Es de mañana y el sol recién calienta levemente, mientras Ukyo camina lenta pero decidida hacia casa de los Tendo. Junto a ella lleva una maleta que contiene ropa y objetos personales.
Ella sabía que la familia Tendo y Saotome salieron de viaje dejando a los jóvenes de la familia solos en casa. Y ya que es fin de semana y no podría estar cerca para controlar que no ocurra nada entre ellos, se le ocurrió la idea de acercarse ella.
Mientras caminaba razonaba para si: Akane siente algo por Ranma, y parece que él también. Pero evitara que él elija a su oponente, no lo permitiría.
Además ya se encargó de que si su plan fallaba, tenía a Ryoga, quien llegaría tarde como siempre pero seguro que causaría mucho revuelo en la pareja que trataba de separar.
Casa Tendo
Los dos jóvenes estaban desayunando en silencio. Estaban muy tranquilos ya que la maldición de la verdad había acabado y ya no estaba en juego el revelar sus sentimientos.
Durante toda la cesión de preguntas y respuestas de ayer, ambos evitaron por completo los temas sentimentales. Temían por las respuestas que dieran, así que aunque en el fondo les hubiera gustado saber la verdad, era algo que mejor guardaban para si mismos al menos un tiempo más.
De todas formas lo que aprendieron el uno del otro fue suficiente para afianzar su relación como buenos amigos.
Se terminaron el desayuno en silencio y dejaron sus platos para lavar, luego ella se sentó a la televisión para poder distraerse un poco.
Estaba nerviosa, ¿de que hablar? Ayer había dicho todo lo necesario, y ahora no tenía ni tema de conversación ni idea de lo que haría todo el día sin planes para salir. Empezó a pensar en alguna excusa para salir a caminar un poco, cuando escucho:
-Oye, Akane, ya que no tenemos planes hoy. ¿Te parece si vamos a entrenar?- dijo el joven en un tono muy tranquilo, casi como si de un negocio se tratará.
Ella se sorprendió de lo frío del comentario y pensó en lo que dijo ayer: "Soy buena en artes marciales pero no destacó". ¿Tal vez el la entrenaría para mejorar?
-¿Que dices? ¿No quieres subir tu nivel?- Recalcó Ranma por el silencio ante su primera pregunta.
-Claro que si, me encantaría- dijo emocionada, pero tratando de ocultarlo.
El joven de la tranza se sonrojo levemente y se fue en dirección al Dojo dónde dijo que la esperaría. Ella salió corriendo a ponerse su kimono de entrenamiento y bajo las escaleras rápido para no perder sus clases particulares.
En el Dojo ambos realizaban estiramiento para comenzar con los ejercicios, mientras charlaban tranquilamente sobre el clima, las clases, incluso de los exámenes de fin de año que se acercaban. El hielo se había roto.
Y justo cuando empezarían a entrenar sonó el timbre de la casa. Eso los sorprendió ya que no esperaban visitas, así que ambos acudieron a la entrada principal listos ante cualquier cosa.
-¿Ukyo? ¿Cómo estás? ¿Que te trajo aquí?- Saludo Ranma, sabiendo que esto no le agradaría mucho a Akane.
-Ranma, Akane, ¿podría alojarme en su casa un par de días?- respondió la chica de cabello castaño. Estaba con lágrimas en sus ojos y se lanzó a abrazar a Ranma sin pensarlo dos veces.
A Akane claro que no le gustaba ver a su prometido abrazando a cualquiera y mucho menos a sus otras "prometidas", pero trato de calmarse al ver las lágrimas de Ukyo.
-¿Que paso en tu casa?- pregunto preocupada por su amiga-rival. Su deseo de ayudar eran más grandes que sus celos en ese momento.
-Veran,- soltó al joven y se agachó para evitar mirarlos a los ojos- en mi restaurante y mi casa las tuberías de agua estallaron dejando todo el ambiente lleno de agua y no puedo quedarme allí hasta que sea reparado-
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Deseo Vivir a tu Lado
Romance-¡Escucha!... no daré mi brazo a torcer... nunca lo hice, y... está vez no será una excepción... ¡Eres mi prometida y no dejaré que te vayas sin antes...!- -¿Antes que?... Ranma si vas a decir algo... ¡dilo ya!...- Exijo con lágrimas en sus ojos. -T...