Había pasado una semana, tres días, dos horas desde que en efecto, Seungmin había confesado de forma platónica que quería su amor adolescente, y no había parado desde entonces, no es como que hubiera algo que hiciera cambiar de opinión al castaño, era aferrado y terco, quería un romance adolescente ¿Era eso mucho pedir? Al parecer sí, el destino así lo veía y eso le hacía sentir horrible, es como si de repente todas esas ganas de tener amor se le juntaran y el destino idiota no se lo diera.
Era horrible, pobre Seungmin, tan joven y con esperanzas de amar. Tenía solo 17, pero quería saber que se sentían los besos, las manos en la cintura, quería saber que era eso, quería tanto para su vida, sabía que a esa edad no servía de mucho amar, había cosas más importantes que eso, pero ¿Que era mucho pedir amor?, Estaba harto que todo el mundo ahora te mirara mal si dices que buscas amor, ahora los románticos ya no estaba bien vistos, y era razonable, el calentamiento global era más importante, pero Seungmin quería ser tan egoísta...
Quería ser el protagonista de un k drama super rosa en donde el amor fuera protagonista, quería ser luz brillante y no un simple lucero en la inmensa noche, Seungmin tenía un corazón y una mente, y esa mente y corazón solo pensaban fervilmente un nombre que estaba casi incaudable en su memoria: Jeongin.
Lo pensaba noche y día, con sonrisa linda, brillante y tranquila, lo veía, con voz de angel y sorprendente de ver, Seungmin lo veía, en sueños, en subconsciente, lo veía, aunque estuviera con luz tenue, casi transparente, con el fantasma de la melancolía en la mirada, así quería a Jeongin, lo quería, lo quería como se quiere a la luna, un crush, un platonico, y es que aunque no lo parecía, ambos, juntos estaban creando un eclipse, y no era un amor que surgió de la noche, era algo que se iba cociendo con el tiempo, poco a poco, de poquito en poco se le iba metiendo en sus entrañas hasta llegarle al corazón, se entiende cuando se dice que no se enamoraron de primera, lo de ellos fue de poco en poco, latido a latido, sonrisa a sonrisa, surgió solo un mes después de que se conocieron, entendible, no contactaban con nadie, ambos tenían vida solitaria, y sobre todo, ambos se comprendían, Seungmin era dulce y Jeongin más salado, cómo las palomitas.
Jeongin no se quedaba atrás, Jeongin también soñaba con el chico de ojos de cachorro y su voz diciéndole que todo estará bien, soñó tres veces en la semana con Seungmin y lo tranquilizante que era en su vida, Seungmin llegó a calmar lo que tanto le hervía en furia, era un sedante, así mismo se sentía el chico, Seungmin para Jeongin era conectar con la tierra, en el momento más grato de fé, a veces, Jeongin creía que Seungmin llegó a su vida en el momento correcto en dónde se sentía tan ahogado en su propia miseria, casi como un milagro. Seungmin en esa semana, le ayudo a estudiar, el chico era brillante, tenía un cerebro execelente y su memoria era impresionante, así que ayudo a Jeongin y entonces en ese momento, estaba recordando las palabras de Seungmin que el advertía que debía pasar el examen que en ese mismo instante estaba presentando, ya que de lo contrario le patearía el trasero.
Estaba ahí, a nada de dar sus papeles para entrar a la escuela universitaria, las manos le temblaban y estaban a nada de mojar los papeles, solo recibió un mensaje de su madre diciéndole que se cuidara mucho y que estudiará, también le recordó el uso de la careta, el cubrebocas y gel antibacterial, todo para que el chico estuviera sano. Así que ahí estaba, en la fila apunto de pasar a decidir su destino, a punto de ser lo que deparaba el destino para él. En el grupo de sus amigos, todos se desearon suerte porque los tres presentarían examen, no el mismo día, pero si la misma semana el primero que presentó fue Jisung, el según Félix y ahora le tocaba a él. Aún con esa angustia en la garganta, el chico paso a la aula donde el examen se le aplicaría.
— es que de verdad deberías haber estado ahí, había tanta gente que me sentí extraño, pero no importo, dónde me tocó había solo veinte estudiantes todos a más de dos metros de distancia, y el examen, el examen era enorme, 256 preguntas y eso solo de una área, te juro que la cabeza me duele con tantas matemáticas, me sentí agobiado, dios porque se tiene que ganar tan bien en la maldita ingenieria, dioooos odio esto, pero soy tan codicioso que me quejo absurdamente.— Fue lo primero que dijo Jeongin al entrar a la azotea, azotó la puerta y eso hizo que Seungmin se alterará, vio a la puerta y vio a Jeongin entrar con los hombros gachos y un puchero tierno.
— ¿Todo bien?— Jeongin negó, y sin pedirle permiso se aventó a los brazos de Seungmin quien lo recibió con gusto y lo envolvió en un abrazo tierno, le sostuvo nerviosamente la cintura, mejor dicho acomodo sus manos en la espalda del chico y de forma cariñosa le acaricio de arriba a abajo, en un movimiento tierno, para tranquilizarlo, Jeongin enterró la cara en el cuello de su amigo y disfruto del rico olor que desprendía el chico, por lo tanto se tranquilizó con una rapidez enorme que le sorprendió al instante, no entendía cómo era posible que con solo el tacto de Seungmin se tranquilizara.
— hueles muy bien— el susurro cerca del cuello el dió cosquillas así que se rió como un loco, esa risa la siguió el mayor sin preguntar del porque la risa.
— me haces cosquillas innie— Innie se despegó de Seungmin, no del todo, solo lo suficiente para verlo, tenía los brazos en el cuello de Seungmin y la escena era romantica la vieras donde la vieras. Aún así le sonrió un poco y se volvió a acercar al cuello para respirar le de cerca, eso provocó aún más risas en el menor, así que sin quedarse atrás, Seungmin le hizo cosquillas en la cintura a Innie y este también comenzó a reírse, sin dejar de respirar cerca de la piel tan sensible. No fue hasta que ese pensamiento se cruzó en su cabeza, más que nada fue un acto reflejo, nada más que eso, tal vez deseo. Poco de ambas cosas, el chiste es que Innie en vez de seguir dándole aire, decidió acercar los labios y darle un besito, leve, solo como una caricia en la yugular, ahí donde la sangre bombeaba al cerebro, le dió un besito, simple, y luego, al ver que Seungmin se quedaba quieto, le dió otro, poco más prolongado, y luego otro y luego otro poco más, un beso sobre otro y Seungmin lo disfruto con el nerviosismo que le recorrió toda la espina dorsal, el corazón se le exaltó, y su cerebro le pidió como una súplica demasiado necesitada que sostuviera la cintura del chico que tenía en las piernas como un koala, así que lo hizo, le sostuvo fuertemente la cintura y se dedicó a disfrutar cada besito que le iba subiendo lentamente por la yugular.
Fue cuando llegó a la mandíbula que Innie se dió cuenta de lo que hacía, y fue en el mentón que mandó todo a la mierda, miró la expresión de Seungmin, con los ojos cerrados y la respiración acelerada, mientras le tocaba la cintura por encima de la ropa, eran caricias torpes, al igual que los besos que se repartían, pero aún así, sé si tío tan íntimo tan agradable que cuando el suéter se le subió y las manos de Seungmin, frías como siempre estaban, le tocaron la piel en círculos pequeños, fue que Innie se decidió, acercó los labios al costado de la boca de Seungmin, y luego, se separó un poco para soltar el aire que guardo desde hace tiempo en los pulmones, lo soltó frente a la boca de Seungmin y entonces cerró los ojos y se espero, discutiendo consigo mismo si era correcto lo que hacía, pero mientras lo pensaba, Seungmin abrió los ojos y entonces él se decidió, gracias al agarre en la cintura del mayor, lo acercó a él y sin pensar más unió sus labios en un beso casi necesitado, un beso, solo eso, contacto de labios con labios en un ritmo veloz, como si al separarse todo se fuer al carajo, como si al separarse el arrepentimiento vendría y por eso mismo el beso se prolongaba, Innie, fue el primero en pedir permiso para introducirse dentro de la boca de su amigo, quién de inmediato se lo cedió, y así el beso comenzó a ser más íntimo.
Jeongin había besado antes, y besar a un hombre no era diferente a besar a una mujer, así que sabía que hacer, como hacer y donde hacer, le dió una leve mordida al labio de Seungmin quien sin querer soltó un gemidito leve, era sensorial y super entendible, no importaba mucho, Seungmin no había besado antes, ni sabía hacerlo, aún así siguió el beso que Innie llevaba con experiencia.
Y el corazón les explotó, las emociones vibraron, eso se sintió diferente, les dio esperanza les dio fuerza, les dio fe, un beso que devolvía todo, un beso que cambiaba todo, un beso que se sintió en el alma, que era un curita para la herida de sus corazones, ellos nunca habían amado antes y está era la posiblidad de hacerlo. Un beso, todo comenzó con un beso, en 2020, en la azotea de un edificio que era testigo de todo.
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Hubo besoooo carajo, hubo besoooo AHHHHHHHHGHHHGG
ESPERO Y SEA DE SU AGRADO, porque amo, amo escribir esta historia, es muy linda y el final es de mis favoritos, amo sus comentarios de verdad que sí, gracias por comentar, lxs amo mucho, besitos bai.💚
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Rooftop Love (Seungin)
FanfictionSIN EDICIÓN Jeongin es un chico frustrado con la vida. Seungmin solo en un chico que sonríe demasiado. Uno quiere ser cantante, el otro quiere escucharlo toda la vida. Música, bocadillos y una azotea solo para dos, que dices ¿Aceptas?. Una historia...