Saint se encontraba jodidamente nervioso, no quería irse con su abuelo, pero el día había llegado. Se supone que su abuelo esperaba encontrar un chico completamente regenerado y que dejó de ser gay, pero la cosa es que ser gay no es una enfermedad o ser poseído, así que no sucedió nada de eso.
Mejor dicho, ahora era un gay enamorado de un seminarista y además alguien que arrastró a un ser casi angelical al camino del pecado.
Continuaba poniéndose rojo cuando recordaba lo arriesgado que fue tener sexo con un hombre devoto a Dios, pero ¡Que hombre! No se equivoco, definitivamente no lo hizo.
Zee era el hombre de sus sueños; Bueno, amable, cariñoso, apasionado, sexy y cuidaba de él.
Joder… se sentía flotando en las nubes. ¿Qué pasaría con él ahora?
Tenía la maleta lista. Pero no quería separarse de Zee Pruk.
—Saint— la voz de su abuelo casi lo hace entrar en pánico.
Joss entro junto a su abuelo a su habitación y él falsamente lo abrazó sin sentir alguna especie de alegría de verlo.
—Tu abuelo desea tomar misa antes de irse ¿Estarás bien con eso?
—Seguro— aceptó con la única convicción de que podría ver a Zee en ese lugar.
La misa transcurrió con normalidad, Saint no apartaba sus ojos de Zee y aunque el pelinegro era bueno esquivándolo, él se sentía seguro de poder inquietarlo.
Aprovechó que Zee recibió las ordenes del padre Joss para guardar todo, en un pequeño cuarto donde guardaban los instrumentos usados en la comunión, Zee estaba ordenando las cosas cuidadosamente y él entró cerrando la puerta con seguro.
—Zee… mi abuelo ha venido por mí.
—¿Qué haces aquí? Sal ahora.
—¿En serio dejarás que me lleve?
—Saint… Yo… estoy muy confundido. Dios me castigará y no sé de qué manera. No tengo ni siquiera el derecho de seguir en este seminario.
—Entonces vámonos, hay que huir juntos.
—¿Qué?
—Estoy enamorado de ti. No tengo dudas de eso.
—Escucha…
—Dijiste que dejara de pensar sólo en mis deseos carnales. Bien, cuando estoy contigo puedo tener todo. Me siento enamorado y podría vivir sin tener sexo contigo, estaría bien solo con tenerte cerca.
—Yo…— Saint no le dio tempo de hablar, lo agarro de su túnica para besarlo, fue un beso fugaz pero lo suficientemente húmedo como para relamerse los labios al separarse.
—Te veo en el lugar donde vimos las estrellas, llega pronto— dijo y salió de ahí, su abuelo le ordenó que fuera por su maleta hasta la habitación y se despidió de su tío besando su mano.
Corrió hasta su dormitorio y claro que tomó su maleta, pero no regresó a donde su abuelo lo estaba esperando. Recorrió el camino hasta ese lugar secreto donde se reunía con Zee para ver las estrellas durante las noches.
La parte difícil fue pasar la maleta sobre la barda, pero alguien ya estaba ahí para ayudarlo.
Saint sonrió y se sintió enloquecer cuando vio a Zee vistiendo camisa blanca y pantalónes negros, ya no traía esa túnica consigo, no más. Sonrió y se dejó ayudar por los brazos del pelinegro.
—¿Qué se supone que haremos?— cuestionó Zee.
—Huir, Estar juntos a partir de hoy.
—Será un problema—Zee lucía preocupado.
—Lo solucionaremos. He traído el dinero que había en la capilla.
—¡¿Robaste?! No puedes hacer eso, el robo es un pecado terrible.
Saint sonrió y beso los labios de su ahora novio para después morderle la oreja—. ¿No crees que hemos pecado mucho más que esto? Pregunto y Zee se puso rojo.
—Te amo Saint.- respondió Zee aún co su rostro de color rojizo.
—Pensé que no lo dirías— dijo Saint uniendo sus frentes y luego se tomaron de las manos para caminar sin ningún rumbo claro, lo único claro es que se enamoraron de la manera más extraña y pecaminosa que pudieran haberlo hecho. . . . . .
Fin ❤️💙
Espero que le haya gustado, me disculpo por tardar tanto en actualizar...
Xoxo💖
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