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¿Qué es el amor? Jinyoung no podía evitar hacerse esa pregunta cada que Mark tomaba su mano. Tenía la impresión de que el vacío en su interior se acrecentaba al mirarlo a los ojos. ¿Qué estaba haciendo? Cuando veía a Mark se daba cuenta de la facilidad con la que lo había juzgado. En las últimas dos semanas no había sido más que una persona amable, siempre buscando hacerlo sentir cómodo y apreciado. Se alejaba mucho de su primera impresión el día de la fiesta. Sin embargo, no importaba ninguno de esos detalles porque al final del día terminaba haciéndose la misma pregunta: ¿Qué es el amor?

El amor para Jinyoung era un recuerdo lejano, un cuerpo al que no lograba atribuirle un rostro. Una pintura estropeada de la cual nunca podía recuperar su historia. Cuando Jinyoung pensaba en amor lo único que venía a su mente eran los pétalos de las flores de cerezos cayendo sobre el río un día de primavera. Esa fue la última vez que estuvo seguro de lo que significaba el amor. No importaban los libros o los poemas que leyera, ya no era capaz de nombrar con palabras ese sentimiento. Dudaba en si alguna vez lo había sentido, o si se había engañado para creer que lo hizo.

Entonces, ¿qué era Mark para él? Estaba completamente seguro de que no amaba a Mark. Lo que Mark le provocaba no era ni de cerca un enamoramiento. Ver a Mark lo hacía suspirar, sentir una corriente de calor recorrer su cuerpo entero y una chispa de emoción encenderse en su pecho. Sin embargo, cuando pensaba en el futuro nunca lo encontraba en sus pensamientos. Había tantas cosas que quería hacer con su vida y en ninguna de ellas contemplaba la posibilidad de quedarse junto a alguien por tanto tiempo. ¿Acaso era el miedo de perder a los demás? No, hace mucho había comprendido que de nada servía prevenir la pérdida, sólo podía disfrutar el presente.

A pesar de ello, pensar en su nueva relación le causaba demasiado conflicto. Claro que disfrutaba de la compañía de Mark, disfrutaba de saberse deseado y de saber que era libre de desear a la otra persona sin miedo a expresarlo. Disfrutaba de la forma en que Mark acariciaba sus labios con los suyos con indecisión, de la forma en que tocaba su cuerpo como si estuviera admirando una escultura. Quería sentirlo cerca, y al mismo tiempo tenía la necesidad de alejarse. ¿Tenía miedo de enamorarse? Quizá tenía miedo de lastimarlo con su incapacidad de ordenar sus sentimientos.

-¿Te encuentras bien? - Mark le dedicó una media sonrisa desde el otro lado del sofá.

-No es nada, estoy bien- Jinyoung bebió un sorbo de su copa de vino.

En las últimas dos semanas desde que iniciaron su noviazgo se les había hecho costumbre reunirse después de los ensayos en la casa de Mark o en el departamento de Jinyoung. Podía ser un poco monótono, pero querían que su relación se mantuviera privada por lo que para ambos era necesario evitar las salidas públicas, más cuando cada vez faltaba menos para el estreno de la obra y cualquier escándalo podría robar el foco de ella.

-Luces cansado- murmuró Mark preocupado.

-Un poco, pero me imagino que tú también debes estarlo- le sonrió y dejó la copa en la mesa de centro. Mark lo imitó.

-Siento que no podamos ir a otro lado- dijo decaído.

-¿Por qué? Es cómodo- Mark rió.

-Así no es como me imaginé que sería salir contigo- Jinyoung lo miró confundido -Quería hacerte feliz, llevarte a lindos lugares y hacer tantas cosas.

-Mark, sabes que no me gustan ese tipo de cosas, así que esto es perfecto. Prefiero mil veces la comodidad del hogar- intentó calmarlo.

-Me prometes que no mientes sólo para hacerme sentir mejor- Jinyoung rió.

-Lo prometo- Mark le dio una sonrisa ladina y acortó la distancia que había entre ambos en el sofá. Tomó su mano y suspiró.

-Siempre tengo presente que eres actor-murmuró -¿Debería de dudar si eres sincero? - Jinyoung negó.

Ámame de nuevo | JJPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora