Un favor.

16 0 0
                                    


Danielle miraba a Amaia con intensidad, la chica comía su filete con violencia, metiéndose grandes trozos en la boca y masticándolos con saña, como si esos pobres trozos de carne hubieran hecho algún mal.

Estaba claro de dónde venía el mal humor de su amiga, la gran pregunta era por qué. Los ojos de la castaña se dirigieron entonces al otro pico de la mesa, donde Luc fingía seguir la conversación de sus compañeros de curso, removía algo en su plato con apariencia desganada, Danielle suspiró.

—Danielle, para ya — dijo Amaia tras escuchar el suspiro.

—¿Pero qué he hecho yo ahora? Desde luego vaya humos...

—Tus pensamientos me molestan y no puedo disfrutar de mi comida.

—¿Ahora eres legeremante? Disfrutar de la comida dice — Danielle rodó los ojos con hastió —, parece que estas comiéndotela a punta de varita.

—¿Por qué no puedes dejar el tema y punto? — preguntó Amaia apuñalando un trozo de filete con el tenedor.

—¿Por qué no lo arreglas con tu amigo y dejas de amargarle la vida a los demás? — rebatió Danielle.

—¿Por qué no vas a darle el por culo a él?

—¿Tienes que usar esa expresión tan sumamente horrenda? — dijo Danielle arrugando la nariz.

—Ah, claro — se auto-respondió la chica —. Te mandaría a freír espárragos más rápido que esto — dijo con un chasquido de dedos.

—Bueno. ¿Ya está, no? — Zanjó Elise cerrando de golpe el libro que había estado hojeando.

—Díselo a tu prima, le encanta meter las narices donde no la llaman.

—Que desagradable eres cuando te pones así — se quejó Elise con cansancio.

—Gracias — dijo Danielle cruzándose de brazos con una sonrisilla triunfal.

—¿Esto es una encerrona o qué? — bufó Amaia molesta.

—Estos son dos amigas preocupadas — Intentó razonar Elise —, llevas sin hablar con Luc dos semanas y media.

—¿Y? — preguntó Amaia de forma agresiva empujando el plato ahora vacío sobre la mesa.

—Y — dijo Danielle alargando la letra mientras se levantaba un poco para alcanzar un trozo de tarta de queso —, que estas de un humor de perros ¿Por qué no intentáis arreglarlo?

—¿Y por qué no manda Elise a la mierda a Padgett?, ¿por qué has consentido estar tú en deuda con Roux cuando podrías haberme pedido el favor a mí?, ¿y por qué llevo comiendo dos putas semanas con libros sobre fuentes al lado de mi plato? — soltó la chica de malas maneras agarrando una manzana del frutero en el centro de mesa, a diferencia de Danielle, solo tuvo que estirar el brazo.

—¡Ya te pedí perdón por eso! Lo hice sin pensar Amaia ¿Qué iba a saber yo que tiene una especie de mercado de favores? — dijo Danielle con voz chillona.

—¿Desde cuándo te molestan mis libros? — Contra-argumentó Elise a la vez.

—Tus libros me molestan cuando estas al borde de un matrimonio mágico arreglado y tu llevas dos semanas leyendo sobre putas fuentes con poderes ¡Y encima lo tienes como una maldita mascota! — Amaia golpeó la mesa con un puño, haciendo temblar los vasos que repiquetearon con un sonido metálico.

—¿Estás buscando una solución tú acaso? — respondió Elise molesta.

—Que lo has adoptado como a una rata pelirroja y no es una rata, es un tío con el que como no andes lista vas a pasar el resto de tu vida.

El juego de BeauxbatonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora