4| Nocturno

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Narra Elizabeth

No podía dormir, no después de aquel sueño. Me inquieta que en las noches me siga atormentando el recuerdo. 

Las llamas negras devorando nuestro hogar.
Encontrar a mi hermana petrificada.
¿Qué ocurrió Samantha? ¿Cómo fue que pasó esta vez? ¿Debí pararte cuando aún estaba a tiempo?

Para ser cierto aquel dicho que decía Padre: La curiosidad mató al gato.

Salí de la casa y caminé, caminé hasta que mis nervios se tranquilizaron.
A medida que iba avanzando en la pradera, mis pies siendo acariciados por el pasto y el rostro siendo mecido por la brisa que me rodeaba, ese dolor fue aminorando.
Realmente apreciaba el lugar en el que me encontraba, lleno de vitalidad. 

Me dejé caer sobre la hierba, quedando cara a cara con el cielo. Esa noche era luna nueva. Solo se veían las estrellas.

—¿Qué haces despierta? —gritó una voz tartamudeante ya conocida más allá de Natral.

—¿Toby?

—¿Es que las brujas no duermen?

—¿Es que los proxies no duermen? —sostuvimos nuestras miradas hasta que empezamos a reír cansadamente—. No podía dormir, ¿y tú qué?

—Lo mismo. Me iba a dar una vuelta por ahí y te ve visto tirarte al suelo. 

—Ah, eso... Es mullido.

—Será ahí dentro, aquí o no hay planta o la —tic— hay que pincha.

—Eso es algo que me gustaría estudiar a fondo, el bosque más allá de Natral se ve tan descolorido... —mencioné con lástima— Sin color ni vitalidad.

—No hay nada que estudiar nena. Tú vives en una burbuja donde —tic— donde todo es color de rosa, los que viven más allá no tienen tanta suerte. 

—Es una realidad que me entristece. Ya me habían contado lo que me estás diciendo. ¿Qué hace que la magia acabe? ¿Acaso Natral es una especie de portal a otra dimensión? Se me hace incoherente que cohexistan dos realidades tan diferentes en un espacio tan reducido.

—Tú verás lo que haces con tu-tu-tu tiempo. ¿Eso te mantiene despierta? —ríe—. Patético —espeta con amargura.

—¿Perdona? —cuestioné algo estupefacta.

—No necesitas preocuparte por sobrevivir en malas condiciones, ni luchar contra criaturas del —tic— inframundo, ni contentar —tic— contentar a algo como Slenderman y tener que competir con otra gente para ver quién es su favorito.

—Que tengamos diferentes problemas no significa que unos sean menos importantes que otros. No creo que me conozcas lo suficiente como para juzgar, te falta evidencia. 

—No me compares tus problemas de guardiana de un lugar in-to-ca-ble como este a los problemas que tenemos nosotros de supervivencia.

—No discutiré esto contigo ni ahora. No pienso dejar que invalides mis emociones y preocupaciones por muy bien que me caigas...

—Muy bien, no es como que me importe...

Silencio sepulcral. 

—Tenía una —tic— pesadilla y quería a verte —confesó repentinamente, calmando el ambiente.

—¿Esperabas que estuviera despierta?

—No sabía si las brujas duermen, pero si son como los humanos solo que con magia probablemente estarías —pausa— dormida. O si eres como El Operador no necesitas dormir. Quería acercarme a comprobarlo.

En NatralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora