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Acostó a Daehyun en su cama, después llevo a Sheisan a su lugar para que descansará también, habían jugado toda la tarde, tal vez necesitaba un baño, pero él no iba a hacerlo, sus hijos tenían esas responsabilidades, volvió a la sala donde estaba Jungkook hablando por teléfono, Yeonjun había ido a su habitación, porque habían quedado en que le dirían esa noche, mientras más rápido mejor.

Lo abrazo por detrás entrelazando las manos sobre sus abdomen, apoyo la barbilla en su hombro, el azabache lo miro de reojo, respondiendo a quien sea que llamo, empezó a dejar castos besos en su cuello, haciendo a Jungkook reír bajito.

Cuando al fin terminó la llamada guardo su teléfono y giro en sus brazos, sosteniéndolo la mirada antes de acercarse a sus labios rozándolos muy apenas, no sabía cómo empezar, primero iba a hacer que se relaje un poco, tomarlo desprevenido.

- Bésame, no juegues así conmigo – reclamo con voz grave, Jungkook sonrió ladeando la cabeza, aún sin besarlo acariciando su nuca.

- Es divertido verte así, te ves sexy con el ceño arrugado, ansioso por mis labios, debería – susurro, él apretó su cintura, lo de la mañana lo había dejado algo inquieto, queriendo más de su novio, pero se controlaba tanto como podía.

- Tú me has vuelto adicto a tus labios, siempre quiero besarlos, saborearlos, morderlos, son tan suaves y dulces, son seductores – murmuró besando su mandíbula, mordiendo apenas, Jungkook rió bajito, bajo las manos a sus hombros y lo alejo de un empujón, viendo el desconcierto en sus ojos, presionó para que retrocediera hasta el sofá que estaba detrás, haciendo que se sentara, subiendo a su regazo, sostuvo su nuca con ambas manos viéndolo fijamente.

- Créeme, también me he vuelto adicto a ti – declaró antes de besarlo de manera un poco intensa, sintiendo como sus manos bajaban a su trasero, apretando a su gusto, sacándole un jadeo, empujándolo más a él para que sintiera su bulto en su pantalón.

- Ah, me estás volviendo loco.

Los besos continuaron, cada vez más lujuriosos, Taehyung lo mecía sobre su entrepierna, dolía, pero sus hijos estaban arriba, aún así no quería parar, le había desabotonado algunos botones para poder tener acceso a sus pezones, dejando algunas marcas en su piel lechosa.

Estaba dejándose llevar por el placer, pero la imagen del pelirrojo aparecía en su mente recordándole el propósito de su coquetería seductiva, y aunque se sentía tan bien, no iba a defraudar al menor, empezó a mover más sus caderas escuchando al castaño gemir ronco, apretando sus glúteos.

- Tae, puedo preguntar algo – susurro en su oído, solo escuchando un sonido gutural que le erizo la piel, miraba de vez en cuando hacia las gradas en caso de que alguno de los menores decidiera bajar.

- Que piensas sobre Yeonjun saliendo con alguien – todo se detuvo de repente, los besos, las manos en sus glúteos también, solo sentía su respiración chocando en uno de sus pezones, pero él seguía acariciando su cabello y nuca.

- No lo sé, no he pensado en eso, por mi, me gustaría que jamás se enamore, pero no puedo encerrarlo ni prohibirle nada, yo lo tuve cuando tenía prácticamente su edad, solo debo aconsejarlo para que no comer errores, pero me gustaría que conozca a una persona que lo ame tanto o más que yo – respondió volviendo a besar su piel, subiendo por sus clavículas su cuello dónde dejo algunas marcas.

- Y si te dijera que creo que está viéndose con un chico, te enojaras con él – intento, Taehyung entonces se alejo un poco para verlo con el ceño fruncido, sosteniendo su cintura firmemente, viendo en sus ojos la respuesta que quería, él sospechaba algo desde antes de conocer a Jungkook, pero como su hijo no le decía nada, pero ahora esto.

Let go of the past Donde viven las historias. Descúbrelo ahora