Capítulo 31

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Abrí un poco la puerta del baño y suspire nerviosa al ver que ya habían notado mi ausencia

Al observar a una mujer que caminaba en mi dirección opte por esconderme dentro de una de las casillas

Escuché sus tacones resonar al entrar al baño mientras hablaba por teléfono -- creo que mejor comeré en otro lugar-- comentó aquella señora con tono arrogante -- al parecer una ladrona no pagó su cuenta y hay todo un alboroto -- agregó depositando algunas cosas en el lavamanos

--mala idea --pensé recordando que yo había cometido el mismo error hace unos minutos

La señora entró a una de las casillas y salí en silencio de donde me encontraba

Al ver lo descuidada que fue dejando toda sus cosas tomé su abrigo, unos lentes de sol y envolví mi cabello con su mascada roja

--lo siento mucho -- susurré antes de salir de aquel lugar

Pude pasar inadvertida por todos los meseros pues seguro pensaron que era la señora quien recién había entrado

Salí del lugar y caminé sin rumbo hasta llegar a un parque, por suerte la lluvia había cesado

Fue frustrante estar en una ciudad desconocida rodeada totalmente por extraños, sin tener a donde ir o en quien refugiarme

Completamente sola

Me puse de pie entendiendo que no llegaría a ninguna parte quejándome y sintiendo pena por mi misma

Y decidí seguir adelante pues ya había llegado demasiado lejos como para ser una cobarde ahora

Tomé un taxi a pesar de no tener dinero, estuve nerviosa todo el camino y cuando nos encontramos cerca de la empresa espere llegar a un semáforo en rojo para lanzarle mi reloj y salir corriendo

No tenia ni veinticuatro horas en esa ciudad y ya tenia a tres personas buscándome

Pensé que con mi reloj seria suficiente pero no fue así, tenia al taxista pisándome los talones y en cualquier momento me alcanzaría

De un momento a otro el taxista cayó al suelo por chocar con un ciclista y pude desaparecer de su vista

Al entrar en la empresa reduci la velocidad e ingresé en el ascensor en donde ajuste la mascada nuevamente para arreglar mi despeinado cabello

Mi cita ya había pasado y seria imposible programar otra ya que el director de la empresa era un hombre muy ocupado así que haría lo único que he hecho desde que llegué a esta ciudad

Improvisar

--bienvenida a rainbow toys --saludó la recepcionista. -- ¿en que puedo ayudarla? --preguntó sonriente

--tengo una cita programada con el director --respondí imitando la arrogancia con la que se expresó la señora a quien robé

Actuar con confianza era la mejor opción pues nadie dudaría de mi

-- ¡oh! Debes ser la señora Smith -- exclamó la chica revisando su reloj -- ha llegado antes de lo esperado, el señor white la verá en unos segundos -- comentó tecleando algunas cosas en su computador

--odio la tardanza, es demasiado... Vulgar --contesté observando la hermosa vista

Sonreí en mi interior al ver a la recepcionista rodar los ojos

--debo admitir que se ve muy joven para tener treinta--comento sin despegar la vista de su ordenador

Al principio me sentí insultada pero luego recordé que estaba usando la ropa de una señora y sus gafas cubrían parte de mi rostro razón por la cual la diferencia no era tan obvia

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