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Yewon toma de la muñeca a Soobin. Caminaban detrás de aquella casa, y ella le enseñaba una ventana que sabía siempre estaba abierta.

El más alto tragó saliva. No quería que lo vieran y pensara que era un polizón, o peor aún: un robachicos.

Yewon atraviesa la pared. Soobin decide quedarse del otro lado de la ventana. Vió como ella pasaba la mini sala para irse a una habitación y tocar la puerta. Se rió.

"Atravesaste el muro de una casa Yewon, y aún así tocas una puerta para que te abran." pensó. Arqueó su ceja, ya que notó como la bolsa de galletas que traía en sus manos atravesaron también la pared de concreto. Definitivamente ella tendría que darle explicaciones después sobre sus poderes como fantasma.

—¡Minjiiii! ¡Estoy aquí!

La puerta fue abierta de inmediato, y la pequeña niña saltó en los brazos de su madre.

Era demasiado parecida a Yewon, pero obviamente más pequeña.

Yewon le transmitió el llanto a su hija. Por lo emotiva que era la escena, Soobin no resistió, y derramó unas cuantas lágrimas.

La abuela de Minji no tardaría en llegar, pero Yewon quería ver a su hija una vez más. Después de esta visita, tendría que armar un plan para saber que haría después, de qué manera no perdería la oportunidad de estar cerca a su hija.

~
—La materia la podemos tomar, y sostener. No está desafiando la gravedad, sino que aplico fuerza para que se sostenga. Pero no es necesariamente MI fuerza, es mi conciencia. Estás interactuando con mi alma y mi mente, que crea una imagen e ilusión de que existo, y eso me permite con toda la materia poder interactuar e inclusive manipular. También puedo absorber, por eso puedo "comer", pero sólo absorbo la comida y se va a la nada, porque como no tengo un organismo, no se va a ninguna parte. Tristemente no cago, Soobin.

Él se rió tiernamente, mientras que tomaba té con Yewon. Esta vez, ella aceptó una taza, para sentir que compartía un momento más íntimo con él. Es un esfuerzo que han tratado de hacer, ahora que ella se queda oficialmente en la casa, y sigue encargándose de Odi cuando él se iba al trabajo. Aunque sólo llevaban un día haciendo la nueva rutina, era algo que ambos acordaron ejecutar.

—Y también haces desaparecer objetos, ¿no? —respondió Soobin.

—Ajá. Como las galletas, hice que no sólo desaparecieran sino también atravesaran la pared. Porque también puedo hacer cosas invisibles pero que se queden en su misma propiedad física.

—Eso... Eso es increíble. Sin duda le abrirías la mente y crearías un nuevo tema de estudio para los físicos.

—Es cierto... Necesitaría encontrar un físico que pueda interactuar con fantasmas tal como tú.

Ambos sonrieron al otro.

—Yewon... ¿Qué te parece ir el Domingo con la médium? Es mi único día libre tristemente, ya que a estas horas que regreso a la casa cierra su local... Para que te aconseje lo que harás con Minji.

—Espero encontrar una buena opción —se recargó en la silla del comedor y entre cruzó sus brazos—. ¿Acaso no habrá algún ritual que la haga adquirir tus poderes?

—No lo sé... Pero no sería mala idea. Es la única manera en la que puede verte, después de todo... ¿Pero que harás con su abuela? ¿Se quedará a vivir con ella para siempre?

—No... Te juro que la mataría pero no tengo permitido hacerlo o me voy al infierno.

Soobin soltó una carcajada bastante ruidosa.

—Estoy hablando en serio.

—Oh —la miró apenado—. ¿Y si lo hago yo?

—Te irás al infierno cuando mueras, pendejo.

—¡Pero si es por una buena causa!

—No, Soobin. Nada de matar... Pero...

Ella se quedó mirándolo. Pero el no captaba lo que ella pensaba.

—Sé que esta es tu casa y llegué como una intrusa y-

—No te preocupes, Yewon —la interrumpió—. Estoy para apoyarte. Estás haciendo mi vida mucho más interesante con tu existencia.

—B-bueno —se rió, sentía algo de pena—... Continuando, te quería pedir si... ¿podía Minji quedarse aquí? No sé si llevarmela de la forma legal o la ilegal, pero si la quiero lejos de esa explotadora.

—Pues —el pelinegro se puso un tanto nervioso, y rascó su nuca—... No tendría problema. Aunque siendote sincero nunca he tenido una experiencia con niños... Y además me preocupa que vean a la niña los vecinos y peor aún que alguien la identifique si es que "termina desaparecida"

—Por eso hay que armar un plan, uno en el que terminemos lo menos arriesgados posible.

Soobin asintió. A decir verdad, no le molestaba que ella le diera órdenes.

"Si siguieras viva, te hubiera hecho la vida más fácil, Yewon" pensó.

—También puedo leer tus pensamientos, Soobin —sonrió pícaramente ella, y de forma coqueta frotó su pie con el de él—... La verdad es que no se cuanto más hubiera durado con el si yo no hubiera muerto en ese hospital. No se si me hubiera dando cuenta con que él no era un buen hombre y le estaría dando una vida de mierda a mi hija —suspiró.

—Yo creo que si te hubieras ido con ella, y buscado una mejor oportunidad, tal como lo estás haciendo ahora. Y hubieras superado tu adicción.

—¿Por qué lo crees Soobin? No tienes mucho en conocerme, nadie más creía en mi después de que yo misma arruiné mi vida.

—Yo creo en ti, me has demostrado que eres muy madura, y dispuesta a enmendar tus errores. Lo admiro mucho... Yo estudié psicología, ahora tengo un trabajo en una clínica y es interesante como no tienes un corazón físico, ni un cerebro, pero tienes conciencia. Puedes aún así sentir y buscar tu propio crecimiento y propósito para seguir continuando tu vida... Físicamente estas muerta, pero creo que tú alma es demasiado impresionante.

Ella se rió, y a su vez estaba conmocionada por las palabras del joven.

—Me hubiera gustado conocerte cuando estaba físicamente viva.

Acarició su mano, y procedieron a entrelazar sus dedos. Soobin se puso algo tenso. Observó a Yewon, que ella lo estaba observando a él también.

No podía negar que era una mujer demasiado hermosa. Su mirada era dulce, su piel ya blanca como la porcelana, con unas mejillas naturalmente rosadas. Tenía una nariz respingada que se volvía un accesorio para su sonrisa tan alegre y juguetona.

El muchacho suspiró, y tomó otro sorbo de té.

take care • soobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora