Estaba manteniendo la cordura. Cuando Jack se fue sin decir nada, sin presionarme me senté en este sofá y me quede en blanco. Mi mente se mantuvo en un espacio tan silencioso, no oia nada, no se si es mejor pero necesitaba un poco de silencio, un poco de paz mental por unas horas. Oigo que Lucca apaga el grifo, y viene caminando hacia la sala.
Afuera esta lloviendo sigo manteniendo la misma ropa. Tuve que quitarme la venda y ponerme benditas en mi mano derecha, de apoco se va cicatrizando. Él suspira, se que ha bajado un poco pero siento que yo seré la que explotare en cualquier momento.
Me pongo de pie, y voy a la cocina. Abro la nevera, me sirvo un poco de agua. Lucca viene hacía a mí rodeando sus brazos alrededor de mi cintura. La cólera me esta subiendo por las venas, seré yo quien reaccione de una manera violenta.
Lo empujo sin medir mi fuerza. El vaso cae al suelo, y salgo de la cocina
—No quiero que me toques, no quiero hablar contigo. — Digo histérica. — ¿Porque hiciste eso? — Lo enfrentó. Su rostro esta serio. — ¿¡Porque!? — Sollozo. Golpeó su pecho una y otra vez. — ¡Te odio! ¡No sabes cuanto te odio!
Sostiene mi muñeca. Me tira al sofá dándome la vuelta.
—¡Sueltame!
Baja mis pantalones, y en un segundo empieza a moverse. Siento que mis lágrimas son sangre en vez de agua; grito pero él intenta silenciarme. Mi rostro esta rojo de la ira, y lo escucho a él respirar fuerte, jadear, gemir, quiero apartarlo de mi pero tengo todo su peso en mi espalda.
Espero a que termine. A que ya no deje nada de mí, que me destruya y me eche a la basura. Que tome mi corazon y lo tire debajo de una vía de tren. Estoy cansada de la misma historia; yo enloqueciendo y él satisfaciendose. Respiro profundo. Lucca me deja como una muñeca de trapo que ya no sirve. Me pongo de pie temblando.
—¿Terminaste? — Lo miro con odio. Jamás deteste a nadie en mi vida pero a él, se la tengo jurada hace muchísimo tiempo.
—Tenemos que hablar.
—No quiero oírte. — Agarró mi celular. — Ve con Nélida seguramente besa mejor que yo ¿No? — Sonrió irónica. — No soy tan estúpida.
Camino a la puerta. Sabía que no iba a dejarme ir tan fácil. Entre tironeos, le doy una bofetada para que me suelte, y salgo rápido del departamento bloqueando la puerta rompiendo el pasador de tarjeta.
Con mis manos temblorosas empujó la puerta de cristal, y la lluvia cae sobre mí. No miro hacia atrás. Corro en una dirección que no se donde me llevará. Quiero estar lejos de él, quiero huir, quiero salvarme porque se que cada día que paso con él siento que muero, me hundo a un pozo oscuro que no tiene salida.
La noche es fría. No hay nadie, seguramente todos estan en sus casas con una taza de café o chocolate caliente, mirando una película o disfrutandose.
—¡Alice!
Volteó hacia atrás, y Jack viene corriendo con un paraguas.
—Jack... —Vuelvo a llorar. Corro hacia a él, y sus brazos me envuelven.
—Sabia que no tenía que irme. — No me suelta en ningún momento cuando me lleva a su auto. — Estaras bien te lo prometo.
Volvemos a su departamento. La angustia de Billy me viene de nuevo a la mente. Lucca es un enfermó, no esta bien de la cabeza se que su padre es igual es un mujeriego que le encantan las mujeres jóvenes y ellas aceptan encantadas a sus salidas a fiestas o bares, claramente su padre tiene tanto dinero que ninguna mujer le dice que no.
La calefacción esta perfecta en el ambiente. Jack vuelve con dos tazas de té, y nos sentamos en su sofá.
—¿Quieres contarme? —Niego.
