CAPITULO 2

677 22 1
                                    


BACHATA

E M M A○

Después de un largo discurso por parte de papá y de algunos directores y jugadores del barça ante su presentación y regreso al equipo, nos dirigimos a un hotel en el cual harán una fiesta de la que me veo obligada a ir por ordenes de mamá.

Mis hermanos se fueron a casa con su niñera ya que ellos siempre han tenido una hora la cual deben cumplir para ir a la cama.

Entro al gran salón con mamá a mi lado y su brazo rodeando mis hombros mientras papá esta hablando con lewandowski de un tema desconocido para mi y el resto de jugadores detrás de nosotros.

-Cariño, quita esa cara y sonríe-dice mamá a mi lado con una sonrisa y saludando a un montón de gente que ni yo conozco.

-Mamá yo no quiero estar aquí y tu lo sabes más que nadie‐ digo un poco irritada.

Me deshago del brazo de mamá y me dirijo hacia la barra a pasos apresurados buscando algo de tomar que calme el dolor de garganta que se esta haciendo presente.

Se que mucha gente dice que yo tengo una vida de envidia, pero todo lo bueno siempre tiene su lado negativo.

Es verdad que nací en cuna de oro y que debo ser agradecida con lo que me ha dado la vida, pero desde pequeña he tenido que aprender como sobrellevar la fama y nunca se me ha hecho fácil poder con ella, nunca se tiene privacidad.

-Oh, vamos. ¿La grande y única Emma Messi sola?, me sorprende, hay muchos invitados que no han podido quitarte la mirada de encima-dice Gavi sentándose a mi lado en la barra.

Y de nuevo sus ojos llaman mi atención, dandome un efecto que me hipnotiza y me hace desear saber que es lo que los hace tan únicos y deslumbrantes, pero también que es lo que hay detrás de ellos y que es lo que el piensa cuando te observa fijamente.

-No necesito a nadie Gavi, además no puedo ir de chico en chico aun sabiendo que tengo novio- le expreso con una sonrisa jugando en mis labios.

El niega con la cabeza y se inclina hacia mí buscando un ambiente más íntimo, dejando en mi un corazón que palpita más rápido.

-Vaya así que tienes novio, y dime ¿Donde está?-dice mientras finge buscarlo con la mirada, como si no creyera mis palabras.

-Se quedó en París, tuvo que hacerlo- le contesto un poco nostálgica al recordar nuestra despedida.

‐Entiendo. Debe ser difícil llevar una relación a distancia- afirma un poco pensativo- apenas estoy lejos de mi novia un día y ya me siento bastante mal.

Yo me limito a encoger los hombros mientras tomo mi bebida en manos.

‐Aveces tienes que adaptarte a la vida de tu padre y hacer aquellos sacrificios por la familia, es difícil pero luego puedes sobrellevarlo.

El se relame los labios y con una sonrisa pícara, como si hubiera recordado algo, me observa de una manera más intensa que logra ponerme más nerviosa de lo que ya estaba.

-¿Yo te conozco de algún lado?.

-Ya me habías dicho que me habías visto por Internet, así que deberías asumir que es más que obvio que me conozcas.

-No, yo te he visto en algún otro lado.

Yo lo miro un poco confusa ante su comentario que hago que el carraspee y apoye su brazo en la barra para generar una posición relajada.

—Quiero decir que se me hace haberte visto en persona, como si ya hubiera podido ver el destello de esa sonrisa antes, porque déjame decirte que es único.

Primera Vez| Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora