Un par de ases en cada manga.

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Danielle estaba muy concentrada sobre el dibujo de claroscuro que le habían encargado para su clase de arte, no terminada de convencerle el uso de la luz sobre el tutu de la bailarina, y eso la tenía frustrada. Era justo medio día, la biblioteca ya se estaba vaciando de alumnos que se levantaban e iban contentos a comer. Menos ella, la luz que entraba por la claraboya era perfecta a esa hora del día, no había sombras que pudieran crear ilusiones erróneas.

Se mordió la lengua mientras difuminaba con cuidado una de las esquinas. Había soltado el carboncillo para cambiar la perspectiva, cuando una presión en el hombro la sobresaltó de tal manera que dejo caer el dibujo con un grito, el cual  planeó hasta el suelo.

Danielle mantuvo las manos sobre el pecho y cerró los ojos con fuerza, una risa cantarina pasó al lado de su cabeza. Anne se agachó a recoger el trabajo y lo miró apreciativa.

—¡Cuidado con los dedos! No los vayas a dejar marcados. —La avisó Danielle con una nota de temor en la voz, llevaba horas haciendo aquella lámina, estaba casi terminada. Anne la aguantó con delicadeza por las esquinas y silbó.

—Cuanto talento.

—¡Casi me matas del susto! — exclamó Danielle al notar que su corazón volvía a adquirir un ritmo normal.

—Ha sido muy gracioso, deberías haberte visto la cara. — dijo tomando asiento frente a Danielle y dejando el dibujo en la mesa.

—¿Qué haces aquí? Es la hora de comer — Apunto la castaña recolocándose un mechón de pelo detrás de la oreja.

—Te buscaba — Anne se encogió de hombros —. Beaufort me ha dicho que estabas por aquí —Danielle tuvo que poner una cara extraña porque añadió —, si, a mí también me extraño que me lo dijera de tan buena gana. Parecía distraída, pero no seré yo la que se queje.

—Si ya, esta mañana tenía la cabeza en las nubes — coincidió Danielle con un suspiro—. En fin, para que me buscabas.

—Tú y yo tenemos un trato ¿Te acuerdas?

—Como para olvidarlo — masculló Danielle metiendo la lámina con cuidado en su carpeta de trabajo.

—Pues bien, ya es hora de que empiece tu papel. El partido contra Ombrelune es dentro de una semana.

—Sigo pensando que soy muy mala aliada — Danielle clavó sus ojos castaños en los amarillentos de su interlocutora, los ojos de Anne la ponían nerviosa, así que apartó la mirada intentando aparentar normalidad — ¿Qué es lo que quieres que haga?

—Algo súper fácil, de verdad, es pan comido — dijo sin quitarle los ojos de encima —. Quiero que dibujes la escoba de Padget, con el mayor detalle posible, y a color si puede ser.

Danielle frunció el ceño confusa.

—No entiendo en que te puede ayudar eso.

—Me ayudará, confía en mí — contestó con una pequeña sonrisa. Danielle no creía que confiar en Anne Roux fuese una idea del todo cuerda, pero ya no podía echarse atrás, lo había prometido, y ella cumplía sus promesas.

—Tendré que colarme en el cuarto de los chicos de séptimo.

—No creo que tengas ningún problema con eso, pídeselo a tu amigo Travers. — dijo con una sonrisilla.

—No voy a meter a Luc en esto... — Comenzó a decir, pero se calló al ver como la sonrisa de Anne se ensanchaba — Un momento, ¿Has metido a Luc en tu idea...Loca de sacar a Padget del equipo? — preguntó con voz chillona, no se lo podía creer ¡A Luc! No había nadie más comedido y calculador en todo el colegio que él, ¿Cómo se habría dejado convencer?

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⏰ Última actualización: May 25, 2023 ⏰

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