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—No creo que debas verlo tan seguido—Nam te sugirió mientras se llevaba una cuchara con helado a la boca

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—No creo que debas verlo tan seguido—Nam te sugirió mientras se llevaba una cuchara con helado a la boca.

—¿Por qué?— preguntaste aún con los ojos muy atentos en la pantalla que ocupaba casi toda la pared de la enorme sala.

—Para empezar, ¿por qué de repente sientes curiosidad por él?— yoongi se introdujo a la platica mirándote desde el otro mueble.

—No es curiosidad— dijiste recostándote en el hombro de Nam mientras estirabas las piernas de forma relajada.

—No mientas, nos conocemos desde que tú tenías diecisiete y nosotros veinticuatro y veintiséis— reclamó yoongi dejando de mirar la pantalla para girar hacia ustedes— te conocemos a la perfección.

—Jun, puedes decirnos la verdad. Tuviste la confianza de contarnos a nosotros sobre él y no somos nadie para juzgarte de lo que hagas o no. Tu secreto está a salvo con nosotros y estamos agradecidos de que nos hayas dicho porque así podemos estar pendientes de ti— el menor de ellos trató de reconfortarte.

—Sé que no debí conocerlo— confesaste— no se por qué las cosas sucedieron así. Solo lo he visto un par de veces menos de treinta minutos.

—Las casualidades no existen. El destino sí— Min te dió una mirada comprensiva y te miró con un pequeño puchero.

—Les juro que no sé qué es lo que hace que quiera verlo. En verdad no lo sé. Ni siquiera he podido decirle a mamá, no quiero ni imaginar que dirá por haber estado metida ahí.

Yoongi se levantó del sofá y se acurrucó a tu lado vacío. Y es que ustedes tres tenían una conexión especial y para mamá ellos eran como los hijos que nunca tuvo.

—¿Te gusta?— se animó a preguntar en voz baja mientras terminaba de acomodarse.

—No. No puedo ni pensar en eso cuando hace unos meses tuve que despedirme para siempre del hombre que yo amaba— la tristeza te invadió.

—¿Se parece a él?— arrastró las palabras con sumo cuidado.

—Ojalá se pareciera aunque sea un poco.

—Entonces no vuelvas a verlo. No le hagas daño a alguien que no lo merece. Podría mal interpretar las cosas.

—No lo creo es lo suficiente maduro.

—Para alguien que solo ha recibido afecto sexual, cualquier muestra de interés podría interpretarlo como algo más y confundirlo.

—Es solo que conocerlo me hizo sentir un poco mejor. Los tengo a ustedes que son mi familia, mis amigas más cercanas están en otro país y tengo a jeon. Es más que suficiente con eso... es solo que este enorme sofá se siente tan vacío sin él—te referiste a Jae y las veces que los cuatro solían acurrucarse en el enorme mueble mientras veían películas.

—Lo sabemos. Nosotros también lo extrañamos.

Te envolviste aún más en la hoodie que aún conservaba su aroma y te imaginaste por unos segundos que esto no era real. Y que él aparecería con bowls repletos de golosina.

Ámame de nuevo ; kth, jjk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora