Hoy fue un momento en el que sentí la necesidad de leer lo que había escrito los primeros días y creo que absolutamente nada se compara con todo lo que pasó hoy, creo que eso terminó de quebrar absolutamente todo lo que había entre nosotros.
—En un rato salimos con nuestros amigos, ¿te unís o te vas a quedar aburrido estudiando para lo que sea que tengas que estudiar?— Me senté frente a él que parecía estar estresado, mientras que yo estuve todo el día de buen humor, de tal manera que, había aceptado salir a bailar con mis amigos y convencer a Julián de ir también.
—Me sorprende que me estés tratando de estudioso aburrido justo vos, Evaluna Herrera.— Julián ni siquiera me miró, se encontraba de la mesa rodeada de apuntes, un lápiz de escribir y un resaltador amarillo, yo solté una risita ante su respuesta.
—No entiendo como podés estudiar solamente con un lápiz y un resaltador amarillo. Tus apuntes son feos y nunca llamaron mi atención... ¿Además, como se supone que te vas a acordar lo que dice si resaltás todo en amarillo?, ¿cómo diferencias las ideas principales, secundarias, ejemplos y definiciones?— El tono de mi voz reflejaba pura incredulidad, nunca había entendido en lo más mínimo como podía hacer esa gente para estudiar así, pero eso no es lo que debería estar escribiendo, siempre trato de divagar lo menos que puedo, se supone que estas notas me tendrían que ayudar en un futuro, ¿no?
—Yo me pregunto lo mismo de vos y tus quinientos resaltadores, Evaluna, así que estamos a mano.— Así como mi tono de voz estaba cargado de incredulidad, el suyo estaba lleno de hartazgo, no sé si de mí, de estudiar, o de la vida... Yo creo que de las tres.
—Touche.— La verdad es que él ahí tenía un punto, pero para aclarar yo no uso quinientos resaltadores al estudiar, simplemente marco con distintos colores las diferentes cosas, como la gente de bien, y lo aclaro acá porque siempre se me ocurren respuestas geniales después de que las cosas pasan, me llena de bronca eso siempre.— ¿entonces vas a venir o no vas a venir?— Necesitaba una respuesta para darle a nuestros amigos, además necesitaba otra para saber si tenía que pedir un taxi o tendría la suerte de tener chofer privado.
— Sí, te digo que si voy a ir, ¿Me dejas aunque sea terminar de leer este párrafo?— Con esa respuesta me confirmó que era yo la culpable de su suspiro de hartazgo.
—Solo quería que dijeras que sí para que me lleves, ahora me voy a maquillar.— Me levanté del sillón con rapidez, estaba aburrida y él parecía muy comprometido con lo que estaba haciendo, cosa que me es muy raro aún ahora porque siempre vi a Julián como una persona muy relajada y muy poco comprometida con sus responsabilidades, es decir, su trabajo y la carrera... Aunque sabía que todo ese mundo le apasionaba, creo que todo en base a él es un misterio porque al leer días anteriores noté que ciertas veces me contradigo con lo que a él respecta.
—¿Pensás que soy tu chofer? No hace falta que te maquilles...— Ahí empezaba con sus halagos a los que no sabía cómo iba a responder y que tampoco los quería porque me nos íbamos a enredar más de lo que estábamos.— porque no hace ninguna diferencia.— Terminó la frase de modo burlón y al no tener nada a mano para tirarle, simplemente le saqué el dedo del medio, siempre un paso adelante de mí, pero algún día, algún día, me las voy a cobrar todas juntas y voy a quedar como el emoji con los lentes de sol.
Nuestra relación siempre fue así, un sin fin de bromas y peleas tontas, fingidas, había amor y seriedad cuando era necesario, además de novios éramos mejores amigos y por eso me fui enganchando en nuestra historia hasta que fuimos solo uno y hacíamos todo en sincronización por eso, no me sorprende si a él su mentira también le atravesó hasta el alma como a mí, por eso no podía culparlo más de lo que lo hacía, no podía odiarlo y tampoco alejarme. Vine estos 30 días a casa de Julián para aclarar mi confusión, pero la verdad es que estoy terminando más y más enroscada.
![](https://img.wattpad.com/cover/300831644-288-k436701.jpg)
ESTÁS LEYENDO
30 días para recuperar(ME).
Ficção AdolescenteJulián Ortega y Evaluna Herrera, dos personas separadas por la falta de comunicación, de confianza, de tiempo, de un factor desencadenante pero nunca por falta de amor. ¿El factor desencadenante? Una mentira.