Mis vidas felices caminando junto a mi,
son mis posibilidades remotas,
breves imágenes pulverizadas.
Mi vidas felices sin escenas de esos instantes que otras dimensiones mías
están viviendo quizás.
Es aquella dama sofisticada para la que fui
solo un libro más en su biblioteca de deseos, Pero con la que imagino toda una vida
de tertulias rítmicas y correctas aventuras.
Es ese amigo que nunca volvió a llamar
y con el que me veo entro derrapes y euforias, junto al que aprendo honestidad cuántica
y mil elecciones de esta vida que es un colegio.
Eso si amor tan sencillo que roza la revolucionario,
una mano que me arropa ante el diluvio,
una sonrisa que es mi única esperanza,
ese amor con el que olvidó en látigo de la prisa.
Es ese viaje a un pendiente, sin retorno declarado,
donde la noche no se suicidan nunca,
dónde soy Luz cambiante y agua viva
que la naturaleza engulle con su apagado aullido.
Eso esa familia como un sello nunca estampado,
junto a un hijo que es mi infancia más libre, junta a una esposa que es mi voz y mi lámpara, unidos en un vuelo sin temor ni turbulencias.
Mis vidas felices caminan junto a mi,
y aunque no son mías, las veo pasar,
me muestra en caminos alternativos enseñándome fugaces diapositivas
de aquello que pudo ser
que quizás algún día
será
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NACH Hambriento
PoezjaA Isabel Olmo. Sin ella no existiría este libro, sin ella no existiría mi pasión por la palabra sin ella no existiría.
