sopa para la resaca.

-Diana.- escuché detrás de mí.- ¿Quieres galletas?

Leah me ofrecía las galletas que ayer no comimos, lo cual me pareció raro porque nadie quiso comerlas, pobre.

-Si, solo una, gracias.

Ella me sonrió y salí al patio dándole un mordisco.

-Buenos días.- dije.

Antes de que alguien me respondiera sentí como mi vía respiratoria se trancaba, corrí hacia papá.

Me miró y su cara fue de terror absoluto.

-¿Comiste maní?

Negué como pude.

Empece a toser, me tomé del cuello tratando que entrara algo de aire, pero ya estaba desesperada.

Papá se alejó de mí y sentí mucho más miedo.

Espera, no me dejes.- era lo único en que pensaba.

Dios vamos a morir.

Eso era todo, moriría por una reacción alérgica.

Me tiré en el piso porque ya no tenía fuerzas, sentía como me tomaban de los brazos y a lo lejos gritaban mi nombre, pero no podía mantener los ojos abiertos.

Y de repente sentí un piquete en mi brazo.

Volví a respirar de golpe, el aire inundaba mis pulmones a tal punto de que tuve que toser porque no sabía cómo contenerlo.

En eso segundos me había olvidado de respirar.

-¡Diana!- llamó el señor Manuel.- ¿Estás bien?

Todos me miraban con preocupación, solo asentí y respire hondo.

Omer me dio un vaso con agua para que me calmara.

-¿Qué comiste si estabas dormida?- cuestiono Marc

-Solo una galleta.

Drake que estaba frente a mí miró a Leah con furia.

-¿Le diste de esas galletas a Diana cuando te dije que no lo hicieras Leah?

Todos la miramos cuál niña de exorcista y pasamos del ruido y la preocupación absoluta a un silencio sepulcral.

-Le di solo una, es que creí que no querías que las probara.

-¿Por qué no querría Leah? Te dije que no porque tú a todo le pones maní, ¡Y Diana es alérgica al puto maní!

-¡No me grites!

-¡¿Entonces por qué lo hiciste?!

-Porque no sabía, desde que te fuiste, ya nunca me cuentas nada, nunca tienes tiempo para salir conmigo y cuando lo hacemos me invitas a venir con ellos.- nos miró a todos con asco.

-A ella nadie la obligó.- susurro Ana y Bri asintió.

Ambas estaban a mi lado.

-Ellos también son mis amigos.

Emmy y Abby se colocaron también a mi lado y las cuatro me sostenían, pero no pude ponerme de pie.

-Yo no quiero ser tu amiga Drake, ¡No entiendes que me gustas!

No te rías, no te rías, no te rías.

-A Ben también y no hace estas escenitas.- susurro Bri y esta vez fue Ana la que se rio.

Estaciones sin èl.  (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora