Él siempre estaba con la cabeza en la ciencia, mientras que ella lo tenía a él en sus pensamientos. ¿Cómo podría demostrarle sus sentimientos si la situación era así?
Quizás para ella el amor no era ninguna ciencia ni un gran dilema al que había que...
No solo fue suficiente estar ella y su hermana hablando al respecto de que no se casaría con Marko Harvot, para la cena se incluyeron sus hermanos y su padre, aunque este mucho no participó. A pesar de estar viendo a su esposa con una cara para nada convencida de los argumentos de sus hijos, él la veía como si fuese lo más bello jamás antes visto.
En un momento de la conversación, ______ tuvo que prohibirles la palabra "Nikola" a los mellizos, siendo que no paraban de repetirlo, diciendo que Tesla vendría más seguido. Aunque él no interactuara mucho con ellos, los pequeños lo adoraban.
No fue solo una cena, también un desayuno y almuerzo en el que se mantuvo esa discusión, para no contar los tiempos entre esas comidas que también era lo mismo.
Pero al fin y al cabo, lo consiguieron. Al menos su madre no iría hasta lo de los Harvot a darle a Marko el sí por parte de su hija.
Para la tarde de ese mismo día, había salido rumbo a lo de los Tesla. Estaba dispuesta a hablar con él.
Tras saludar a un vecino de por allí, oyó como una voz la llamaba de lejos. A pesar de haberla reconocido, regresó la vista al lugar de donde venía. Era Marko. Este mismo se despidió del hombre al que parecía haberle arreglado algo, ya que andaba con la caja de herramientas a mano, para ir a trote a su encuentro.
—Buenas tardes— saludó la muchacha, apretando sus labios para forzar una sonrisa.
—Buenas tardes— reiteró el joven cuando se paró a un lado de ella —. ¿Estás yendo por un pedido?
—Eh- sí, sí. Un Tesla me pidió que pasara para tomar unas medidas— se apresuró a decir.
—¿Nikola?
Habían muchos Tesla, ¿no pudo mencionar a uno de sus padres o hermanas?
—Sí— dijo inconciente para caer en cuenta de su afirmación —Eh, no. La verdad no sé— movió sus manos, queriendo fingir su nerviosismo de esa forma —. La señora Tesla mencionó para quién eran las medidas, pero estaba muy ocupada en esos momentos para prestarle demasiada atención.
Miró el rostro de Marko en busca de alguna señal que le mostrara que le creyera, pero en vez de eso, encontró una pequeña duda picándole en la ceja. A todo eso, ¿por qué le preguntaba?
—Oh, bien...— asintió —Me enteré que tu madre regresó ayer. Pasaré a saludarla en un rato— cambió de tema.
—No hace falta— habló rápidamente la Haracic.
¿Ahora quería ir a saludar a su madre? Temía que cuando ella lo viera, cambiara de decisión a pesar de todos los argumentos de sus hijos.
—Está malhumorada desde que llegó y con varios pedidos que le hemos dejado mi hermana y yo. No creo que sea buena idea— mintió, haciendo un semblante como si quisiera decirle que pensara en su vida antes que arriesgarla.
—Entonces iré otro día— mencionó en medio de una risita, extrañado un poco por la conversación.
—Bien, yo... ya debo de irme— señaló a sus espaldas, queriendo irse de inmediato de allí.
—Claro— asintió el muchacho —. Que tengas un buen día.
Sentía como esa frase le golpeaba reiteradas veces la mente al tiempo en que sonreía con los ojos cerrados y movía una de sus manos en forma de despedida. Se dio media vuelta para apresurar su paso, escuchando como el joven saludaba a un vecino de por allí, alejándose por igual.
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