17. Una tienda de música.

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Una fotografía perfectamente enmarcada se mostraba frente a los ojos de Pete. El marco eran los grandes ventanales de vidrio que mostraban todo el interior de la tienda musical y el sujeto no era otro más que Vegas dormido sobre el mostrador luciendo el esplendor de su uniforme escolar.

Cuando el valor suficiente se acumuló en los pies de Pete este dio el primer paso al interior de la tienda haciendo sonar una pequeña campana que colgaba de la puerta y solía anunciar la llegada de un cliente.

El débil tintineo de la campana fue suficiente para alertar a Vegas quién aún medio dormido pronunció las palabras que recibían a cada persona que entraba al lugar, “Tenemos toda clase de discos y vinilos, siéntase libre de buscar y preguntar si no encuentra lo que desea”

“Soy yo”, Pete se paró frente al mostrador esperando a que su compañero de escritorio se diera cuenta de que no era ningún cliente.

La mirada de Vegas se enfocó y desenfocó un par de veces antes de interpretar por completo quién era la persona que tenía frente de sí, pero en cuanto reconoció a Pete lo invadió una alegría evidente, “¡Eres tú! Llegas tarde, me quedé dormido esperándote, creí que no vendrías”.

“Mmh, pasaron algunas cosas en la escuela y me tardé un poco más de lo normal en llegar”, Pete examinó sus alrededores en busca de la dueña de la tienda de música pero no logró localizarla en ningún lugar, “¿No está nuestra jefa? Tengo que disculparme por llegar tarde mi primer día”

Vegas sacudió la cabeza negativamente, “Solo estuvo un momento, nos pidió que acomodaramos los discos recién llegados y que limpiaramos las repisas más altas, solo estaba esperando a que llegaras para comenzar”.

El corazón de Pete dió un vuelco al ver prestarle atención a Vegas, algo en el ambiente de la tienda parecía enmarcar perfectamente con la personalidad de su compañero de escritorio, quizá eran los vinilos cuidadosamente acomodados tras de él o el pelo desorganizado por la breve siesta que había tomado, quizás esa reacción era el efecto secundario de un beso en la enfermería que permanecía sin explicación.

Una mirada tan intensa era imposible de ignorar y Vegas respondió a ella con un falso tono amenazador, “¿Qué tanto ves?”

“Estoy viendo que usas el uniforme escolar a pesar de que te suspendieron” dijo Pete apartando la mirada con la punta de las orejas claramente enrojecidas.

Vegas contuvo una carcajada y se recargó sobre el mostrador, “Tengo que mantener las apariencias, no puedo dejar que mi padre se entere de que me expulsaron”

Pete asintió a modo de respuesta y señaló un conjunto de cajas apiladas en una esquina de la tienda, “¿Esa es la mercancía que tenemos que acomodar?”

“Sí, son esas” Vegas se levantó del mostrador y se acercó hasta donde se encontraban las cajas repletas de discos esperando ser acomodados, “¿Qué prefieres acomodar o limpiar?

“Acomodar”, Pete respondió casi instintivamente haciendo evidente cuánto odiaba tener que limpiar cosas.

Vegas no trató de intercambiar su tarea, simplemente tomó el plumero y se subió al pequeño banquito designado para limpiar la estantería que casi tocaba el techo del lugar. Pete por su parte tampoco perdió el tiempo, al ver que Vegas se disponía a trabajar él optó por sentarse en el suelo y comenzó a examinar el montón de cajas llenas de discos sin organizar.

Una hora más tarde el trabajo de Pete se vio reflejado en el suelo de la tienda, que ahora  estaba repleto de pequeñas y medianas pilas de discos acomodados por género musical, “Vegas, ¿Ahora qué hago con esto?”

También Vegas estaba a punto de terminar de sacudir el polvo cuando se dio media vuelta y vio el estado del lugar, “WA, creo que naciste para trabajar en algo así, terminaste más rápido de lo que esperaba, ahora podemos acomodar todos los discos en los estantes, solo asegurate de que estén puestos en el género correcto y que las bandas más famosas tengan un par de discos por cada álbum”.

Ambos comenzaron a llenar las repisas musicales dándose la espalda mutuamente mientras la tienda se veía invadida por un cómodo silencio que ninguno se atrevía romper y que facilitó la llegada del fin de la jornada laboral.

