JACK
Recuerdo la vez que la encontré. Ese día estaba deambulando por las calles de Sevilla ese día llovía demasiado, hacia tanto frío que nadie andaba por las veredas, ni tampoco andaba un auto, ni un taxi y entonces simplemente la vi. Agachada, abrazando sus piernas y temblando del frío, y empapandose por la lluvia: en ese momento temi por su salud podría resfriarse o tener una pulmonía, y al verla descalza me preocupe peor. No pensé ni un segundo en acercarme a ella, y poner mi paraguas sobre ella para que el agua no siguiera mojandola. Fueron esos segundos que ella alzo su mirada, y yo extendí mi mano para ayudarla; en sus ojos había miedo, tristeza y dolor, nunca había visto a una chica tan vulnerable. Tuve que ser cuidadoso y distante con ella para no asustarla.
Alice había sido la primer mujer que se colo en mi corazón en un instante. Ella me cautivó, tal vez su manera de ser tan especial y en la forma en que sonreía con cualquier cosa que le decía. Me ponía feliz verla sonreír y de la nada se había quedado bajo mi techo y todo fue armándose de apoco lo que ahora es nuestro.
Ella nunca se ha dado cuenta de lo fuerte que es. Cualquier mujer se habría rendido y no lo se intentar hacerse daño para atentar por su vida, pero ella no. Simplemente se levanto muchas veces y siguió: tal vez también yo estuve ayudándola a seguir caminando sobre la cuerda. Sus ojos pasaron de ser tan tristes a volverse en unas pupilas brillantes e ilusiones, su sonrisa que no conocía era tan perfecta que quería que estuviese así para siempre. Alice apesar de su dura vida, siguió adelante.
Siempre me preguntaba ¿Porque su ex pareja le hizo tanto daño? ¿La odiaba tanto? ¿Como alguien podía hacerle tanto daño a una persona?
Recuerdo la vez que descubrí sus cicatrices, sus hematomas quise tener a Lucca en un cuarto a solas y golpearlo hasta matarlo, pero eso no serviría de nada. Me sentí tan mal por Alice, quería eliminar cada cicatrice que le causaba dolor y su piel pálida que en ese momento parecía estar muriendo por dentro. Siempre se la veía cansada como si gritará desde su interior y pidiera ayuda. Por eso nunca mas me moví de su lado y aparte porque mi corazón la quería de una forma inexplicable. Hasta a mi me asustaba la idea de quererla porque sabía lo que ella había pasado con su ex pareja: sabía que las cosas estaban mal y que ella debía recuperarse del todo.
Volver a confiar, volver a sentirse bien consigo misma.
Es por eso que amo hoy en día a esta mujer. Porque no se rindió, se levanto y siguió en su camino, le alumbre para que no tropezara nunca más. Quería que avancé y que encontrará esa felicidad en su vida: si llegue yo o ella llegó a mi, o el destino hizo un choque de planetas y nos fundió en amor eterno.
—¡Jack! ¡Jack!
—¿Que, que? —Abro la puerta de la habitación y veo a Alice de pie en el umbral del baño hay un gran charco de agua o de orina en el suelo, y ella me mira aterrada.
—Rompi bolsa.
—Tranquila, respira profundo...
—¡Corre ahora! —Grita exasperada.
La llevo a ella hasta el living por suerte estuvimos preparados hace unas semanas para que llegue este momento. La siento detrás del auto y conduzco hasta el hospital mas cercano. Ella hace su rutina de respiración e intenta mantener la calma, pero las contracciones parecen volverse más intensa cuando los enfermeros al fin llegan con una silla de ruedas y la llevan directamente a la sala de parto.
Me ponen la bata y un barbijo para entrar a la sala. Al verla en la camilla y de piernas: se lo que sucederá.
Cuando Alice perdió su primer bebé sentí que la había decepcionado, que la había lastimado sentí que yo tenía una carga en mi espalda. Si algo que detestaba, era verla triste y destrozada. Fue duro para ella, para los dos pero para Alice lo era aun más: si ella lo llevo en su vientre, ella estaba ilusionada con tenerlo en brazos, habíamos decorado un pequeño cuarto que todavía le faltaba cosas por hacerle, pero quedó ahí después de lo sucedido y nunca mas después de ese momento volvimos a entrar a ese pequeño cuarto. Si abríamos esa puerta, volveríamos a llorar y nos costaría volver a levantarnos.
Y ahora con nuestra nueva vida. Nuestra nueva casa y una nueva familia tan pequeña pero hermosa. Es nuestra mayor recompensa.
Sostengo su mano y ella puja. Le doy ánimos, le recuerdo lo mucho que la amo y que jamás he conocido a una mujer tan fuerte como ella. Alice llora, y al escuchar el llanto de una bebé todo se vuelve aun mejor, y la enfermera la pone sobre su pecho para que sienta a Alice.
—Rose. —Dice agotada pero la mira con tanto amor.
—Bienvenida al mundo Rose. —Miro a la pequeña bebé en los brazos de su mamá. Mi hija. Guau.
Suspiró profundamente y dejo caer unas par de lágrimas y beso la frente de mi mujer. Ella besa mis labios dulcemente.
—Estara en observación por unos días. —Ambos asentimos entregamos a Rose a las enfermeras para que hagan su trabajo. Se la llevan también a Alice.
Y en ese instante lo único que hago es ir hasta la otra habitación que ponen a Rose en una encubadora. A Alice todavía la estan preparando y luego la traerán a la habitación. Miro a Rose y le tomo una foto con mi celular y entonces voy a la aplicación de correos y ahí esta el correo de mis padres. Hace muchísimo tiempo que no hablo con ellos, he recibido simplemente fotos de donde van y también de lo que hacen en sus viajes de alrededor del mundo.
"Hola mamá. Hola papá. Hace un tiempo conocí a una mujer. Alice es su nombre: se que hace tiempo no les escribo, tal vez estuve muy ocupado o tal vez estuve encantado de una mujer que me hizo sentir vivo. Yo la ayude, y ella me entrego su amor sin querer.
Ella es Rose, nuestra hija. Acaba de nacer hace unos minutos pero quería que sepan que son abuelos de una hermosa niña y que estoy felizmente comprometido con Alice. Ojalá pudieran estar aquí y sentir la emoción que yo siento... En fin. Felicidades abuelos."—Descansa. —La enfermera se va, y Alice no para de ver a Rose.
—Es tan bella.
—Como tu amor. —Le doy un beso en al frente. — Fuiste muy valiente.
—Eso porque estabas conmigo. —Me mira. — Te amo Jack.
—Felicidades mamá. —Ella sonríe y se le ve el brillo en sus ojos al oir esas palabras.
—Felicidades papá.
Besa mis labios y después dejo que descanse sobre mi pecho.
Antes no creía en el amor. En realidad no creía en las causalidades, ni menos en el amor a primera vista, menos en el destino pero Alice vino a demostrarme lo contrario e hizo que me volviera loco por ella. Si, la amo con locura y no pienso irme de su lado nunca mas.
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CICATRICES
Teen FictionAlice Cooper una mujer o una joven llena de sueños, metas. Ella cree que su vida es perfecta, todo es perfecto en sus ojos, su novio, su familia, su hermana pero no es así. Su novio Lucca es manipulador, infiel esta atada a él de por vida, cree que...