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No fue consciente del tiempo, se había quedado dormido, pero era sábado, ningún sábado se levantaba antes de las 10, así que escuchar el timbre le pareció extraño, pensó en ignorarlo, pero fue a ver, y oh sorpresa, la pequeña manada Kim estaba ahí, cada uno llevaba algo, pestañeo perplejo.

- Siento vergüenza ajena, seguro lo olvido – comento Yeonjun pasando al interior sin más, siendo seguido del pequeño pelinegro que abrazo una de sus piernas y dejo un beso en su cadera como saludo para pasar a la sala, Jungkook solo los siguió con la mirada, volvió con el mayor de los Kim.

- En serio lo olvidaste, vaya yo casi ni dormí porque quería que ya fuera sábado – manifestó fingiendo estar ofendido, avanzó los pocos centímetros que los separaban y le sonrió de manera sensual a los ojos del Jungkook que trago saliva.

- Y-yo, me dormir tarde, no lo olvide – aseguro algo apenado y pensar que iba a dejarlos afuera, Taehyung solo movió la cabeza y beso su frente.

- Está bien, entremos, el desayuno no se va a preparar solo.

Mientras ellos preparaban los ingredientes fue a darse un baño rápido y vestirse, no podía seguir en pijama cuando ellos iban vestidos, se apresuró lo más que pudo para ir a la cocina.

Ahí descubrió que Taehyung no podía hacer panqueques, por eso había preguntado la noche anterior, se le daba bien algunos platillos, pero no eran muchos la verdad, contados, sus hijos diciendo que por eso salían a comer a fuera seguido, dado que su papá no era tan ágil en la cocina, pero que había mejorado con los años.

Con todo listo se sentaron en el comedor, Daehyun expresando cuan delicioso estando todo, diciendo que Jungkook debería prepararles el desayuno todos los días, y así entre risas terminaron, recogieron y lavaron para salir, aún no les habían comentado a dónde iban.

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Ya en el lugar, ambos menores miraban por la ventana, era en un parque privado, con cerrado y rejas, pero se podía ver la cantidad de perros que ya estaban ahí, habían tiendas con cosas para los animales, cómo comida, juguetes, ropa, artículos de aseo canino, entre otras, decir que no estaban felices, sería mentir.

Tomaron sus asientos porque estaba por empezar, los entrenadores se formaron con sus respectivos perros, hicieron varias demostraciones de los entrenamientos, trucos, juegos, también vieron a algunos perros llegar en paracaídas desde un helicóptero, los niños estaban realmente felices.

Cuando la función termino, fueron a ver las tiendas, entraron dónde tenían a cachorros en adopción, por más que sus hijos le hicieron ojitos, no cedió, no porque no quisiera, solo que quería que fuera una sorpresa, por eso al salir pidió una tarjeta a uno de los encargados.

- Papá, podemos ir a esos trampolines – pidió el pequeño señalando el lugar, estaba algo alejado, así que no estaba tan seguro, miro a Jungkook en busca de ayuda, si le decía que no, se pondría más triste ya que no quiso el perro, pero antes de que ambos dijeran algo, Yeonjun les ganó.

- Puedo llevarlo si quieres, estaré pendiente de él – el niño se cogió de su mano mirando a su papá por una respuesta, en serio quería ir, pero había mucha gente.

- Vamos todos, me quedaré cerca para verlos, de acuerdo.

Y así se dirigieron hacia allá, con Jungkook se quedaron en unas bancos no tan alejados, bueno al menos podría tener tiempo a solas con el azabache y también vería a sus hijos.

Yeonjun volteaba a ver desde donde estaba a su papá, viendo la interacción con Jungkook, notando las miradas y el toque de sus manos, quería que su papá fuera feliz, pero la idea de que quiera a otra persona que no era su mamá, era un debate, el azabache ya no le desagradaba tanto, sentía confianza con él, estaba seguro que podría hacer feliz y querer mucho a su papá, pero no quería que nadie tome el lugar de su mamá.

Giro para ver a su hermanito que saltaba y reía, habían muchos niños más, pero podía reconocerlo sin problema, si se movía lo seguía de cerca, sería un gran problema si lo perdía ahí.
- Veo que tus hijos en verdad les gustan los animales, Dae parecía que lloraría por tener uno, en serio no piensas darles un perrito o alguna otra mascota – Kim afirmó.

- Voy a adoptar uno, pero se los daré en el cumpleaños de Daehyun, quiero que sea una sorpresa para los dos, por eso será después de que termine la fiesta y todos se hayan ido, no soy tan mal padre – reprochó mirándolo, jugaba con los dedos de sus manos, miraba sus labios y después sus ojos, no sabía porque tenía esas ganas de volver a besarlo, no podía se normal.

- No dije que fueras malo, solo quería saber, es todo – antes de que Taehyung diga algo, un tipo apuesto se acercó a saludar a Jungkook, la forma en como lo veía mientras le decía algo, no le agrado, por eso desvío la mirada, odiaba sentirse así.

- Harás algo más tarde, me gustaría invitarte a cenar – dijo el alto, estuvo por irse, talvez estaba siendo un obstáculo para el azabache, él tenía el derecho de salir con otros, al fin no eran nada, él tenía dos hijos, no estaba seguro de si él- sintió como entrelazaba sus manos y al mirarlo él le sonrió.

- Lo siento, ya tengo planes, talvez en otra ocasión – él claramente vio sus manos y asintio entendiendo, se despidió de ellos y los dejo.

- Deberíamos ir por los niños, deben tener hambre – mencionó poniéndose de pie, Kim lo siguió, aún si creerse lo que hizo, había rechazado a alguien por estar con él.

- Demonios, quiero besarte – dijo sin filtros, Jungkook sonrió arrugando la nariz.

- Entonces hazlo – y fue suficiente para mandar todo por un tubo.

Miraba a los niños, su hermano hablaba con dos de ellos, llevaba ya un rato con ellos, pero empezaba a tener hambre, diciendo que era hora de volver con su papá, se decidió por llamar a su hermano, él de despidió de los amigos que había hecho y empezó a correr hacia el pelirrojo, alguien chocó con Yeonjun por detrás, él volteo para ver quién era, una señora algo mayor.

La ayudo a levantarse preguntando si estaba bien, ella dijo que si, le agradeció dándole dos barras de chocolate que acepto por cortesía, porque jamás aceptaba algo de extraños, cuando volteo, no vio a Daehyun por ningún lado, miro entre todos los niños caminando de dónde el pequeño venía.

- Dae – llamo un poco alto, los dos niños con los que antes estaban seguían jugando, miro alrededor no encontrándolo, empezó a sentir esa angustia, camino entre todos ellos, llamándolo con más fuerza, pero no había rastro del pequeño.
Terminaron el beso con pequeñas mordidas, sonriéndose, Taehyung se sentía en las nubes esa burbujeante felicidad en su interior, quería que durará mucho tiempo, tomo su mano para ir por sus hijos, tal vez le pediría que se quede esa noche en su casa, no perdía nada intentar.

Pero antes de avanzar más allá, Yeonjun llegó hasta ellos, sus ojos cristalizados y muy nervioso, alertando a su padre.

- Yeon, que paso, y tú hermano – cuestionó al verlo ahí solo, él se mordió el labio y miro a Jungkook primero y después a su papá.

- No lo encuentro, estaba ahí y, lo llame, pero me distraje unos segundos y ya no estaba, lo busque pero – Taehyung sintió que algo dejaba su cuerpo, no espero a seguir escuchando y se adelantó a dónde estaban, empezando a llamar a su hijo, sus ojos se movían de un lado a otro, eran demasiadas personas, ruidos, niños por aquí y por allá gritando, riendo, la desesperación empezó a crecer.

- Dae… Daehyun!! – llamaba.

- Viste si alguien estaba cerca, si los seguía o algo – pregunto Jungkook tomando sus manos temblorosas, él menor negó limpiándose las lágrimas.

- No lo sé.

Taehyung sentía que se le venía el mundo encima, miraba entre toda esa gente, de pronto sintiéndose asfixiado, niños iban y venían, gritaban, reían, chocó con algunas personas mientras buscaba a su hijo, se cogió la cabeza girando en su propio lugar, cómo pudo pasar eso, dónde estaba su hijo.

Con Jungkook pesaron a preguntar a las personas que estaban por dónde ellos habían estado, Yeonjun estaba muy nervioso, miraba a todos lados, era como si todo marchara en cámara lenta y rápida a la vez, era como si estuviera en una pesadilla, una horrible pesadilla de la que quería despertar.

Todas las voces de esos niños parecían la de su hijo, ni siquiera sabía cuánto tiempo paso, pero apenas unos 10 minutos, pero parecían horas, regreso de nuevo a dónde estaban antes, yendo director contra su hijo mayor que le decía a Jungkook lo que pasó antes de que se perdiera, lo tomo por la camisa volteándolo.

- Se suponía que debías cuidarlo, dónde está, dónde está?!! – exclamó sacudiéndolo un poco, algunas personas miraban la escena, no entendiendo que pasaba, Jungkook empujó al castaño y se puso frente al menor, encarándolo.

- Taehyung, cálmate, todos estamos preocupados, de esta manera no encontraremos a Dae, Yeonjun no tiene la culpa, nosotros también debíamos vigilarlos – recalcó mirándolo, pero él no estaba para pensar con claridad o calmarse, su hijo de 5 años podía estar siendo secuestrado, quien sabe y ya saliendo de la ciudad.

- Tú no te metas, es mi hijo, jamás entenderías nada, nada!! – espetó dando la vuelta para seguir buscando, sus palabras calaron en el azabache, era verdad no tenía porque haber interferido, pero no iba a dejar que descargue toda la frustración en su otro hijo, volteo al pelirrojo que hipaba por el llanto, limpiando su rostro de las abundantes lágrimas que caían sin parar.

- E-es mi culpa, s-si.. si me hubi-hubiera acercado, Dae no esta-ría perdido ahora – sollozo, a Jungkook le partió el corazón verlo así, lo abrazo para consolarlo.

- Tranquilo, no es tu culpa, a veces algunas cosas están fuera de nuestro control, vamos a seguir buscando, alguien debió ver algo, estoy seguro que está por aquí, ven –

A diferencia del castaño que seguía entre la multitud, ellos fueron a las tiendas que empezaban a guardar todo para irse, a desarmar las tiendas donde ya habían vendido todo, preguntaron a varios de los comerciantes, Jungkook le pidió ayuda a su amigo, quien aviso a los demás mostrándoles la foto que el azabache le pasó.

Ya no sabía que hacer, miro toda la multitud, muchos ya empezaban a dejar el lugar, el nudo en su pecho solo incrementaba, ya ni siquiera sentía como su corazón latía desbocado, por unos segundos todo se volvió silencio, veía el movimiento de las personas, cómo si todo fuera un plano diferente en el que estaba, un pitido agudo fue todo lo que podía escuchar, hasta que.

- Papi.. papi – esa voz, volteo buscando de dónde venía, girando, caminando si ver dónde pisaba, solo siguiendo esa vocecita que lo llamaba en llantos, hasta que lo vio.

- Dae.. cielos Daehyun!! – grito caminando rápido, pero empezó a correr hacia él, el pequeño estaba parado en una butaca de madera alejada de todo, mirando a todos lados, a todas las personas buscando, sus manitos hechas puño apegadas a su pecho, lágrimas inundando sus mejillas rellenitas, llamándolo, el miedo se podía sentir en su voz.

- Dae!! – volvió a llamar Taehyung un poco más fuerte, los ojitos oscuros del pequeño lo buscaron hasta que lo vio, su llanto siendo más fuerte y gritando con ansias, Kim llegó a él y lo abrazo bajándolo de ahí cargándolo en sus brazos, el llanto del pequeño resonaba en sus oídos, él también lloraba, solo que aún no se daba cuenta.

- Oh mi bebé, aquí estás, tranquilo papi ya esta aquí – murmuró apretándolo muy fuerte, el sentimiento de perderlo había casi igual a cuando perdió a Soyeon, sus hijos eran todo lo que le quedaba de ella, su único recuerdo, no quería imaginar si algo les llegara a pasar.

- Papi, había muchas personas, estaba asustado de no verte de nuevo, tuve mucho miedo, fui a un lugar alto para que me encuentres, porque tardaste – sollozo abrazándose a su cuello, Taehyung exhaló mirando a los lados, no había buscado por ahí, es más tal vez paso pero ni lo vio, en toda la bruma que estaba.

- Perdón, no sabía, pero ya todo paso, si, vamos a buscar a tu hermano y.. Jungkook – dijo exhalando su nombre, recordando lo que le dijo minutos antes, ahora sintiéndose pésimo por gritarle eso, cuando solo quería ayudar, eres un idiota Kim.

Fueron a buscarlos, diciéndoles dónde lo encontró, por suerte no se topo con una persona con malas intenciones, pero tampoco con alguien que lo ayudara, pero lo bueno era que ya estaba con ellos, si que había sido el susto de su vida, ya que cuando un niño se pierde, las probabilidades de encontrarlo dentro de las primeras 4 horas, son muy bajas, mucho menos con vida.

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Llegaron a la casa,. Jungkook condujo todo el camino, el castaño no estaba en condiciones para conducir, el pequeño se había dormido en el camino, compraron comida para llevar.

Kim fue a acostarlo en su cama, Yeonjun también subió a su habitación con su comida, diciendo que dormiría un poco, quedando solo ellos, bueno Jungkook solo entregaría las llaves y volvería a su departamento, había sido un día largo.
Cuando Taehyung bajo, vio al azabache ya saliendo, se apresuró a salir detrás de él.

- Ya te vas, no te quedas – él rió volteando, no era de piedra, lo que le había dicho allá todavía seguía rondando su cabeza.

- Si, creo que es mejor, no quiero seguir interfiriendo en nada, además olvide que debía ir a otro lugar – pero no pudo avanzar más porque él sostuvo su muñeca, mirándolo con esos ojos, ni me hagas esto, no soportaré.

- Esto es por lo que dije, cierto – asintio, no iba a negarlo, pero también sabía que lo dicho fue en un momento de calor, eso de alguna forma le decía que jamás podría ser parte de la vida de este hombre, sería como un intruso en esa pequeña familia, tal vez no sería bienvenido del todo, lo mejor era no.

- No quise decirlo, estaba molesto, preocupado, eran muchas emociones encontradas, Jungkook no quise hacerte sentir mal, lo que menos quiero es que te alejes por eso – lo acerco un poco, pero él seguía manteniendo ese miro que alzó desde que subieron al auto, no le gustaba.

- Dime algo, que es lo que en realidad quieres de mi, porque jamás podré ocupar un lugar que no me pertenece, dime qué quieres – pidió, quería saberlo de una vez, para ver si es que debía seguir intentando o simplemente dejarlo y alejarse para no salir mal de eso, no quería volver a sufrir por alguien.

- Que quiero, pues te quiero a ti – acortó la distancia que los separaba y atrapo sus labios, lo sostuvo de la espalda y nuca para que no vaya a alejarse, sonriendo en medio del beso al ser correspondido y sentir como las manos ajenas subían por su pecho a su cuello, se separó con un chasquido.

- Quiero todo contigo, ya no más citas, quiero salir en serio contigo, tener una relación, que seas parte de mi familia, lo quiero todo, todo si es contigo, no quiero que llenes ningún lugar, lo que fue, ya está, esto, ahora, nosotros es un nuevo comienzo, otro capítulo, tendrás tu propio lugar, si me permites estar contigo – declaró muy cerca de sus labios, rozando sus narices, dejando ligeros roces, ya no era un adolescente que iba con rodeos, simplemente diría lo que quería, era arriesgarse o perder, no quería perder.

- Pero tus hijos, ellos no- los labios contrarios no lo dejaron terminar, sintió como lo jalaba dentro de la casa, la puerta cerrándose detrás y su espalda chocó suavemente con la pared.

- No pongas excusas, Dae te adora, y Junie lo hará en cualquier momento, he visto lo cercanos que se han vuelto, no le veo el inconveniente, solo dilo, entonces me tendrás en tus manos, dame el honor de ser tu novio – pidió mirándolo a los ojos, no había duda en su mirada, todo era genuino, que lo hizo sonreír, bueno ni siquiera sabía porque estaba buscando excusas, era lo que tanto quería.

- Pero soy un novio muy celoso, tu eres apuesto, un caballero, casi como un príncipe, no soportaré que otros coqueteen contigo, además querré verte seguido, besarte, soy muy meloso, soportaras todo eso – cuestionó fungiendo estar serio, otro beso que le causo risa.

- Si eso es todo, voy a tomarlo como un si – concluyó besando sus labios con picos, haciéndolo reír, al menos la barrera ya no estaba, sostuvo sus mejillas aplastándolas para que dejara de besarlo.

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Se quedó hasta la noche, prepararon la cena juntos, entre platicas y risas, volviendo el ambiente muy cálido, doméstico, el olor de la deliciosa comida despertó a los muchachos, que bajaron curiosos, había música suave, eso era extraño, que hubiera música ya era demasiado.

Su papá no ponía música en casa, o verlo tan sonriente mientras ponía la mesa, Daehyun salto igual de feliz corriendo hasta donde estaba con el azabache, Yeonjun se quedó en el marco de la puerta observándolos a los 3, no muy seguro de si le gustaba ese ambiente.

Después de la cena comieron un poco de helado, Yeonjun se retiró apenas terminó, no iba a dañarles su buen humor, si él ni se sentía a gusto, no quería que ellos se sintiera igual, tenía cosas que pensar.

Daehyun se quedó despierto hasta las 10, jugando en el fuerte con su papá y Jungkook, hasta que quedó dormido abrazado al gordo del azabache, con una sonrisa de felicidad, lo llevaron a la cama para que esté más cómodo, el hecho de que ambos lo hayan acostado, era mas que suficiente para dormir feliz, ese sería el día más feliz de su vida, lo recordaría por siempre.

Fueron a la sala, Taehyung saco una botella de vino que tenía guardada, ya que era sábado, podría dar el lujo de tomar más de dos copas, le pido a Jungkook que se quedará, ya era tarde, no podía dejarlo irse solo, él acepto sin objeción.

Entonces, ahí estaban en el sofá, con el azabache medio recostado en su pecho mientras miraban una película que casi no le prestaron atención por estar hablando de la fiesta de cumpleaños del pequeño.

- Ok, entonces ahora que soy tu novio, me gustaría que conozcas a mis amigos, ellos son como mis hermanos, hyung quiere conocerte desde el primer día, si pasas su interrogatorio, estarás seguro – contó entre risas.

- Podemos organizar un almuerzo para invitar a nuestros amigos y así conocerlos, Jimin también quiere conocerte - propuso cubriéndolo bien con la manta, se anticipaba que empezará a nevar dentro de unas semanas, la temperatura cada vez bajaba más.

- Me parece bien, y ahora creo que ya deberíamos ir a acostarnos, estoy un poco cansado, hoy fue un día largo – Kim asintio de acuerdo, aún no terminaba de asimilar que perdió a su hijo por unas horas, parecía tan irreal.

Subieron hasta arriba, dándose un último beso antes de entrar a las respectivas habitaciones, al final Jungkook paso todo el domingo con ellos, siendo algo muy bonito, Daehyun parecía ser el más feliz de que esté ahí.



Antes de entrar verifico si era la dirección correcta, en la pequeña recepción una mujer no mayor de 30 lo miraba desde atrás del computador, talvez no iba vestido como todos ahí, era una fábrica de ropa de alta costura, y él no iba tan formal que digamos.

Pantalón jean azul, con rasgados que dejaban a la vista sus muslos y rodillas, una camiseta roja corta dónde su ombligo se exhibía, con un chaleco largo de color negro, sip, estaba fuera de lugar ahí, pero no iba por solicitar trabajo, eso parecía suponer la mujer que lo vio de pies a cabeza cuando llegó hasta donde estaba.

- Buenos días, el señor Kim me está esperando – anuncio mostrándole la tarjeta que el castaño le dio, ella la miro de mala gana y llamo a preguntar, dándole miradas mientras esperaba.
- Un muchacho dice que el señor Kim lo está esperando.. entiendo..  cuál es su nombre – pregunto de la misma manera como lo miraba.

- Jeon Jungkook – ella respondió una afirmación y colgó, anoto algo en la computadora.

- El señor Kim está ocupado, puede esperarlo ahí, cuando salga de esa reunión llamaré para ver si lo recibirá – dijo indiferente, él frunció el ceño, esperar, pero si el mismo Taehyung le había dicho que fuera a esa hora porque no tenía nada, asintio a la mujer y se alejo a dónde ella señaló, saco su teléfono, decidió llamar a preguntar él mismo.

- Jungkook, ya vienes, paso algo – por su voz no parecía “ocupado” miro a la mujer.

- Llegué hace como media hora, pero la secretaria dice que el señor Kim está ocupado en una reunión, que espere hasta que se desocupe, que debería hacer, esperar o irme – dijo con voz dulce y serena, se sentó en una de las sillas mirando la pantalla donde pasaban fotos con algunas prendas nuevas.

- Que, estás en la recepción, verdad, ok espera un momento, no te vayas a ir – y colgó, bueno no tenía nada que decir, guardo su teléfono y espero como dijo.

Ni 5 minutos pasaron cuando uno de los ascensores se abrió, de él salió el castaño tan elegante como solo él podía ser, busco con su mirada al azabache que alzó la mano poniéndose de pie, se dirigió hacia él dedicándole una sonrisa.

- Ahora entiendo porque la secretaria no quiso dejarte pasar – comento al llegar a su lado, rodeo su cintura con un brazo y besó su mejilla cerca de sus labios, Jungkook hizo un puchero empezando a jugar con su corbata. Al llegar ella de puso de pie enseguida, arreglándose la blusa.

- Señor Kim, creí que-

- Haeri, cuando llegue dije que me avisarán cuando Jeon Jungkook llegará y que lo dejen subir, el hecho de que haya estado con Jimin y un proveedor no quiere decir que este ocupado y él deba esperar aquí, de que sirve que diga algo si no se va a cumplir, que no se vuelva a repetir, de acuerdo – ella asintio finalizando con una reverencia.

- Así será señor, disculpe las molestias – decir que Jungkook no se sintió satisfecho con eso, sería mentir, porque de sintió mucho mejor que eso, ser tratado así, era increíble.

- Vaya que sexy te ves regañando a los empleados, pero y si tu amigo se molesta por eso – cuestión mientras subían al ascensor, el castaño se encogió de hombros.

- Porque lo haría, él hizo lo mismo cuando se trataba de su prometido, además no es nada malo, solo le dejé en claro que tú no tienes porque ser detenido aquí, para la próxima solo avisas que vienes a verme y nubes sin esperar nada, eres mi novio – no debería sentirse excitado al escucharlo hablar con esa seguridad, lo habría besado pero las puertas se abrieron y bajaron.

