Incontrolable

Capítulo 7

(Mara)

Lo odio, odio a mi padre, por todo lo que me hace, por lo que me hizo hacer, por lo que me hará hacer, bajo las escaleras de su brazo, al lado mi madre, como una puta familia feliz, sin saber que los últimos tres días estuvo violándome y golpeándome hasta que se cansó

— Sonríe - hago lo que me dice, pronto estoy enfrente del que será mi esposo, él me extiende la mano

— mucho gusto, mi nombre es Gilberg - su cabello es color chocolate e igual sus ojos, es guapo, no tanto como Alexandre, inconscientemente lo busco en la sala, lo encuentro sentado con dos mujeres a cada lado, muy cariñosas, frunzo el ceño, él me mira sin emoción alguna

— Mucho gusto Gilberg, soy Mara Ortgrey - él besa mi mano y de inmediato vamos a una mesa, mesa donde está Alexandre

no presto mucha atención a la conversación, pasa al rededor de unos 20 minutos cuando siento una mano en mi rodilla, frunzo los labios, es mi padre, se acerca a mi oído

— No olvides sonreír, hija - hago lo que me dice, veo a Alexandre mirándonos

— Tendrán unos hijos hermosos - escucho que dicen y me ahogo con el vino que estaba tomando

— ¿Qué? - respondo

— Es que tienes un cabello y facciones hermosas, nuestros hijos serán hermosos - yo frunzo el ceño, ¿quién dijo que yo quería hijos?

— Por supuesto, serán hermosos - pongo una mueca, maldita sea mi vida, maldita sea el día que nací, maldita sea el día que murieron mis padres

— ¿cuándo te casarás? - alzo la mirada, esa pregunta fue dirigida para Alex

— No lo sé, no es que tenga algún tipo de ficción por las mujeres, solo me gusta, ya saben, llevarlas a la cama - todos en la mesa ríen, yo solo puedo mirarlo, eso fue lo que él hizo conmigo

— ¿estás bien querida? - volteo a mirar Gilberg - estás algo pálida

— Ella es así - interviene mi madre - nunca le gusto el sol, siempre quería estar encerrada leyendo libros, ¿quiénes éramos nosotros para detenerla? - sonrió mirándolo, claro, jamás fue porque me mantuvieron 13 años en una jodida torre

ellos siguen hablando, yo solo me detengo a comer, tomar vino, mucho vino, mi padre lo noto y apretó mi rodilla, tan fuerte que solté un jadeo, Alexandre me miro, él lo sabe y es lo que me merezco y mucho más por lo que le hice a su madre...

— ¿cuándo será la boda? - pregunta una de las chicas que está con Alexandre - ¿estoy invitada?

— No - le sonrió, tomando más vino, ella cambia su expresión facial, Alexandre trata de contener la risa

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No estoy en un calabozo, al menos no tiene esa presencia, pero está claro que estoy encerrada, tengo guardias en mi puerta, a donde quiera que vaya, es una linda habitación, pero siempre estoy sola, eso es estúpido, soy la futura reina de no se dé donde, ¿por qué siempre estoy sola?

— Tenemos que hablar - entran mis padres a mi habitación

— Estos últimos años, hemos estado averiguando que tan poderosos podemos ser - me habla mi madre

— Ustedes no son brujos, no tienen sangre mágica - les recuerdo

— Tú vas a cambiar eso - me dice mi padre - así, nos adueñaremos de todo el mundo, empezando por lo más recóndito, hasta llegar a la punta del mundo

— Eso es imposible, sería alterar a la naturaleza - me levanto de la cama

— Que bueno que no te estamos preguntando, nosotros nos vamos a preparar, dentro de una semana, todo estará listo, tú te leerás, estos libros, debes de tener todo listo para el día del hechizo