— Vicente. Tienes que ayudarme. — dije colocándome a un lado de él.
— Primero que nada. Buenas noches. — se acomodó la bata que traía puesta.
— ¿Te acabas de levantar?.
— Es que agarré after estos dos días. Estoy viviendo mi vida de soltero otra vez. — dijo tallándose los ojos.
— Bueno, eso no me importa. — me miró mal, pero no me importó — Necesito que me ayudes a investigar dónde vive Elena y Leo.
— Pues en Jalisco, ¿No?. Más preciso en Guadalajara.
— Sí, eso ya lo sé. Lo que quiero es que me consigas su dirección.
— ¿Y cómo voy a saber eso?, Si tú eres el que anda tras ella yo no.
— Pero tú tienes el contacto de Cristina, y Cristina es su amiga. — expliqué.
— ¿A poco si te movió el tapete?.
— Vicente. — exclamé — ¿Me vas ayudar, o no?.
— Ya, ya. Está bien... Deja le mando mensaje a Cristy y yo le preguntó. — dijo tranquilo.
Me le quedé viendo cuando se volvió acomodar en el camastro.
— ¡Pero ya, Vicente!. Entiende que es muy importante. — empecé a moverlo.
— Pérate, we... Ando crudo.
Luego de esperarlo más de media hora a que terminara de hablar con Cristina, finalmente consiguió lo que yo buscaba.
Me fui de su casa casi de inmediato, obviamente no sin antes de darle las gracias.
Si todo esto, resultaba a mi favor. De dónde carajos conocía a Elena, porque estoy seguro que de haber estado con ella, jamás hubiera olvidado tocar ese cuerpecito y mucho menos la hubiera dejado ir.
Sonreí al acordarme del niño.
— Leo es mi plebe. Es mi heredero.
...
— Es aquí, patrón. — me dijo Yepe.
— ¿Seguro?.
— Sí. Es la quinientos doce. Ahí está el súper en la esquina.
Nos encontrábamos dentro de un coche prestado, pero lo que me apuraba era que no estaba blindado y no traíamos en armamento suficiente por si se nos atravesaba algo. Realmente era muy arriesgado esto, pero se trata de mi familia, y por ella, lo que sea.
Suspiré acomodándome la gorra y los lentes.
— Échame la bendición, Yepe. — seguí sin quitar la vista de la casa.
— Ánimo, patrón. Verá cómo se acomodan las cosas.
— Eso espe... — me callé cuando vi que un coche se estacionó afuera de la casa. Más precisamente, un taxi.
Me sorprendió ver como se bajó con gran facilidad cargando al niño y una bolsa.
— Gracias. — muy apenas la pude escuchar.
El taxi tomó de nuevo rumbo, y ella empezó a buscar algo en su bolsa mientras se acercaba a la puerta.
A los pocos segundos entró, y fue ahí cuando me armé de valor.
— Diría Iván. Protégeme señor, con tu espíritu.
Toqué tres veces la puerta, no esperé más de diez segundos en que me abriera la puerta. Y ella estaba ahí, con una sonrisa que luego cambió cuando me vio.
Lo único que hice fue quitarme los lentes, pues la verdad las palabras no me salían.
— Hola... ¿Alfredo?. — parecía confundida.
— E... Elena. — carraspeé mi garganta — Buenas noches.
— Buenas noches... ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo sabes dónde vivo?. — tocó su frente negando — Perdón, que grosera. Pasa, adelante.
— Gr... Gracias. — empecé avanzar hacia adentro con cautela, sentía mi corazón palpitar rápido.
Hubo un momento en el que Leo volteó hacia donde estaba yo, y lanzó un chillido acompañado de una risa, mientras aplaudía.
Qué es esto, que estoy sintiendo.
— ¿Cómo... Sabes dónde vivo?. — preguntó curiosa.
— Lo investigué. — confesé — Necesitaba verte.
Asintió algo extrañada. — Entiendo. — suspiró — Y... ¿Qué era lo que necesitas?.
Me di el atrevimiento de acercarme a ella y tomar su mano. Pareció sorprenderse por el gesto, pero al final puso una sonrisa tímida.
— Elena... Necesito que seas cien por ciento honesta conmigo.
— Sí... Claro... Dime. ¿En que te puedo ayudar?.
Volteé a ver a Leo, que estaba gateando alrededor del tapete de figuras. Para después verla a ella a los ojos.
— Necesito que me cuentes cómo conociste al papá de Leo... Y por qué los resultados dicen que yo soy su padre biológico.

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¡Ups! - JAGS
ChickLitEspero y sea de su agrado HISTORIA CORTA 🔜 Abril 12, 2023 🔚 Abril 23, 2023 (TODO es totalmente FICTICIO)