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Su camisa fue casi arrancada de su torso, inútilmente trataba de defenderse, pero al estar bajo el efecto de esa droga, no podía hacer mucho, todo le daba vueltas, pero estaba consiente de lo que iba a pasar, tenía que evitarlo, cómo sea.

- Quédate quieto, bonito no quiero ser agresivo hoy – ordenó sosteniendo sus manos, se agachó para besar su cuello,. Jungkook se removía, trato de patearlo, pero no pudo, se movía de un lado a otro, el mayor le dio una bofetada girando si rostro.

- Mierd* te dije que te quedes quieto, mira lo que me haces hacer, acaso no entiendes que te quiero solo para mí, ese tipo con el que sales no puede ofrecerte nada, yo si, solo acéptame –
Procedió a quitarle el pantalón, ya no tenía mucha fuerza, tenía miedo, pero no podía hacer nada estando drogado, él haría lo que quisiera con su cuerpo toda la noche, y solo tal vez, podría salir de ese lugar en pie para poder denunciar, pero no estaba seguro.

Aún así quiso tratar por última vez, grito, grito con todas sus fuerzas, forcejeando lo que más se le permitía, al menos así no sentiría tanta culpa de no luchar hasta el final.

.

Subió al ascensor tocando el botón al piso de Jungkook, lo pensó, en serio lo hizo, ya no era joven como para dudar de sus decisiones, le gustaba Jungkook, así que iba a dejar que esos sentimientos florecieran, darse otra oportunidad de ser feliz con alguien que también sintiera lo mismo, no iba a dejar ir esa oportunidad.

Al llegar prácticamente salió corriendo del ascensor, tocó el timbre, al no tener una respuesta breve empezó a golpear la puerta, con algo de desesperación, llamando el nombre del azabache, le pareció extraño que no atendiera, alzó la mano para golpear de nuevo cuando escucho lo que creyó eran gritos.

- Jungkook, estás ahí, estás bien – dijo tratando de abrir la puerta, sin tener resultado, busco en su billetera una de sus tarjetas, eso tenía que funcionar, maniobro un poco hasta que la puerta se abrió, curado la tarjeta y entonces pudo escucho con claridad los gritos, venían de la habitación.

Fue, lo que sintió fue inexplicable, algo que nunca antes había sentido, ni siquiera con la que fue su esposa, algo nuevo, pero fuerte, ver cómo el tipo sometía al azabache que estaba desnudo por completo, atado las manos sobre su cabeza, con el tipo entre sus piernas, aún no había hecho nada, pero sus intenciones estaban más que claras.

No supo siquiera de dónde saco fuerza para tomarlo de los hombros y tirarlo al piso, tenía cuarenta, así que no entraba en el límite de tercera edad, sentía que le hervía la sangre, pero por más furioso que estuviera, no lo golpeó, pero se moría por hacerlo.

Pero no, no le gustaba la violencia, lo arrastró hasta el baño y lo encerró ahí, por supuesto que no iba a dejar que se vaya así sin más, llamo a la policía, aunque sabía que no iría a la cárcel, al menos podría conseguir una orden de alejamiento y una cantidad razonable por daños, tendría que llamar a su abogado.

Fue con Jungkook jalando la sábana para cubrirlo, le soltó las manos frotando sus muñecas al ver las marcas de la corbata, él temblaba, sus ojos llorosos se enfocaron en él y se rompió, Taehyung lo abrazo contra su pecho, ni siquiera se había quitado los zapatos para subirse a la cama, pero eso no era importante en ese momento.

- Ya, ya se acabó, respira – trato de calmarlo, frotaba sus espalda y un brazo, sintiéndolo temblar, las ganas de matar al tipo aún no se iban, seguían ahí, pero estaba tratando de drenar esa ira, ya vendrían los oficiales y se encargarían.

- Te hizo algo, él tal vez .. – tenía miedo preguntar, claro que cuando llegó parecía que aún no hacía nada, pero no estaba seguro, tuvo tiempo suficiente para hacer algo, pero Jungkook negó, se aparto un poco para limpiarse el rostro, exhalando.

Let go of the past Donde viven las historias. Descúbrelo ahora