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Marquen las faltas de ortografía plis porqu cuando edite me estaba quedando dormida, disfruten su lectura<3.

Entró al hospital como de costumbre saludando a Mary quien estaba por irse ya que su turno nocturno había terminado. Tal vez se habría quedado un momento más a hablar con ella como era habitual pero tenía urgencia de llegar a su oficina.

Ginger, su secretaria, le había comentado que el sobre había llegado el día anterior justamente cuando él había salido. La curiosidad y la ansiedad le estaban matando.

Al llegar vio que su lugar aún estaba vacio pero no le dio importancia, se apresuró a abrir su oficina y al momento de entrar fue que lo vio, ese sobre amarillo en su escritorio.

Sintió una sensación rara por todo el cuerpo.

No era malo, pero fue como pudo interpretar sus nervios, como algo raro, cómo un escalofrío que le recorrió de punta a punta. No sabía que es lo que podía encontrar, su lado razonable le decía que solo eran disparates porque era algo imposible.

Pero luego estaba esa corazonada que le había hecho continuar con todo hasta ese punto.

Por Dios que era lo más tonto que había hecho a lo largo de su carrera como médico.

De igual manera estaba ahí, y sabía que había algo que tenía que descubrir, las corazonadas no se formaban a base de nada y aquí había mucho por debajo del tapete.

Dejó sus cosas sobre una silla y fue directo al sobre, al tomarlo sus manos hormiguearon, cuando lo abrió su corazón empezó a bombear más rápido de lo usual.

Así que extrajo la hoja, cerro los ojos al dar una prolongada respiración y entonces los abrió comenzando a leer.

–Buenos días, doctor Payne, lamento la...– Ginger entró en ese momento y observó al médico levantar la mirada con una expresión sumamente consternada.–¿Esta todo bien?

Se observaron unos segundos en silencio hasta que el alfa volvió la mirada a la hoja y después de leerla de nuevo, largó un suspiro.

–Buenos días, Ginger.– dejó la hoja en el escritorio.– ¿Puedes llamar a Niall por favor?

                             ✧✧✧

–Ginger me dijo que tenía que venir urgentemente y el que no contestes mis llamadas hizo que me estacionara muy mal.– cruzó los brazos.

Niall entro en su campo de visión como un ser celestial, él estaba tan impecable como siempre con su traje azul casi negro a medida, le sonrió a modo de disculpa, se levantó de su silla y rodeó el escritorio hasta llegar a su novio para así plantarle un beso.

–Lo siento, buenos días.

–Buenos días, ¿Cuál es esa urgencia?.– le acomodó un poco la bata.

El alfa ojimiel suspiró y lo llevo a las sillas que se encontraban ahí, ambos tomaron asiento. Le sostuvo las manos a Niall y se preparo para explicarle lo que sucedía y el motivo de su visita.

Pero no pudo decirle.

Nada salió de su boca y fue porque no sabía cómo.

¿Cómo encontrar las palabras correctas? Es que no era nada fácil.

–No se cómo decírtelo.– admitió.

–¿Que cosa?– entrecerró los ojos– ¿Terminarás conmigo?

–¿Que? Por Dios no, nada de eso.– se escandalizó.– primero que nada, no te vayas a enojar conmigo por no decírtelo antes, te juro que lo iba a hacer pero no encontraba el momento.

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