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━━━━ CHAPTER TWENTY-TWO ━━━━ ❝NUEVO INTEGRANTE❞
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Eran las tres de la madrugada, la noche era fría y Elijah Mikaelson estaba recibiendo la llamada de su vida. Su hijo estaba por nacer. No dudo ni un minuto en ponerse la ropa cuando estaba por salir al hospital. En el camino se encontró a su hermana, Freya, quién ya estaba lista para acompañarlo.
Klaus estaba con Lily, Kol con Sirius y Rebekah con Remus, Freya les marco a todos para avisarles sobre la nueva noticia, lo que daría a que los verían en el hospital. Pudieron tomar un trasladador que los llevaría justo al lugar donde nacería el hijo del Mikaelson mayor. Este fue dado por Andrómeda: la hermana de Destiny.
Al llegar al lugar se encontró con la antes mencionada junto a su esposo, al verlos se pusieron de pie.
—¡Llegaste, ella está ahí, vamos! —la mujer lo empujó obligándolo a entrar.
Elijah no tenía que tener una buena audición para escuchar los gritos de Destiny, la chica lo estaba maldiciendo. Hizo una mueca cuando entro y se encontró a la chica respirando agitadamente.
—¡Tú! —apunto a Elijah—. ¡Eres el culpable de esto!
Comenzó a llorar y Elijah tomó su mano de inmediato, está la apretó pero no causo tanto dolor en el.
—Estoy aquí, cariño —le susurró al odio—. Tu puedes hacerlo.
Destiny soltó otro grito mientras pujaba y apretaba la mano de Elijah, nunca había experimentado un dolor así de grande. Pujo una vez más y cuando pensó en darse por vencida escuchó la súplica de Elijah y los medimagos.
Entonces con las pocas fuerzas que le quedaban dio un último esfuerzo y escucho el llorar de un bebé. Elijah sintió que sus piernas flaqueaban y miro a Destiny quién se encontraba llorando.
—Señorita Black... —el medimago se acercó a ella con una sonrisa en su rostro—. Su hijo.
En la manta venía envuelto el niño más hermoso que había visto la pareja, no tenía pelo pero pudieron ver qué sus ojos eran de color café al igual que los de Elijah y que también pareció calmarse al sentir la cercanía de sus padres.