Irían a comprar las cosas para la fiesta, empezando primero con la decoración, después verían las cajitas para poner algunos dulces y juguetes pequeños para los niños que asistirían, verían el pastel, los utensilios como platos, cucharas desechables, para tener todo listo, ya era jueves y no tenía nada aún.

No era una fiesta sorpresa porque Daehyun quería ayudar a decorar, tampoco era como que pudieran guardar el secreto, el niño de alguna manera terminaría descubriéndolo, además él se sentía muy emocionado de poder ayudar en algo para su propia fiesta.

Por suerte Seokjin era un jefe agradable, le había dicho que podía tomarse las horas que sean necesarias para ayudarle con la compra a Taehyung, cómo habían cambiado la fecha del cumpleaños para sábado, no tendría que volver a pedir que le den el día, aunque a su amigo no le molestaba eso, todos modos no se aprovecharía de su hospitalidad al darle trabajo.

Se les fue casi medio día en la tienda, con todo lo de la lista ya en sus manos, decidieron ir a dejar todo en casa, compraron algo para llevar, Taehyung tenía que volver al trabajo y Jungkook también regresaría, no podía dejar a su mayor solo, en la tarde era cuando tenía más clientes.

Cuándo llegaron, ninguno se esperaba que Jimin estuviera en la casa con los niños, al menos Taehyung no, así que cuando bajaban las bolsas, que él saliera a ayudarles, lo tomo por sorpresa, también el hecho de que estuviera sonriéndose cómo si lo amara en secreto, o la forma tan amable en como saludo a Jungkook, parecía tramar algo macabro.

Adentro, dejo al azabache en la sala revisando si todo estaba ahí, y arrastró a su amigo a la cocina.

- Bien, dilo – enunció cruzando los brazos, Jimin lo miro con inocencia, como un niño cuando rompe algo y se hace el desentendido.

- De que hablas, no tengo nada que decir – musito acercándose al refrigerador, pero en realidad espiaba al azabache, fingiendo tomar una manzana, bueno no era un chico con perforaciones o tatuajes, tampoco vestía cuerinas ni arnés, tampoco tenía el cabello con colores llamativos, era un chico de 25 años normal.
- Yeonjun no mentira, parece modelo – murmuró para que su amigo no lo escuchará.

- Que, dijiste algo – cuestionó el castaño cerrando la puerta, el pelinaranja se sobresalto y negó, tenía su manzana y fue a lavarla al lavabo.

- Haeri me dijo que hoy llego un chico a la empresa, ella menciono que era, cómo lo llamo, algo vulgar – menciono con cuidado viendo la reacción del castaño.

- Ella dijo eso – fue todo lo que dijo asintiendo, hubo unos segundos de silencio, en los que Jimin seguía analizando a azabache mientras comía su manzana.

- Sabes, creo que me equivoqué con él, deberíamos despedir a Haeri, su obsesión por “conquistarte” la hacen horrible, Jungkook no se ve vulgar, es más lo envidio, cómo puede verse tan bien con eso, yo parecería morcilla mal embutida, la verdad admiro que salgas con alguien tan bonito y sensual comí él – confesó sin quitarle la mirada, Taehyung volteo a verlo, su ceño desapareciendo dando paso a una sonrisa, y como si él lo sintiera volteo y también le sonrió.

- Si, deberíamos despedirla – concordó volviendo la vista a su amigo que estuvo de acuerdo en eso, termino su manzana y suspiro.

- Bien entonces, yo lo haré, dejemos que termine el día, tú volverás a la oficina o te quedarás aquí con él –

- Voy a volver, Jungkook también debe volver a la cafetería, te quedas a comer o – inquirió empezando a sacar la comida, mirándolo para saber si respuesta.

- No, Yoongi cocino en casa, debo ir, casi no lo he visto por nuestra última discusión, debo hablar con él –

Después que se fuera, ellos comieron hablando aún de la fiesta, las invitaciones ya habían sido enviadas, solo faltaba que llegara el día.

Let go of the past Donde viven las historias. Descúbrelo ahora