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minho, con un cigarro prendido en sus gruesos labios, medio acostado sobre la cama, al estar apoyándose de un brazo, después de quitarse la camisa. sus ojos están sobre jisung, de espaldas, sentado en la orilla de su cama, acomodando las rosas en el florero, sobre su mesita de noche, al lado de la apagada luz amarillenta de la lámpara.

el mayor, al parecer, está ocupado observándolo, y jisung también está ocupado, pasando la yema de su dedo índice con suavidad sobre los pétalos rojos... parece estar admirando lo que estaba frente a sus ojos, pero antes de que eso le haga sonreír, se gira hacia minho.

-son mis favoritas.

jisung hablaba de las rosas, minho lo sabe. él se calla por un rato, ladeando la cabeza, casi sonriendo.

-lo sé.

jisung sonríe un poco, y se pregunta por qué minho lo sabía, pero no responde por ahora, sólo observando a aquel hombre sobre su cama, fumando.

él se para con naturalidad hacia el mueble largo en el otro extremo de la habitación, mientras minho alarga un brazo a la mesita de noche, hacia el cenicero encima de esta, quitándole el exceso al cigarro... entonces sus ojos vuelven hacia jisung, una vez más.

jisung tiene una radio de los ochenta o los noventa, minho no lo sabe con exactitud, pero está eligiendo qué cinta poner.

cuando ambos estuvieron en el karaoke, jisung pensó, en ese momento, que la música se hacía una entre ellos dos, juntos.

-¿cómo lo sabías?

el castaño sonríe ahora, tomando la ventaja de que jisung no puede mirarle, al estar dándole la espalda.

-soy bastante observador.

jisung pone la cinta, y observa la radio por un momento.

eso sonaba a que minho tenía los ojos sobre él todo el tiempo... ¿era así, realmente? jisung prefiere no dar una respuesta, y sólo sonríe, mientras la vieja música se escucha desde la radio.

-¿ella te reconoció?

es lo que jisung pregunta, cuando se gira de vuelta hacia él.

minho pestañea seguido, mientras jisung está abriendo los ventanales, haciendo que las persianas translúcidas se muevan ligero, por el viento entrando, entonces el mayor se para, siguiéndole hacia el balcón, del otro lado, con la cajetilla y el cenicero en sus manos.

-¿quién?

-la señora -responde jisung, cuando están en el balcón, con el ruido de la ciudad abajo, y minho le ofrece un cigarrillo de la cajetilla, después de dejar el cenicero en la orilla- de la tienda.

minho vuelve a sonreír. bueno... al parecer, jisung comprendió que él le estuvo mirando fijamente, cuando estuvieron en la cafetería.

-si -minho prende el encendedor hacia el cigarrillo entre los labios de jisung, con los brazos posados en la barandilla de éste- de hecho, nos deseó un feliz aniversario.

jisung calla, mirándole por un momento, y luego no logra evitar sonreír.

-no me hagas reír, felix y hyunjin están durmiendo del otro lado.

minho aún está sonriendo, mientras observa su suave piel bajo la noche, y luego sus ojos lo recorren... hasta que llega a su cuello. allí nota la marca que había dejado en él.

su mirada sobre jisung, sólo demuestra lo mucho que desea besarle, y tocarle una vez más... pero él no se apresurará, porque está tranquilo ahora, aquí, a su lado.

-al menos permíteme hacerte reír, ¿no crees? -la postura del cuerpo de minho se dirige hacia jisung ahora, con el cigarrillo entre los dedos de su brazo apoyado en la barandilla- soy quien ha venido hasta aquí solamente para... asegurarme de que duermas sin tener pesadillas, claro.

black mamba - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora