Capitulo 1

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--¡Despierta!, ¡Despierta! -- gritaron mis hermanas menores mientras saltaban en mi espalda.

Salté de la cama de golpe y tropecé con unos juguetes así que termine' en el suelo adolorida por la caída .

Mientras me levantaba escuché la aguda risa de mis hermanas ,unas gemelas de siete años.

--Te dije que funcionaria -- murmuró Sofia con las mejillas rosadas de tanto reír.

Me incorporé nuevamente a la cama y las miré a ambas con seriedad .

--no vuelvan a hacer eso-- dije con autoridad cruzando mis brazos.

--¿o que? -- preguntó Alicia imitando mi acción.

Después de fingir pensarlo con detenimiento empecé a hacerles cosquillas sin parar hasta ver sus caras rojas de risa .

--ya entendimos, pero no mas cosquillas -- dijo Alicia entre carcajadas.

--eso dependerá de ustedes-- afirmé abriendo la puerta vieja de madera que le otorgaba un poco de privacidad al cuarto que compartía con mis hermanas --. ahora ¿quien tiene hambre? --pregunté corriendo a la cocina.

El departamento era pequeño y estaba en malas condiciones, las filtraciones en las paredes y el estado de los muebles dejaban a la vista nuestra pésima economía, la cual solo había empeorado desde que mi padre se marchó ,sin embargo, ese pequeño lugar era mi hogar y me sentía segura en él.

--¡yo!---gritaron a todo pulmón siguiendo mis pasos .

Abrí el refrigerador y recibí una desagradable sorpresa al encontrarlo vacío .

Una vez más mamá había olvidado hacer las compras, las niñas me miraban con tristeza y eso me partió el alma.

Hice un gesto con mis manos restándole importancia --no se preocupen, pronto mamá hará las compras --dije mientras las abrazaba intentando mantener un tono casual.

Caminé al cuarto de mamá y la encontré allí durmiendo tranquila, la observé extrañada al notar la palidez reciente de su piel, lucia demacrada con esas grandes ojeras bajo sus ojos. La pobre tenia que trabajar el doble limpiando casas para mantenernos a todas con un plato de comida en la mesa, entraba muy temprano, salia muy tarde y su orgullo no la dejaba aceptar la ayuda de nadie.

Salí de el departamento y fui directo a mi trabajo que por suerte estaba cerca.

La campanilla del restaurante de Joe sonó cuando entré, el olor a huevos, tocino y café inundaba el lugar el cual estaba decorado con un estilo de rock and roll.

--¿que haces aquí Nina, aún no es tu turno o si? --preguntó Joe un viejo amigo de mamá que he conocido desde niña ,quien a diferencia de mi padre ,siempre ha estado para nosotras.

--lo lamento Joe es que necesito un favor --susurré abrazando mi cuerpo sintiendo un poco de vergüenza por lo que iba a hacer.

Joe dirigió toda su atención hacia mi y después de un extenso suspiro respondió --soy todo oídos.

--necesito un adelanto, prometo no volver llegar tarde --rogué a pesar de que ya había pedido un adelanto del sueldo para pagar la electricidad de el departamento.

--no estoy seguro --respondió rascando su cabeza indeciso.

Entendía la razón de su comportamiento, cada vez que mamá se enteraba de que él nos ayudaba de alguna forma se enojaba con ambos .

--¡por favor! --rogué--. En serio lo necesito--dije sintiendo un pequeño nudo en mi garganta.

Tal vez lucía ridícula pero no me interesaba con tal de que mis hermanas no tuvieran hambre.

Bailar Para Vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora