capítulo 9

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Maratón 3/3

— ¿Seungmin?— pregunto la castaña, quien estaba descalza y con un moño alto desordenado, viendo a Jeongin con el ceño fruncido.

— sí, tu hermano. Vengo a devolverle esto— señaló la sudadera, negra con un totoro pequeño en el costado superior, cerca del pecho, dónde va el corazón y entonces la expresión de la chica cambió a una más liviana.

— ¿Tú... Tú cómo tienes eso?— pregunto con desconfianza, Mina era la persona más desconfiada del planeta, solitaria, introvertida con veintidós años, demasiado joven, con vida demasiado dura.

— él me lo dió — la chica lo miro asombrado, tal vez y Seungmin no daba sus cosas tan fácilmente porque también tenía problemas de confianza.

— no, no lo creo— dijo atónita, esa sudadera... —¿Quieres pasar?

— oh, si claro.— Jeongin entro dando pasitos desconfiados, cerro la puerta tras de él, la chica estaba ahí, de pie, observando cada uno de sus pasos, Jeongin, vio todo de reojo, hasta que a lado de la entrada, a solo unos metros de dónde estaba, una foto colgaba en un marco de cristal, dió unos pasitos y miro la foto de un niño, con gorro de orejas e inflando los mofles—  Oww, aquí está tan pequeño, tiene los cachetes inflados, él me dijo que no era bonito de niño, me mintió, sigue teniendo los mismos ojos, solo que ahora en grandes. Es tan lindo.

— tú, ¿Hablas de mi hermano?— la chica se cruzó de brazos y lo miro con interrogante, Jeongin le sonrió levemente y asintió.

— sí, no me lo recuerdes, ¿podrías hablarle para decirle que estoy tan enfadado con él, por favor?.— era poco, estaba enojado, decepcionado, quería celebrar con él, está bien si se asustó porque iban muy rápido, no había problema, quería decirle que tenían tiempo de sobra para ellos dos solos, quería decirle que no tuviera miedo, que lo quería, que lo quería tanto que el pecho le dolía de tanto quererle, no era amor, aún no lo era, pero era el primer paso para sentirlo. 

— es~es que...—comenzo la chica,pero la vista de Jeongin ya estaba fija en otra cosa, la cara botella que reposaba en la mesilla de centro, lo único desordenado de ese lugar, todo estaba en orden.

— oh, este vino es caro, ¿Tomando sola?— le levantó las cejas con picardía, el Jeongin borracho era tan confiado, tan alegre, seguro a Seungmin le encantaría ver a este Innie, sin preocupaciones—¡Dios!, esto cuesta caro ¿No? Eso dice mi mamá. Seungmin bien me dijo que eres de gustos caros, ahora lo veo.— la chica estaba muda, en un rincón de su propia casa, mientras que Jeongin cómo un intruso, caminó a las fotos que estaban en el librero de la sala, eran tres, decoradas con luces cálidas— Owww en esta foto tiene lentes, él jamás ha ido con lentes, Dios que guapo es...

— é~él, él ya no usaba sus lentes, para eso tenía los de contacto.— le explicó la chica, aún pegada a la pared, abrumada, podía ser porque el chico hablaba mucho, o porque siempre tenía ese carácter con extraños.

—¿ está ciego igual que yo? El maldito se burlaba de mi por usar lente ocasionalmente.— se quejo Jeongin viendo las fotos en dónde Seungmin sonreía como un loco, esa foto parecía ser tomada por una cámara instantánea, pues hasta el color era distinto, más opaca, y su risa era bonita, pronto le pediría esa foto para llevarla en la cartera, se fijó en la canción que comenzaba a sonar—  Ohhh, esa canción, a teenage's romance, esa le gusta mucho.— recordó mientras veía más fotos, pero pronto un sonidito, como el de un sollozo se hizo presente, volteo y vio a la chica, que se limpiaba los ojos con las mangas de sus brazos— ¿Por qué lloras?

— Tú... Tú eres nuevo aquí en el edificio, t~tu— susurro viéndolo detenidamente— sí, es su canción favorita, o lo era.— le aclaro, mientras la voz se le estrangulaba

Rooftop Love  (Seungin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora