— Te pasaste de verga, Iván. Casi me arrancas la cabeza. — Alfredo sobo su cabeza.
— Ya, ya. No seas chillón. Que mejores putazos te has puesto. — salió del baño con algo entre sus manos.
— ¿Y mi cepillo?. — le gritó su hermano desde baño.
— Aah, lo tiré. — dijo sin importancia.
— ¡¿Por qué?!.
— Porque es mi casa, wey. No quiero pertenencias de nadie, cuando nadie se está quedando.
— Pero si lo acabo de usar ayer. — dijo exaltado.
— ¿Ah sí?. — lo miró y su hermano asintió — Ni pedo. Sorry.
— Cabrón.
— Ahí abajo en la puertita, hay más.
— Ihi iy mis. — lo arremedó — Me cae que, con los años te pones más raro.
Su hermano le dio el avión, pues él ya había obtenido lo que quería. Sólo faltaba esperar un poco.
— Luego me lo agradecerás, Chuyito. — se susurró Iván a sí mismo.
ELENA
Terminé de acomodarme el vestido que traía puesto, era algo sencillo pero bonito y fresco. A parte que no quería usar nada ajustado para poder andar detrás de Leo, y sin contar que hacía bastantito calor.
— Te ves guapísimo, amor. — le pasé el peine por sus rizos — Sólo deja guardar esta ropa, para no tardarnos a la hora de irnos.
Doble las prendas que nos habíamos quitado antes de meter a bañarnos. También algunas cosas de higiene personal o similar, asegurándome que no dejaría nada aquí.
Escuché que Leo empezó a dar pasitos y cuando volteé vi que ya estaba cruzando la puerta.
— No, Leo. Ven para acá. — me preocupaba que se acercara a las escaleras — Leo. — lo llamé.
Rápido me puse de pie para ir tras él, pero un poco antes de llegar a la puerta vi que cayó al suelo sentado.
— Pa' arriba campeón.
Cuando me asomé al pasillo, la imagen de Alfredo tomando la mano a Leo ayudándolo a caminar se instaló en mi mente.
Me estaba empezando a gustar más de lo que me quisiera admitir.
— Leo. No andes incomodando a los demás, hijo. — dije haciendo llamar la atención de Alfredo.
— Ele... Ouh. — me puse nerviosa al notar como me miraba de arriba abajo — T...Te ves... ¡Wow!.
— Gracias. — sonreí con pena — Tú también, te ves... Bien. — seguro pareces tonta.
Alfredo sólo sonrió de lado aun tomando la mano de Leo.
Creo que me va a costar más de lo que pensé.
ALFREDO
— Por qué tan tarde, amá. — le preguntó Iván, después de saludarla.
— Ay, mijo. Pues es que tu tía ya sabes que se queda hacer rancho. — ahora yo la saludé — Por eso no me pude venir desde ayer.
— Pues la hubiera invitado. Que tiene.
— Ay, no. — negó — ¿Y que se ponga otra huarapeta como el año pasado?. No, no, no.

ESTÁS LEYENDO
¡Ups! - JAGS
ChickLitEspero y sea de su agrado HISTORIA CORTA 🔜 Abril 12, 2023 🔚 Abril 23, 2023 (TODO es totalmente FICTICIO)