capitulo 23

318 19 2
                                    

(Alexandre)

Está pegada a mí como una garrapata, acaricio su espalda mientras ella ronca, ¿Si sabe que ronca como marrano? Incluso en eso se ve preciosa

Su cabello rojo está regado por las sábanas, ella parpadea un par de veces antes de mirarme y sonreír

— Buenos días - sonrió

— ¿Buenos días? Son las dos de la tarde mara - ella se levanta de golpe

— Tengo que... — la tomo del brazo

— Tienes que explicarme por qué mi primo dijo eso anoche - ella se pone nerviosa, pero asiente

— Daen, el líder del pueblo, no le gusto mucho que me subiera al trono, embarazada y sin esposo - ese ya me cae mal - Me dio un ultimátum hace poco o me caso o jamás seré reina legítima, Gilberg se ofreció por si buscaba esposo - ruedo los ojos - no me voy a casar, no planeo hacerlo con nadie que no sea... — ella se calla un momento, sus mejillas se ponen rojas

— Significa que harás uno de esos bailes, donde encuentras al hombre de tus sueños y te casas por amor - ella ríe ante la idea

— Tengo que irme - me besa en la mejilla y yo la tomo de la nuca

— ¿Te irás sin besarme? No lo creo - la beso apasionadamente, de su garganta sale un pequeño gemido

— No tomes una gota de alcohol Alexandre, o cumpliré mi palabra - me dice antes de irse, lo único que quiero tomar en estos momentos es a ella

********

Mara ha hecho un buen trabajo acá, todo es bonito, colorido y mágico, inocente como cuando ella llegó a mi reino, la veo, está hablando con ese tal Daen, no es tan mayor como me lo imaginaba

Parecen estar teniendo una conversación un poco subida de tono, ella mueve sus manos, sus pequeñas manos, y él la señala, de hecho pica su vientre, me levanto, ella pierde el control y estuvo a punto de golpearlo hasta que me vio

— ¿Puedo saber por qué tocaste el vientre de mi mujer? - él parece verme por fin, hace una pequeña reverencia

— Rey Alexandre de decronthre, no sabía que su alteza estaba comprometida con usted

— No lo está, pero tampoco está sola, este es su reino por derecho de nacimiento

— Pero...

— ¿Por qué lo escuchas a él y no a mí? - ella parece rabiosa

— Por qué él es bueno, un rey Mara y es

— Hombre - ella finaliza - ¿Dudas de mi capacidad? ¿El hecho de ser mujer te incomoda? ¿Te parezco débil Daen?

— Yo no... — él me mira como si buscará una salida

— Soy más capaz que cualquier hombre, soy capaz de todo, mi sexo no es debilidad Daen, cuando entiendas eso volverás - ella se da la vuelta

— ¿Volver? - él me mira

— Oficialmente, te retiro del consejo, jefe del pueblo y todos los cargos que tienes, si te atreves a contradecirme tienes un lugar seguro en prisión

— Tú no puedes hacer eso - la toma del brazo y yo lo tomo a él

— ¿En serio Daen? Por qué ya lo hice - se suelta del agarre y se va

— Está loca - se suelta del mío

— Ten cuidado como te expresas de ella, es tu próxima reina y yo mismo me encargaré de que limpies sus zapatos si le faltas de nuevo al respeto

— Es una mujer

— Lo sé, por eso es increíble, ella tiene razón, su sexo no es débil, es más fuerte que tú y yo juntos y que un ejército de hombres juntos, ella tiene más huevos que tú para liderar, tiene complejo de Dios, pero es fuerte, es una reina de nacimiento, pero es la mejor persona que pude haber conocido

— Detrás de un gran hombre hay una gran mujer

— Ella jamás ha estado detrás de mí

Camino en dirección para donde se fue la pequeña mujer, ella me está viendo desde la ventana en la que la estaba viendo yo, entro, pero ella sigue dándome la espalda

— No me hacen caso, me creen débil - me dice - Soy una mujer, eso es signo de debilidad y jamás me había dado cuenta

— Mara...

— Cuando tú entras en una habitación, se inclinan, te respetan, incluso si no eres su rey, si yo entro en una habitación lo único que ven es a una bruja embarazada

— Eso no es cierto

— Te respetan solo por el hecho de ser hombre ¿Cómo se supone que lideré un pueblo si no me respetan por ser mujer? Solo me van a tomar en serio si me caso

— No tienes que casarte mara, no puedes obligar a nadie que te respeten, eso llegará con el tiempo

— Yo no tengo tiempo, ¿Cuánto falta para que Daen de un golpe de estado y me quite el reino? ¿Cuánto falta para que los invasores me maten? ¿Crees que le van a importar que estoy embarazada? Al contrario, me van a matar con mayor gusto

— Yo te voy a proteger de todos Mara, ya no estás sola

— Deberías irte Alexandre - ella no me mira, frunzo el ceño

— ¿irme a donde? - trato de tomarla del brazo, pero ella lo quita antes

— Con Sandra Alex, está en tu castillo, ¿no?, deberías ir, al fin y al cabo es tu hija la que lleva en su vientre - voy a matar a Edwin por contarle estas cosas

— No quiero irme, te dije que no me iría - la tomo por la fuerza del brazo para detenerla - No volveré a tomar, te lo prometo, pero no me alejes

— ¿Que estamos haciendo Alexandre? - ella me encara - solo nos estamos haciendo daño - ella niega y veo lágrimas en sus ojos, no pude detenerla, ella sale de la habitación

salgo yo también, busco por todo el castillo a Carther, hasta que lo encuentro con vivián

— Carther, necesito que vayas a decronthre

— Si mi señor, ¿puedo preguntar por qué?

— ven conmigo - lo llevo hasta una esquina donde nadie escuche

***********

entro en su oficina, está con Daen y personas que jamás había visto, en cuanto me ven, hacen una reverencia, eso hace que mara me mire, parece confundida

— ¿Interrumpo? - pregunto

— Para nada su majestad, siéntese - una mujer mayor me ofrece sentarme

— ¿Paso algo? - pregunta mara y yo niego - ¿entonces?

— Solo quería ver que estabas haciendo, no sabía qué tenías compañía, Daen, ¿no te eximieron de tus cargos? - él parece ponerse algo rojo

— Lo estamos haciendo formalmente - mara me habla sin mirar a Daen, firma un papel y se lo entrega a la mujer mayor, creo que la he visto antes - Ágata eres la nueva líder del pueblo, Daen, que te vaya bien, conoces la salida - la anciana lo mira con pesar, ah, ya sé donde la vi antes, la primera vez que estuvimos acá, contó la historia de mara y sus padres

— ¿Te puedo ayudar con algo? - pregunta mara cuando todos salen de la habitación

— Eso supongo, mara, no voy a irme y... — los dos miramos por la gran ventana, una especie de cuerno suena, hay gente no grata en la entrada del pueblo, mara se levanta pero yo la detengo

— Estás embarazada - le recuerdo

— No enferma, es mi pueblo y me quieren a mí, tú deberías ir a ver como está el tuyo - ella sale rápidamente de la oficina, suspiro y salgo yo también, me encuentro con David

— Prepárame un carruaje, tengo que volver a mi reino 


Quiero decirles que esta historia está por acabar, planeo unos 30 capítulos maso menos, besos, preciosas 

IncontrolableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora