Incontrolable

Capítulo 11

(Mara)

— Alex, Follame... — él me mira, joder, no puedo ni siquiera controlarme, él parece dudar, hasta que bajo el cierre de mi vestido, dejándome descubierta ante él, los ojos se le oscurecen y como siempre, sino por deseo

él me toma de la cintura y me pone encima de él, besa mi cuello y yo me muevo para sentirlo, jadeos salen de mí y eso parece excitarlo aún más, esta tan duro, joder...

— Es hora de desayunar - frunzo el ceño sin saber eso que significa, pero él me mueve a su antojo, ahora estoy debajo de él, él besa, chupa y muerde cada centímetro de mi piel desnuda, llegando a mi entrepierna, estaba a punto de detenerlo cuando su lengua me recorrió completa mi intimida

ahogue un gemido, el no paro, de hecho puso mis piernas en sus hombros, comiéndome completa, ahí abajo, de nuevo esa sensación, mi intimidad se contraía, no sabía que era, pero me encantaba que él lo provocaba, él se limpia las comisuras de su boca y me besa, me besa de nuevo

pronto él también estaba desnudo, yo estaba encima de él, besando cada parte de su cuerpo, quería saber como era tocarlo, pero me daba vergüenza pedírselo

— Alex - él deja de besar mi cuello para mirarme - ¿Puedo tocarlo? - él ríe y eso hace que mis mejillas se pongan rojas

— Tú eres la única que puede tocarlo, aparte, ya estuvo dentro de ti...

Lo tomo con mi mano, de verdad es grande o mi mano es demasiado pequeña, o ambos creo yo, Alexandre me guía para saber como hacerlo, es divertido ver como tensa, él mete la mano en mi intimidad, yo me estremezco

— Estás tan mojada Mara... — gimo en respuesta, quito su mano de mi intimidad y procedo, a esta vez, a sentarme en su miembro, él invade cada rincón de mi intimidad

— ¿Está todo adentro? - pregunto en un jadeo

— No vas ni en la mitad preciosa - mierda, Alexandre toma mi cintura y de un solo empujón, está todo dentro de mí, o al menos una gran parte, Alexandre me ayuda a moverme mientras me besa

— Eres exquisita Mara y solo mía...

— Alex... — él se tumba en la cama y me mira desde ahí, mientras yo me muevo encima de su miembro, una de su mano se posa en mi cintura y la otra en mi cuello

— Dilo Mara, quiero oírte, di que solo eres mía - mis movimientos aumentan y los de el también

— Soy tuya, ¡solo tuya Alex...!

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Él peina mi cabello, mientras mi cabeza descansa en su pecho, ¿debería decírselo? Ni siquiera es seguro, no es que confíe mucho en las palabras de Vivián, ¿pero y si es verdad? Cierro los ojos recordando lo que me dijo

— Mara, tú sabes que las brujas tenemos muchos dones, ¿verdad?

— Al punto vivián, ¿vas a decirme que me desmaye por otra cosa? - ruedo los ojos

— Algo así, creo que estás embarazada

— ¿Qué estamos haciendo mara? - me dice y yo suspiro

— No tengo ni idea - admito mientras toco sus músculos, es tan duro, debe de hacer mucho ejercicio

— Esto se está volviendo incontrolable...

Miro a Alex, tiene los ojos cerrados aunque sé que no está dormido, una ola de ira crece en mí al pensar en algo, le golpeo el pecho y él abre los ojos alarmados