AMOR |Nikola Tesla y tú|

Epílogo

—¿Te enteraste?

—¿De qué cosa me está hablando, señora Sever?

—De que la hija mayor de los Haracic terminó comprometida con Tesla.

—¡¿Qué?! ¿Nikola Tesla? ¿Cómo es posible? ¿No estaba comprometida con Harvot?

—Sí, pero he visto como peleaban Tesla y Harvot por ella, y acabó con Nikola.

—Mal gusto no tiene Haracic...— se lamentó la joven mientras le cortaba el cabello a la anciana que tanto amaba los chismes.

Después de todo, a muchas jovencitas les terminaba gustando el castaño de rizos una vez que lo veían o conocían.

—Si yo fuera años más joven también andaría detrás de Nikola Tesla. Es un hombre hecho y derecho, tal como me gustan— informó la señora Sever, evitando moverse.

—Me sorprende que luego de ignorar o rechazar de alguna forma a muchas chicas, finalmente Nikola terminara comprometido— tomó un mechón de pelo para cortarlo con cuidado.

—A Nikola no le gusta ser el centro de rumores.

Ante aquellas palabras que provenían de ______ Haracic que acababa de llegar, la peluquera cortó mal el mechón y los ojos de la anciana casi se le salen.

Ambas regresaron pálidas a la muchacha, tratando de decir algo para remediar la conversación. Mientras tanto, la recién llegada permanecía con una divertida sonrisa en sus labios, conteniendo la risa.

—Vengo a traerle su falda, señorita Smirak. Su mamá me dijo que la encontraría aquí ¿Dónde se la puedo dejar?

—Y-ya la recibo y te doy las monedas. Muchas gracias, señorita Haracic.

Luego de recibir la paga, se despidió y alejó de donde le estaba cortando el cabello a la señora Sever al aire libre, frente a la casa de esa misma. Soltó una risita mientras sacudía ligeramente su cabeza.

Ya más de una semana había transcurrido desde aquel día. A veces se solía preguntar qué había sucedido con Marko, siendo que la preocupó al final, más si se enteró de que hubo un problema en la familia Harvot y se fue a los dos días de la última vez que lo vio.

Sólo esperaba que encontrara algún lugar y alguien con quien fuera feliz.

Revisó su bolso para descubrir que ya no tenía más pedidos para entregar. Solo uno, pero era para donde se estaba dirigiendo en esos momentos.

Apresuró su paso, más si iba a visitar a su pareja.

Saludó a la señora Tesla que se hallaba fuera de su casa cuidando de algunas de sus flores. Alegremente le devolvió el saludo. Luego de que le preguntara si su hijo se hallaba y recibiera una respuesta afirmativa, fue a donde seguro lo encontraría por indicación de la mayor.

Dio ligeros golpes a la puerta de la "guarida secreta", aguardando a una contestación de su parte. De cualquier forma, tuvo que insistir más de una vez hasta finalmente oírlo a duras penas.

Al pasar, lo vio refregando su rostro mientras estaba de espaldas a ella.

—¿Por qué no vas a dormir a tu cama?

—Sólo recargaba mis baterías...

Se estiró al tiempo en que _____ se dirigía a pararse a un lado de él.

—Recargarías mejor tus baterías si durmieras en la cama.

—Ya no importa— pestañeó un par de veces tras estirar la espalda para regresar a ella con una sonrisa —. ¿Qué te trae por aquí?