No es que las cosas
haya cambiado de nombre,
soy yo el que no sabe llamarlas
para que acudan en mi auxilio.
Desde mi casa, se abren la puerta
de un avión que llega a otro mundo.
Solo imágenes planas,
mostrando colores que han llegado hasta ahí
sin que nadie sepa como.
Imanes sin dimensión ni perspectiva,
como fantasmas que se desvanecen al taco.
Lo simbólico y lo real agitándose
en el mismo bote de cristal.
Mi propia cámara,
mi iris es un agujero negro
que también soy yo.
Mi visión,
el milagro,
lo imposible,
el sueño,
lo inexistente.
Yo como el único espectador
de una película que empezó sin mi
y que acabara sin mi.
Nada ha cambiado,
solo
he cambiado
yo.
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NACH Hambriento
PoetryA Isabel Olmo. Sin ella no existiría este libro, sin ella no existiría mi pasión por la palabra sin ella no existiría.