♡The cut that always bleeds♡ [Minsung]

Epílogo II

Hoy se cumplían 3 años desde que habían capturado a nuestros protagonistas, y todo seguía casi igual. 

Minho seguia encerrado en su casa, Jisung en la prisión al igual que Jisoo, Changbin y Lix más enamorados que nunca. La única novedad era con Seungmin.

El pelinegro había cumplido la mayoría de edad he iniciaría la universidad para estudiar ciencias de la comunicación, pero esta vez lejos del internado, ya que por cuenta propia había decidido salir de este, Jooyeon lo siguió y ahora vivían juntos en un pequeño apartamento ubicado en el segundo piso del restaurante del tío de Chan, quien estaba en total desacuerdo en que los dos chicos vivieran juntos solo, porque desde que Seungmin había cumplido la mayoría de edad... todo había cambiado en Chan.

Era como si la edad fuera aquel impedimento que lo hacía negarse a la realidad... una realidad en la que efectivamente... le gustaba Seungmin.

Ya ni siquiera el "soy hetero" era excusa válida para negarse a lo obvio... le gustaba todo del menor.

Sus ojos, su mirada, como intentaba retarlo y acababa siendo controlado en el proceso, cuando sin querer rozaban sus manos y el menor se sonroja de sobremanera, lo atento que era con él, los regalos que le hacía, cuando le decía "te odio", pero luego se lanzaba a darle un abrazo... sin duda Seungmin lo había cautivado... Él y su maldita sonrisa perfecta lo habían atrapado, dejándolo incluso sin escapatoria.

Pero ahora el problema era que no sabía cómo decírselo... Seungmin había empezado a creer que Chan salía con una de sus compañeras de trabajo, ya que esta siempre lo traía en su auto hasta el restaurante y se despedían (a los ojos del menor) de una forma muy cariñosa. Así como también Chan seguía empeñado en creer que entre Minnie y Joo había algo, y por ello ninguno se animaba a decirle al otro lo que sentían.

Por otro lado, luego de pasado ese año, Gyu habia terminado su tratamiento de ortodoncia y aún así seguía asistiendo al consultorio, esta vez solo como amigo del castaño, ya no más como paciente y entre tantas de aquellas tardes en las que se reunía con el castaño a ver películas de terror (una de las actividades que Min más amaba compartir con Jisung)... Gyu lo besó, y decir que fue un mal beso seria un pecado. Le gustó pero.... había algo que no le convencía, no se sentía correcto, no se sentía lo mismo, los labios del menor eran suaves y algo dulces... pero no parecían estar a la medida de los labios del castaño... no se sentía que habían sido hechos para encajar a la perfección con el otro... no le hacían perder el aliento... no lo hacían sentir vivo... no eran los labios de Jisung.

Lo intento, en serio que lo intento, salir con Gyu que era un chico tan divertido y lindo, pero no era él.

Así que con la excusa de "soy un recluso y no es justo para ti salir con alguien a quien la ley tiene en la mira" corto relación con el chico dejando en claro así que no podía corresponder sus sentimientos, aunque esa no fuera la razón Real... aunque no pudiera admitir que aunque pasara el tiempo que pasara, él seguiría amando a Jisung, y que mientras eso fuera así no podría brindarle algo más que no fuera su amistad.

Jisung por su lado se había dedicado únicamente a no meterse en problemas y a su curso de cocina, que hoy por hoy contaba con más de 30 estudiantes, incluso dos guardias se habían inscrito a el... ahora se rumoreaba que los dueños, amos y señores del patio del penal era la parejita de Wooyoung y San, que eran el ejemplo vivo de "los que se pelean se aman" y bueno juntar los dos grupos más influyentes del penal no era tan mala idea después de todo.

Jisoo al igual que su hijo se había ganado el respeto de las reclusas del penal de mujeres, se había hecho a un grupo de gimnasio, cosina, costura, hasta un reinado, la tenían apodada como Miss cursos y cada una la apoyaba para que pudiera comunicarse con su hijo, que ya ahora fuera del internado se le hacía más fácil las llamadas, porque las visitas seguía teniéndolas restringidas.