Your story intersected with mine. |LS|

6.

Voten y comenten mucho. Marquen las faltas de ortografía por fi.

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Una semana y mucho trabajo después, lo confirmó.

Louis le atraía.

Pero no era ese tipo de atracción física.

No.

Por que le encantaba verlo hablar de su trabajo, le encantaba ver sus ojos brillar al iniciar con su parte de la reunión, le encantaba su seguridad.

Y le fascinaba ver su enorme sonrisa al finalizar.

Pero odiaba cuando tenía que irse, porque no podía sentir su aroma reconfortante cerca, ya no escuchaba su hermosa voz o su risa, ya no podía ver sus ojos zafiro.

Ya no podía verlo.

Confirmó sus sentimientos esa mañana, cuando Stephen le informó que debía encargarse de Louis por una emergencia familiar y no podría atenderlo él.

Lo supo en cuanto su corazón se aceleró con la sola mención del castaño. Y cuando se le fue el aire al saber que estaría con él un buen rato.

Pero aún debía trabajar, tenía que entregar un informe de las últimas ventas del mes a Santiago y aún estaba trabajando en eso.

Estaba tan concentrado en concentrarse a seguir con su trabajo que cuando escuchó toques en la puerta tan de repente, casi salta de la silla. Se fijó en la hora y sus ojos se abrieron en sorpresa.

Sacó un pequeño espejo de uno de sus cajones, se arregló el cabello, la camisa y se quitó el saco por la repentina oleada de calor que le atravesó, se dobló las mangas con rapidez. Inhaló profundo y soltó el aire en un suspiro al tiempo que volvían a tocar.

–Adelante.

La puerta se abrió y un delicioso aroma a kiwi fresco se abrió paso por toda la oficina, Harry volvió a inhalar disimuladamente.

Louis terminó de entrar cerrando la puerta detrás de él, fijó su mirada en Harry, tuvo que parpadear unas cuantas veces.

Harry se veía tan guapo.

Lo observó ponerse de pie, eso solo logró que el omega de Louis se alterará un poco más, porque el pantalón de vestir negro le contrastaba perfectamente con la camisa.

Y para colmo, le sonrió. Tenía una bella sonrisa con hoyuelos que le recordaban a... ¿Aimée?

–Buenos días, señor Tomlinson.

Salió de su momentáneo trance.

–Buen día, señor Styles.– le sonrió también.

–Toma asiento por favor, ¿Se te ofrece algo? ¿Agua? ¿Café? ¿Té? ¿Un bocadillo?

–Por ahora nada, muchas gracias.– su sonrisa se ensanchó.

–Okay, no dudes en pedirlo si en algún momento deseas algo.

–Claro.– acomodó su portafolio en la otra silla.– Me dijo Stephen que tienes algo para mi.

–Oh, si, si.– abrió un cajón y de ahí extrajo una carpeta.– Son las opciones de diseño, podrías verlas y decirle a Santiago con cuál vas a trabajar.– se la entregó.

–Muy bien. Aún debo dar a conocer mi idea para la publicidad, dependiendo de cuál diseño sea, necesito que la apruebe.

–Si, sobre eso...– le interrumpió el llamado de la puerta.– Disculpa. Adelante.

Quien entro era Santiago, se veía un poco decaído pero aún mantenía su sonrisa amable.

–Buenos días, lamento interrumpir, Abril no estaba afuera. – se acercó al escritorio, el omega inmediatamente quitó su portafolio.– Gracias, hola Louis.