Deseo Vivir a tu Lado

Necesito vacaciones, ¿y tú?

-Recuerdame, ¿por qué estamos aquí?...- refunfuño el joven apartando la vista.

-Tú querías vacaciones...- respondió Akane

-... Si pero... no así...- levanta su brazo y rasca su frente como señal clara de su estrés.

La leve luz de las velas y el ambiente acogedor de la sala no hacen que su angustia disminuya. Pero para saber cómo llegaron aquí, hay que regresar a un par de días antes.

Luego del enfrentamiento contra el consejo de la aldea Amazona, Shampoo no volvió a aparecer durante un tiempo. Pero eso no significa que todo se resolvió, a casa de Ranma no paran de llegar cartas de eternos agradecimientos por su determinación al protegerla.

Tanto Ranma y Akane entendía que ayudarla a librarse de cualquier compromiso no significaba quitarle toda obsesión. Pero al menos ya no era tan insistente como antes, solo sabían de ella por sus cartas.

Del enfrentamiento, el más afectado era el pobre muchacho. Quien después de semejantes peleas decidió descansar y tratar de recuperarse. Sin embargo, para un joven como Ranma Saotome parece no haber descanso.

Mercado Central, Nerima, medio día.

-Asi que ya estás curado... ¿Verdad?-

-¡Akane por quién me tomas, estoy perfecto! Solo necesitaba unos días...-

-Ya veo, entonces si hago esto no te dolerá...- sin previo avisó golpeó su hombro sin darle mucha fuerza.

-¡Agg! ¡Por qué siempre tienes que ser tan bruta!-

-Con que curado... No te veía así desde el enfrentamiento con el maestro Happosai esa vez que te quito tu fuerza...-

-Ni que me lo recuerdes...-

Ambos seguían caminando por el mercado dando vueltas para buscar los ingredientes que Kasumi les mando comprar.

En ese instante, el bullicio de una multitud se acercaba. Aparentemente era un grupo de mujeres de todas las edades, gritando y maldiciendo al que aparentemente era el objetivo de ese grupo tan molesto.

Tanto Ranma cómo Akane supieron de inmediato que se trataba del maestro Happosai.

-Ya hace un tiempo que no sabemos de él... ¿Que crees que le pasó, Ranma?-

-No lo se, pero no dejaré que se salga con la suya...- el joven salto llegando a los tejados cercanos y comenzó a correr al encuentro del viejo.

-¡Maestro detengase ya!-

-Hay Ranma, otra vez metiéndote dónde no te llaman- corría el viejo también a su encuentro. -¡¿no me digas que también quieres mis tesoros?!-

-¡Claro que no, viejo libidinoso y perverso! Devuelva todo lo que se robó ahora...-

-Y quien me obligará... ¿Tú?- paso seguido saco una de sus bombas y la arrojó al muchacho.

El sin problemas las esquivo saltando, y al llegar cerca del viejo le dió una patada que le separó del saco lleno de ropa íntima que Happosai llevaba. El anciano golpeó una de las paredes y callo al suelo.

-¡Tus padres no te enseñaron a respetar a tus mayores o que!... Ranma te lo advierto, si te metes solo me harás enojar...-

Ranma sintió el aura de combate saliendo del viejo, pero eso no le intimido. Sin dudarlo regreso a él para atacar.

Happosai más listo esquivo los ataques y contra ataco con un par de patadas que dejaron sin mucha fuerza al joven, quien cayó de rodillas.

-Te enseñaré respeto muchachito...- busco en sus ropas una de sus bombas pero no la encontró.