—Me sentiría muy avergonzada. — No lo miro a los ojos. — Se que tengo que acabar con esto, en realidad darle a entender a él que esto se termino. Le hizo daño a Billy. — Una lágrima se me cae.
—Lo lamento. Me quede sorprendido, no pensé que haría una cosa así. Lo primero que hice fue no vieras eso. — Me mira a los ojos. — Yo no puedo quitarmelo dea cabeza e imagínate tu.
—Lo se. Tengo que hablar con mi madre, tiene que escucharme. — Lo miro. — Tiene que hacerlo no puede elegir a Lucca por encima de mí.
Jack me da un apretón en mi hombro y después sonríe mirándome.
—Cambiando de tema, hoy tenemos una salida.
—¿Una salida? — Frunzo el ceño. — No es que no quiera es que no tengo ropa.
—No te preocupes por eso. — Me guiña el ojo. — No iremos un restaurante elegante pero iremos un bar, y escuchar una banda, te presentaré algunos amigos y una amiga creo que te vendría bien distraerte.
—Gracias.
El timbre suena, y él se adelanta para ir abrir la puerta.
—¡Jack!
—¡Juli!
Ambos se abrazan.
Hay una chica rubia de cabello ondulado y en las puntas tiene teñido de rosa. Es bellísima tiene una personalidad que parece brillante, auténtica. Lleva una pollera negra de goma, y un top blanco de manga larga con bucaneras negras. Su maquillaje es de tonalidades marrones, negro y un poco de brillo.
—Ella es Alice. Alice ella es Julieta.
—Hola. — Le doy un beso en la mejilla.
—Me pidió una mano. — Juli me mira. — Espero que no te moleste.
Niego y sonrió.
—Pueden usar mi habitación.
—¡Ya lo sabemos! — Juli me toma del brazo, y en su otra mano tiene un bolso negro. — Conozco bien tu habitación. — Le guiña el ojo, y me arrastra con ella hasta la habitación de Lucca.
Ya estuve ahí. Es una habitación sencilla de cualquier chico de su edad. Ella cierra la puerta, pone su bolso arriba de la cama. Desliza el cierre y empieza a sacar ropa, y maquillaje.
¿Que quiso decirle que ya conoce BIEN su habitación?
—Sientate. — Me agarra de los hombros, y me guía hasta la orilla de la cama.
—¿Se conocen hace mucho?
—Si. — Empieza a maquillarme. — Tenemos amigos en común eso es todo, digamos que tuvimos una pequeña aventura sexual pero para nada comprometedor.
—¿Se acostaban?
—Uf demasiado. — Se le ilumina el rostro al recordarlo. — Es demasiado bueno en la cama, digamos que las mujeres que estuvieron con él siempre dicen que pagarían por tener un año de sexo con él sin tener ningún compromiso de por medio.
—Entiendo.
Demasiada información.
—Terminemos con esto porque si tardamos, nos va a matar.
Julieta me da un conjunto de un pantalón negro engomado, y un top azul y de las mangas es transparente. Me gusta demasiado. Aliso mi cabello, me hizo unas par de trenzas a los dos lados. Hasta el maquillaje que me ha hecho me encanta, es sencillo y al natural.
—El rubor te queda mejor a ti que a mí. — Nos miramos a través del espejo.
—Gracias.
—Bueno, vamos.
Salimos de la habitación, y volvemos a la sala. Jack ya esta cambiado también tiene una remera negra con una chaqueta de cuero, unos jeans negros. Parece tan chico malo pero es un amor de persona.
—¿Donde esta la verdadera Alice?
—Ire al baño. —Julieta desaparece.
—¿No es demasiado?
—Estas perfecta. — Él me sonríe.
—Gracias.
—Alices no quiero que te sientas obligada a venir conmigo...
—Quiero ir contigo. — Lo interrumpo. — Me vendría bien salir, y más si es contigo.
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CICATRICES
Teen FictionAlice Cooper una mujer o una joven llena de sueños, metas. Ella cree que su vida es perfecta, todo es perfecto en sus ojos, su novio, su familia, su hermana pero no es así. Su novio Lucca es manipulador, infiel esta atada a él de por vida, cree que...