Cuando llegó la hora de cerrar la tienda Vegas se encargó de cambiar el letrero que en letras cursivas anunciaba “Closed” y de asegurar la puerta principal, “Pete, dijiste que pasó algo en la escuela, ¿Todo está bien?”.

Al escuchar esta pregunta Pete sintió un escalofrío y examinó la espalda de Vegas en busca de una salida fácil para cambiar el tema, sin embargo, le resultó imposible encontrar una excusa y tuvo que responder con la verdad, “Mhm, todo está bien, es solo que la policía me interrogó después del almuerzo”.

“Vamos, te acompaño hasta tu casa” Vegas comenzó a caminar en dirección a la casa de Pete y continuó con el tema inicial de la conversación “¿Te dijeron algo importante sobre tu padre?”.

Pete le siguió el paso a Vegas y comenzó a caminar a su lado izquierdo, “Ya lo encontraron, bueno… tú me entiendes”.

“Mhm, yo entiendo, no te preocupes por nada Pete, aún si lo encuentran todo la policía no tiene porqué sospechar de ti, todo va estar bien siempre y cuando mantengas tu historia” Vegas trato de confortar a Pete con palabras sinceras, pero era cierto que la situación se había complicado peligrosamente.

“Vegas, si te soy sincero no sé qué pensar”, Pete hizo una pausa para examinar sus alrededores antes pronunciar sus siguiente palabra, “Me mostraron una fotografía de su cabeza y a penas fui capaz de reconocerlo”.

“¿No sabes qué pensar de mí, cierto?” Vegas se fijó en los tensos hombros de Pete que parecía mantener una distancia precautoria de él.
Pete se sintió inseguro de si su respuesta era la más apta para esta situación, pero no negó nada.

“Pete, no pretendo fingir que lo que hicimos está remotamente bien, especialmente yo hice cosas que me van a acompañar hasta el final de mis días, me comporté peor que una bestia con tal de vengarme del hombre de mi padre y me aproveché de tu debilidad en ese momento” Vegas dejó de caminar y se paró frente a Pete para mostrarle su sinceridad, “Si sientes que estarías mejor lejos de mi, ahora es el momento para que me lo digas, si tú me lo pides puedo desaparecer de tu vida”.

“Ese es justo el problema”, Pete le dio un leve empujón al hombro izquierdo de su compañero de escritorio, “No puedo encontrar el balance entre el peso de mi conciencia por lo hicimos y mis estúpidas ganas por seguir a tu lado, por simplemente compartir el tiempo contigo, sinceramente no sé qué hacer Vegas, dime ¿Qué debo hacer?”.

“Quedate conmigo Pete”, la frase de Vegas bien podía ser interpretada como una orden pero su tono de voz la hacía sonar como una súplica desesperada, “Pete yo sé que es egoísta pedirte que te quedes conmigo, pero no puedo volver a mi vida antes de ti, no quiero siquiera pensar en volver a desayunar solo, en pasar el tiempo libre sin jugar contigo y con tus amigos, simplemente no…”.

Pete sintió que su uniforme se pegaba a su espalda gracias al sudor que producía el calor del verano y decidió tomar un riesgo, decidió envolver sus brazos alrededor de la cintura de su compañero de escritorio y abrazar a Vegas, “Pasemos por esto juntos, cuando todo esto termine volvamos a hablar estoy seguro de que sientes mi corazón y yo también siento el tuyo, pero guardemos las explicaciones para cuando sea un mejor momento, ¿sí?”

Vegas asintió sobre el hombro de Pete y le devolvió el abrazo con firmeza mientras rezaba para que su interpretación de las palabras de Pete fuera la que él creía.

Luego de este sentimental acuerdo el par de compañeros del escritorio al final del salón caminó junto a la frescura que suelen cargar las noches del verano, las flores los acompañaban con su sutil esencia que se desataba con las oleadas de viento mientras el más alto extendía sus dedos en busca de la mano de la otra persona, quien eliminó el espacio que quedaba  al sentir el roce, ambos se tomaron de las manos por un momento para luego soltarse producto de la vergüenza.

Esa noche Vegas acompañó a Pete hasta la puerta de su casa.

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¿Esto iba a ser un capítulo romántico? NO, no iba a serlo pero algo me dice que no hay suficiente química entre esta versión de Vegas y Pete, así que tuve que modificar mis planes jsjsjs.

Bye bye bye nos leemos pronto (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠❤

El escritorio al final del salón [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora