capítulo 42

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Entrando y nos sentamos en el sofá

Al ver como quedó la televisión y el jarrón en pedazos me observó algo asustada

— lo sé, es una mala impresión—expresé avergonzada pensando que ella pensaría que estaba loca

Ella lanzó una pequeña carcajada— lo tomaste mejor que yo — dijo observando los  pedazos

La observé extrañada —rompí todos los cuadros y espejos de mi habitación,fue un desastre— contó mostrando su perfecta dentadura

—¿ Y tu por qué lo hiciste?—pregunté sin entender la situación

Mia lanzó un suspiro —tenia diez años ,mis padres se habían comprometido y en celebración poe terminar su carrera papá llegó aqui,se enamoró de una universitaria en la playa y tuvo una bebe— explicó dándole forma a todos los pedazos de historia que tenia

— ¿Y como no me odias?— pregunté sin comprender como ella habia viajado para ayudar a alguien que le arruinó la vida en cierta forma

— lo hice, por mucho tiempo te deseé lo peor pero madure,me hubiera encantado haberlo hecho antes pues desperdicie mucho tiempo siendo infeliz y llena de rencor por eso estoy aquí

Pasé mis manos por mi cabeza —,¿a que te refieres?

—a que mi historia se repite,se lo que estas haciendo,te deprimes,alejas a todos para dejar de hacerles daños,yo hice lo mismo y eso no es el camino correcto si sigues asi tocaras fondo como lo hice yo y te consumirá la soledad

Sentí como si hubiera tenido los ojos cerrados por mucho tiempo , eso era exactamente lo que estana haciendo y ahora que se cual es el resultado necesitaba una solución

Me puse de pie alterada —¿Como lo arreglo?

—perdonar a las personas que te rodean y a ti misma es el primer paso,para el segundo enmiendas tus errores y si estos no tienen arreglo empiezas otra vez en otro lugar

Después de analizar que el daño que hice no tenia forma de enmendarse decidí que tendría que empezar de nuevo

Al pensar en todo el sufrimiento por el que pasó Mia me sentí culpable––lo siento –– susurré pensando en todo el sufrimiento por el cual pasó por mi culpa.

Mi fijo su mirada esmeralda en mi y negó moviendo su cabeza ——no fue tu culpa y tampoco de papá aunque tendría sentido, la unica responsable siempre fui yo, tu eres de quien depende tu felicidad.

La verdad cayó sobre mi como un balde de agua fría, la responsabilidad de lo que me sucedía no era de mamá, Jason, Josh ni siquiera de Ciara, era mía por completo, era mi vida y mis decisiones las que me llevarían a mi destino, podía ser mi peor enemiga o mi mejor aliada, yo era ambos caminos y éste era mi momento de decidir.

Cuando ya me encontraba calmada Mia se despidió de mi para ir al hotel en donde se encontraba Carlos.

Una vez más me encontraba sola pero ya no me sentía de esa forma pues algo había cambiado en mi.

Me emocione cuando Carmen llegó con las gemelas pues sentía como si no las hubiera visto en meses.

Alicia me extendió un dibujo de nuestra familia pero a diferencia de los demás éste tenia a dos integrantes más — son Joe y Josh no podíamos dejarlos por que... Son familia.

Un nudo se formó en mi garganta —si amor, son... Nuestra familia.

Las niñas corretearon por toda la casa mientras me describían todas las cosas interesantes que habían hecho en el parque.

Después de preparar la cena subi a mi habitación y busqué bajo la cama algo que había ignorado en los últimos meses por cobardía.

Bajé las escaleras una vieja caja de cartón la cual en su interior tenia fotografías y vídeos caseros que mamá había conservado.

No teniamos la mejor ropa ni íbamos a los mejores lugares pero cuando estábamos juntas nada de eso era importante.

En uno de los videos mamá y yo les cantábamos feliz cumpleaños a las gemelas quienes recién cumplían cinco, en otro Sofia bailaba de forma graciosa mientras Alicia dibujaba una mariposa en una ocasión que mamá nos habia llevado al parque. La risa de mi madre invadió la sala cuando está enfocó la cámara en mi dirección mientras me escapaba con Josh el dia que di mi primer beso.

El siguiente video era el más antiguo, lo recuerdo por que fue un momento decisivo en mi vida pues gracias a éste empecé a bailar.

Apareció una pequeña versión de mi intentado ejecutar pasos de baile, me sobresaltó escuchar una voz masculina —vamos Nina baila, tu puedes hacerlo pequeña— me alentó aquella persona.

No era la primera vez que veía el video pero si era la primera vez que reconocía su voz.

La presión aumento en mi pecho y las lágrimas se acumularon en mis ojos mientras escuchaba la voz de mi padre alentarme.

—gracias...

Bailar Para Vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora