CICATRICES

«7-CONFUSIONES»

Estaba dolida por mamá y por papá estan defendiendo a un chico que solamente quiere lastimarme cada vez que se pone ebrio, y abuso de mi en ocasionadas veces. No se que mas me duele si el dolor de cabeza, o sentir que no tengo a mis padres de mi lado defendiendome. La bofetada de mamá lo confirmó todo, piensa que yo lo deje a Lucca por una infidelidad mía, cuando no es así. Ojalá fuese por un engaño de cualquiera de los dos, pero no, es algo más allá de eso.

Lucia no para de mandarme mensajes. Le respondo cada uno de sus mensajes y tratando de tranquilizarla diciéndole que estoy bien, que Jack es un buen chico que lo conocí hace unos días, no le conté la historia real pero que me estuvo ayudando demasiado, y también lo arrastré en esto.

—Me siento responsable por esto. — Le pongo crema en las heridas leves que tiene en sus mejillas.

—No tienes que sentirte así. — Mantiene sus ojos cerrados, y sus brazos estan cruzados recargado sobre su pecho. — Estoy bien, tampoco que llego a golpearme demasiado. — Abre sus ojos y me mira. — Pero tú, mírate. — Sus dedos suaves tocan delicadamente mi mejilla, y siento un ligero dolor. — Te ha dejado un moretón pequeño pero notorio.

—No se lo perdonaré nunca. — Relamo mis labios. — Estoy enojada, angustiada no se como sentirme realmente. — Frunzo el ceño.

—¿Sabes lo que te hace falta?

—¿Que?

Lo miro esperando su respuesta, y en un segundo estoy sobre sus hombros teniendo mi mundo al revés.

La tarde para mi era de color gris, y de repente Jack comenzó a teñirlo de colores, y ponerle caritas sonrientes en cada parte de mi propio mundo que creía verlo negro. Escoge cualquier música de sus cds, y suena One Direction Kiss You y empezamos a bailar; toma mi mano arrastrándome con él, y haciéndome reír.

Limpiamos la cocina, la sala y mientras el equipo en música sigue reproduciendo canciones en aleatorio. Me permito olvidarme de Lucca, de mamá y papá solo por hoy, y poder permitirme ser feliz solo por una vez. Quiero sentirme bien, y Jack es tan bueno en subirme el ánimo en un microsegundo.

Abre las cortinas dejando entrar la luz del atardecer, apenas se ve el sol desde el horizonte todavía el cielo gris la sigue estorbando. Pero en mi mundo si hay un atardecer con un bello sol iluminando todo alrededor de mi, de nosotros.

En toda mi vida había estado con Lucca. Creí que estaba bien con él, conviviendo y teniendo una bonita relación que podía presumir a todo el mundo, mi mundo fue de colores cuando lo conocí y fue un dulce en los primeros años de noviazgo. La convivencia lo destruyó todo, y el gris opacó todos esos colores vividos que creí que eran reales. Pero Jack vino, y corrió todas esas nubes grises, esas tormentas, la lluvia y le dio color, vino a mostrarme que hay colores. Me puso una lamparilla en mi pozo oscuro, me tomo de la mano y aunque trata de sacarme de ahí, no se rinde.

Hay una conexión bonita entre nosotros. Una tensión que va creciendo cada día, cada charla que tenemos y esos ojos negros que tienen que cada vez que cierro los ojos, su rostro, su sonrisa, su voz me viene a la mente perdiendome en mi misma.

¿Me verá como una chica linda Jack? Quiero creer que si.

Si lo hubiera conocido antes, tal vez mi historia hubiese sido otra cosa. Hubiese sido diferente, uno mas feliz, lleno de besos y no palabras hirientes.

—Quiero probarlo. — Abro mí boca mirándolo. Mientras estoy sentada sobre la mesada esperando que haga los famosos pancakes de chocolate.

Lleva un poco de chocolate en mi boca. Lo saboreó, y es lo mas delicioso que probé.

Jack se me queda mirando por unos segundos antes de seguir con los pancakes.

—¿Ya terminas? — Sonrió mirándolo. — Tengo hambre.