take care • soobin

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Soobin traía a Minji en sus brazos mientras que esta se encontraba dormida desde que venía en el auto de regreso. La dejó en el sillón. Tapó su cuerpo con una manta y puso su muñeca a un lado de ella para que la abrazara.

Apenas había terminado de dejarla ahí, Yewon recargó sus manos en el hombro del muchacho. Ambos se miraron, y ella lo tomó de la mano. Juntos entraron a la habitación.

—Necesitamos hablar —dijo Yewon sentándose en la cama—. Claramente te dije si porque lo que sentimos es mutuo. Pero necesito saber que haremos con Minji. Faltan 9 días para su cumpleaños. ¿Cuando piensas que nos casemos? ¿Mañana? Para empezar, no es legal que te cases con una muerta, Soobin... No entiendo bien cuál es la verdadera intención.

—Ya lo resolví— ella se cruzó de brazos—. Hablé con mi mamá.

Ella lo miró asombrada. Soobin se sienta a un lado suyo.

—Tu sabes que yo me alejé de mis padres, pero no el porqué... Yo cuando comencé la Universidad, me mudé de Ansan a Seúl, y fue lo mejor que me pudo pasar. Sé que haz de pensar que es absurdo, porque yo vengo de una familia adinerada. Y lo tuve más fácil que el resto. Pero a decir verdad, nunca me interesó tener una vida lujosa. No estaba conforme a el tipo de ambiente al que iba a encontrarme apenas saliendo de la carrera, así que tener un trabajo de inmediato aquí fue fantástico. Tuve una pelea con ellos, porque les dolió que no continuara con la empresa familiar. Me dijeron que me iba a morir de hambre si me alejaba. Pero decidí seguir mi corazón. Con mamá a veces hablo por teléfono, para ver como está... Así que le llamé y le confesé que ya sé sobre mis poderes. Me sorprende que nunca me lo haya dicho, pero realmente no me dí cuenta que tenía esta capacidad. En realidad, ella a los entes que se comunicaban con ella y nos rodeaban les advertía que no me hablaran, siempre los ahuyentaba. Tal vez cuando me fui de mi casa, pude haber interactuado con fantasmas sin darme cuenta de ello, total puedo verte y pensar que eres una persona viviente... El punto es que le pedí el favor más grande, uno que me permita estar contigo por el resto de mi vida y es que ella me de sus poderes, cuando yo le otorgue los míos a Minji. Y aceptó.Tal vez dejaré de verte unos días, porque tendría que ir un fin de semana a verla, pero te prometo que lo haré, lo que sea por mantenerte conmigo —acarició los mechones de su cabello, y la miró dulcemente—. ¿Aceptas?

—Soobin... ¿por qué haces tanto por mi?

—Porque te amo —picó su nariz, y ella se rió tiernamente.

—Yo también te amo... Pero en serio, ¿no prefieres estar con alguien viva? Alguien con quien tú puedas sentirte completo. Hay cosas que no podré ofrecerte como pareja, las cosas van a ser distintas, y no quiero hacértelo más difícil.

—Yewon, yo quiero hacer que las cosas funcionen. Y no veo distinción alguna con que seas de carne y hueso o seas una extraña presencia que decide cuando esfumarse y tiene poderes sobrenaturales —aquello le causó risa a la chica, viendo como a él se le complicaba describirla—. Lo importante es lo que sentimos entre los dos —la tomó de su mano, acompañada del anillo que él le otorgó—. Te prometo que seré el hombre más feliz, si te tengo a mi lado.

Besó su mano. Después tomó su mejilla, y se acercó a ella, para darle un beso en sus labios.

Yewon se separó de él, pero luego se lanzó a él para un abrazo que inevitablemente hizo que él terminara tumbado sobre la cama. Ella se quedó encima, y los dos cruzaron miradas una vez más.

—Eres perfecta —él susurró, siguió acariciando el rostro de ella con las yemas de sus dedos.

La besó una vez más. Después de ahí, los dos decidieron dormir juntos, enamorados, y seguros del nuevo camino que querían tomar en su relación.