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Jimin entro al lugar, las luces de colores neón, música no tan alta, los chicos y chicas que bailan a sobre los diferentes escenarios, en jaulas, el tubo, telas, Yoongi frunció el ceño, no que iban por pizza, miro a su prometido.

-Que hacemos aquí? no me digas que sigues pensando eso de un trío – cuestionó asustado, el pelinaranja rodó los ojos.

-No, pero si quieres si, pero hoy no, vinimos aquí por Tae, tu solo quédate a mi lado.

Llegó a la barra y llamo al barman, le extendió una tarjeta negra con rojo que Yoongi no alcanzo a leer, en que cosas andaba su prometido, aún así pidió una bebida para ambientarse, no sabía cuánto tardarían ahí, ni siquiera sabía que es lo que hacían ahí exactamente.

Un tipo mayor, buen mozo se les acercó, saludo con Jimin cómo si fueran conocidos de años, lo cual no era así.

-Dígame, cuál de estos chicos es el mejor, porque quiero lo mejor que tenga – hablo con tanta seguridad, oh eso había enamorado a Min, su seguridad y confianza al hacer negocios, el hombre lo vio con una mirada analítica, pero al final sonrió de lado.

-Alguna preferencia tal vez? hombre o mujer, porque tengo dos nombres en mente – llamo a uno de los meseros esperando a la respuesta del pelinaranja.

-No me importa si es una vaca, quiero al mejor que tenga, voy a pagar muy bien – mostró su tarjeta y al tipo le brillaron los ojos, le dijo algo al mesero que se fue enseguida.

-Dígame dónde lo necesita, que fecha, a qué hora y ahí estará, puede dejar la mitad ahora y el resto cuando el servicio haya terminado – Jimin afirmó y se dieron un apretón de manos.

-Hecho.

Llegó a la ubicación que Jimin le envío, aún no estaba convencido de que eso sea una buena idea, su amigo era un dramático, que tenía de malo en querer llevar un luto por 5 años, él no le veía lo malo, todavía amaba a Soyeon, había sido una increíble esposa, a pesar de que fueron padres muy, muy jóvenes.

Apenas tenía 15 años cuando su novia le dijo que estaba embarazada, no fueron momentos fáciles, sus padres la echaron de la casa diciendo que era una vergüenza, una total decepción, claro que a Taehyung también le dieron su reprimenda, pero ellos en cambio los apoyaron en lo que pudieron.

Estudiar, trabajar y cuidar de un bebé fue una odisea, eran muy jóvenes, pero fueron creciendo y aprendiendo juntos, su lazo de fortalecía con cada adversidad, siempre tratando de resolver los problemas y diferencias.

A los 18 puso un taller de sastrería con su mejor amigo, ambos conocían de la rama, y se especializaron en eso en la Universidad, con los años su pequeño taller se hizo conocido y tenían más clientes, hasta que se convirtió en una fábrica, claro que hubo deudas, pero lograron sobresalir, en un mundo lleno de competencia.

Pero la vida fue tan cruel, cuando estaban en su mejor momento, con un hijo maravilloso, su esposa murió al dar a luz a su segundo hijo, fue un golpe muy duro que le costó superar, pero por sus hijos tuvo que ser fuerte y seguir adelante, ella ya no estaría con ellos, pero no iba a abandonarlos.

En 4 meses sería su aniversario número 5, así como el cumpleaños número 5 de Daehyun, tenía pensado alquilar una piscina para hacerle su fiesta, comprar pistolas de espuma, globos enormes, iba a comprarle un perro, visitarían la tumba de Soyeon, y al final cenarían en la sala viendo películas hasta tarde.

Su vida estaba en orden, tenía estabilidad económica, pasaba tiempo con sus hijos, no tenía la necesidad de conocer a alguien, aquí entra Jimin, su mejor amigo y socio, él insistía en que no iba a quedarse solo hasta viejo y volverse amargado, así que organizo esa “reunión” con alguien, en un hotel.

Let go of the past Donde viven las historias. Descúbrelo ahora