— Y mi papi dice que yo soy el principe, mi hermanita la princesa, y mi mami la reina. — le explicó el pequeño de tres años, a su tío Iván mientras lo tenía sentado en una de sus piernas.
— Y el Alfredo es el sapo. — dijo Ovidio riendo, mientras comía de su pastel.
Su hermano rodó los ojos y le empujo el plato de pastel que traía en las manos, haciendo que este lo manchara del rostro.
— Baboso.
— Hijo de la... — se cayó al escuchar a sus sobrinos e hija reír.
— Amor. — llegó Elena llamando la atención de Alfredo — ¿Me puedes ayudar a repartir los dulces por favor?.
— Claro que sí, mi vida. — dijo antes de irse detrás de su mujer.
La familia Guzmán Zúñiga se encontraban celebrando el primer año de vida de su segunda hija. Era de esperar que se lo festejarían en grande, como a los Guzmán les gustaba.
La fiesta infantil ya estaba llegando a su término. Pero en sí la fiesta aún no acababa. Obviamente los adultos más tarde se apoderarían del lugar y la música, de hecho ya habían mandado a traer alcohol.
— Ta' madre. Están rebuenos estos juguitos. — dijo Iván mientras bebía de dos popotitos que traía cada caja de jugo.
— 'Eda. — confirmó su hermano — La Gris se los trajo del otro lado.
— Le voy a encargar unos. Sirve que también le pido de estos cheetos rojos.
— Pero aquí si venden de esos.
— Si, pero saben diferente.
— Io, io. — lo llamó su sobrino Leo, que venía en compañía de su primito Archivaldo.
— Eeeuh. — dijo sin casi prestarles atención.
— ¿Nos dash?. — le preguntó Archivaldo.
— No. Tiene chile y pica. — empezó hacer un sonido exagerado con su boca.
— No seas culo, we. — le dijo Joaquín.
— A nosotros nos gustan mucho de esos.
— Y no nos pican.
— Noo. Me van a regañar.
— Si nos das. No le decimos a mi papi que te encerraste en el baño con July. — dijo Leo inocente.
Iván y Joaquín abrieron los ojos sorprendidos.
— Condenado chamaco. ¿Quién te dijo eso?. — preguntó enojado.
Joaquín sólo se reía de como su sobrino chantajeaba a su hermano.
— Te vimos. — respondió Archivaldo.
Aun trabado del coraje. No le quedó de otra más que darle sus sabritas. Sabía que si se enteraba su hermano, se iba a meter en problemas con él.
— Grashias, io. Eres el mejor.
— Te queremosh.
— Ti quirimish. — los arremedó — Cabrones.
— Ay, en el fondo si lo hacen. — trató de consolar a su hermano.
— Hijos de la... Si siguen así, pronto nos quitarán el negocio. — habló Iván con nostalgia.
— Eyy. Son los que siguen... Pero todavía faltan unos cuantos años. No hay pex.
— Cada vez me siento más viejo... Pero como dicen por ahí. Entre más viejo, más bueno.
— Ya no hayas ni como defenderte, 'eda.
— Es la verdad... Y la queso.
...
— Y llegaste tú... Cómo primavera, en el frío invierno a mi corazón.
Las parejas bailaban al ritmo del Recodo, y entre ellas se encontraban Elena y Alfredo.
— Y hoy quiero confesarte, que solo tuyo es mi corazón. — Alfredo le cantaba a Elena al oído.
Cuando acabó la canción, ambos se fueron a sentar en la mesa donde estaban sus hermanos y cuñados bebiendo.
— Ay, señor. — dijo suspirando.
— Mucho baile, mucho baile. — habló Ovidio.
— Yo ya soy un experto en esto. — dijo Alfredo.
— Pero es cansado. — Elena bebió de su trago.
— Guarden energía para la boda. — dijo Ale.
— Un mes más, y allá andaremos.
— Primero Dios, y así va a ser. — abrazó a su mujer, mientras la veía sonriendo.
— No seré padrino de boda, pero de los chamacos que tal. — Iván pegó un grito ranchero — ¡Ay nomás, chayan!.
— Ni te sientas tanto. Que yo iba a ser el padrino, nomás que no pude porque no tengo la confirmación. — le dijo Ovidio.
— Envidiosa. Siempre queriendo opacar.
Antes de que sus hermanos comenzaran una discusión, Alfredo se llevó a un lugar más privado a Elena.
— ¿Qué tienes?. — le preguntó al escucharlo suspirar.
— Nada. Sólo estoy agradeciendo. — dijo aún mirando el cielo.
— Agradeciendo... ¿Qué?.
— Tenerlos en mi vida.
Elena no pudo evitar sonreír y abrazarlo.
— Crees que si no me hubiera embarazado, ¿Esto estaría pasando?.
— Honestamente, no lo sé. Pero te juro que tengo miedo de algún día despertar, y que nada de esto sea real.
— Eso no va a pasar.
— Lo sé... — suspiró — Te amo, mi vida. Los amos a los tres.
— Y nosotros a ti, amor.

ESTÁS LEYENDO
¡Ups! - JAGS
ChickLitEspero y sea de su agrado HISTORIA CORTA 🔜 Abril 12, 2023 🔚 Abril 23, 2023 (TODO es totalmente FICTICIO)