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minho, mientras conducía, miraba a jisung de reojo, con preocupación, cada vez que pudo, quién dormía a su lado, en el asiento de copiloto, cubierto con su casaca.

luego, lo trajo hasta su departamento. jisung nunca le ha dicho dónde vive, entonces no tendría cómo llevarlo hasta su casa... aunque, si supiera su dirección, lo traería a su departamento de igual manera. minho no podría dormir, sin saber cómo está.

así que, minho lo cargó en sus brazos, entrando al edificio, cruzando el vestíbulo mientras el portero le miraba con curiosidad, y luego subiendo el elevador, hasta llegar a su departamento. jisung se aferró a su cuello, escondiendo su rostro allí, durmiendo y despertando por momentos tan cortos en los cuáles levantaba la mirada hacia minho. su fina mandíbula, sus pestañas largas, sus labios gruesos... y así, volvía a dormirse.

de un momento a otro, jisung se encontraba dormido y despierto a la vez, en la bañera blanca de minho. la espuma blanca cubría su cuerpo desnudo debajo del agua, tan cálida, que relajaba sus músculos, adentrándolo en una calma casi inexplicable. cada vez que él abría y cerraba sus adormilados ojos, observaba a minho, y le hablaba en murmuros, porque el mayor se encontraba justamente a su lado, sentado sobre el retrete, con el rostro descansando en una mano, y el otro brazo descansando sobre la orilla de la bañera, donde jisung estaba, sin dejar de mirarle, entre aquel acogedor silencio.

minho se preocupa de él. cada vez que jisung piensa en eso, siente una dulzura que no podría explicar.

-minho.

el castaño observa sus largas pestañas al tener los ojos cerrados, cómo intenta decir su nombre, entre lo dormido que debe estar sintiéndose por dentro, reposando su rostro en la orilla de la bañera, mientras su liso cabello oscuro cae con delicadeza por su frente... él aprovechará de sonreír ahora, que jisung no puede mirarle.

-¿mhm?

jisung apenas parpadea, intenta mirar a minho. sus ojos se cruzan en esos segundos. él observa la serpiente en su cuello, sin llevar la camisa, y su atención puesta en él.

-lo siento -susurra jisung.

-no lo sientas.

-arruiné tu noche... y mojé tu camisa, mientras intentabas meterme a la bañera.

-no sabías lo que pasaría hoy -murmura minho, mientras mira sus brillantes ojos parpadeando- no lo sientas.

jisung suspira muy lento y bajo, sintiéndose pequeño entre la espuma. él podría saber que no era su culpa lo que había pasado esta noche, aún así siente una clase de arrepiento, pero minho es quien parecía saber mantenerlo en calma.

minho lo observa, como si se tratara de una criatura angelical. el castaño desearía pasar los dedos entre su cabello, sólo mirándole descansar... él realmente no puede aceptar que alguien se atreva a hacerle daño.

-minho -le llama jisung, una vez más.

-¿sí, jisung?

jisung, al parecer, se encuentra en dos situaciones. uno, aún está bajo ciertos efectos de las pastillas. dos, se siente demasiado cómodo con minho. ambas razones, le están haciendo hablar mucho.

-¿sentiste, alguna vez, que estabas a punto de morir?

minho le está mirando, luego desvía la mirada hacia el piso por sólo un segundo, y luego vuelve a mirarle, como si estuviera pensando en algo. jisung lo siente así, en aquella mirada de reojo.

minho desearía callar, pero no lo hace.

-si.

jisung tiene los pocos un poco más abiertos ahora. sólo un poco más, moviéndose suavemente, acostándose de lado, bajo el agua, apoyando su rostro sobre ambas manos juntas, apoyadas en la orilla de la bañera, subiendo esa perdida mirada de sus dulces ojos hacia minho. la vista que minho tiene ahora... él no olvidará esa imagen de jisung.

black mamba - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora