¿𝘌𝘴𝘰 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘯𝘪𝘥𝘰? || 𝘊.𝘙𝘰𝘯𝘢𝘭𝘥𝘰 𝘹 𝘑.𝘏𝘦𝘳𝘯á𝘯𝘥𝘦𝘻 ||

𝙸𝚅. 𝙴𝚕 𝚝𝚊𝚌𝚝𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚖𝚎𝚍𝚒𝚘 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚊́𝚛𝚋𝚘𝚕

Cris se encontraba arriba de una silla de nuevo, con la situación de que ahora estaba intentando bajar un árbol de la cima de su clóset.
Pero por más que lo intentaba su abultada barriga no lo dejaba moverse y estirarse con libertad.

—¿Necesitas una manita? —Javier se paseo por el pasillo y vió lo que hacía el Omega con aroma a Frambuesas

Un aroma dulce y delicioso, algo fresco y que no hubiera percibido si no hubiera tomado por la cintura a Ronaldo para que no cayera por las gotas de lluvia.

Ambos se miraron esa vez por unos minutos pero no dijeron nada al respecto, dejaron que el silencio reinará y comieron galletas con leche mientras veían exatlon por la tele.

La furia paro y Cristiano pudo descansar con libertad el resto de la tarde mientras  Javier componía nuevas canciones en su habitación.

Ahora la situación era muy diferente. Al escuchar esa pregunta Ronaldo volteó a mirarlo. Javier estaba en el marco de la puerta observandolo.

—No gracias, solo soy un omega embarazado que intenta bajar el árbol de dos metros sobre una silla de coca cola —

—No era necesario el sarcasmo

—Creí que te gustaba

—Sólo cuándo lo uso yo —se acercó con movimientos pausados —Bajate, me va a dar algo si te sigo viendo así

—¿Cómo me ves o qué? —le puso una sonrisa coqueta

—Te veo como un Omega qué quiere ser independiente pero no puede porque.....

Cris en ese momento fingió tambalearse. Las manos de Javier no tardaron para tomarlo delicadamente de la cadera. A comparación del tacto anterior este fué más profundo y más cálido. Estaba ronroneando por dentro. Quería que esas manos lo rodearán en un abrazo para dormir por la noche. Incluso su cachorro estaba pateando por dentro, él también quería ese tacto.

—¿Si me vas ayudar o te vas a quedar viendo guapo ? —le dijo para captar su atención

—¿Me veo guapo? —le preguntó sonriente

—No —mintió —Pero si te ves como un pendejo respondiendo a mis preguntas con más preguntas, ahora ayúdame Javier

Javier tomó su mano, le sorprendió la calidez que está tenía, de pronto comenzó a tener recuerdos de su Marcelo, la apartó rápido una vez que estuvo abajo.

—No es necesario que tú bajes el árbol, yo lo haré

—¿Estás pedo? Te puedes caer, yo soy capaz de....

—Lo sé, se que puedes hacerlo, pero quiero que me sostengas la silla —le asintió —Para la próxima Navidad tu no estarás aquí. Solo seremos mi cachorro y yo. Por eso quiero asegurarme de que puedo hacer esto solo

El alfa frunció el ceño. ¿Solos?

—¿Te dejo caer o cómo?

—No seas tonto, solo sostenme con fuerza. No me dejes caer

—Va —tomó la silla muy fuerte —pero que quede claro que esto no me gusta nada

Cris asintió. Que Javier estuviera sosteniendo la silla le dió confianza de estirar más sus pies y alcanzar el árbol . Logrando tirar de él.

No supo cómo pasó pero de un momento a otro su pie tambaleaba y el árbol salía de sus manos.
No le pasó nada gracias a qué el Alfa lo tomó a él y su cachorro.

Había salido ileso.

Ojalá Javier también lo hubiera logrado. Él tenía un pequeño corte en la frente gracias al pino que azotó sobre su cabeza.

Estaba sangrando.

Ronaldo bajo de la silla, corrió para el baño e hizo caso omiso a los regaños del Alfa sobre poder lastimarse.

El Omega regreso con un maletín de primeros auxilios digno de una ambulancia y hospital. Traía tanta chingadera y era muy pesado.

—No quería que te lastimaras ..... —lo miró preocupado

—No hay problema, solo lo enjuago y queda cómo nuevo

A Ronaldo le valió lo que acababa de decir el alfa. Puso agua oxigenada con una vendita sobre su frente.

—AHHHH!!! Cómo odio esa madreeee —el ardor que sentía lo estaba haciendo llorar

—Con eso estarás bien, si te sientes mal me avisas y te llevo a un doctor —movía despacio la venda

—No te preocupes, me siento bien, te lo seguro......

A Cris le tomó unos segundos darse cuenta que estaba sentado sobre el regazo del alfa.

Sus mejillas se encendieron y en el interior de su vientre pudo sentir unos golpecitos. Quiso apartarse enseguida pero las manos de Javier se lo impidieron.

Sus manos ascendieron por su cintura y lo pegó más a él. Ronaldo no puso resistencia y se dejó olfatear por el Alfa. La nariz de Javier rozaba con la fuente de su aroma y se llenó de este mismo. Luego bajó un poco para olfatear el aroma del Cachorro. Provocando que Ronaldo se aguantará el impulso de cerrar los ojos y acurrucarse con el Alfa.

—Omega —pronunció Javi

—¿Si?

—No tú no —fijo la vista en la barriga que descansaba sobre su abdomen —Tu cachorro es omega

—¿Cómo puedes saber eso?

—Los Alfas tenemos un olfato muy canijo, podemos reconocer la casta desde el vientre.... No había estado tan cerquita de ti y por eso no lo había deducido todavía

—En ese caso..... Gracias —llevo sus manos a su vientre y lo acarició con ternura

Sonrió tiernamente, una sonrisa que transmitía amor más que nada. Javier estaba sorprendido. En el tiempo que habían convivido no había visto una sonrisa de Cristiano. Confirmo que era la expresión más hermosa que había visto en su vida y quería ser parte de ella.

Estaba apunto de acariciar la bella pancita cuando Ronaldo se apartó sin avisar. Dejándolo con la mano estirada hasta que comprendió que sucedía. Sintiéndose triste por él rechazo.

Pasaron algunos segundos en los que nadie dijo nada hasta que Javier habló.

—Tienes razón, no estaré para el próximo año..... Y creo que está navidad tampoco —el alfa le dió una sonrisa triste —me marcho en noche buena

Ronaldo lo miro horrorizado sintió un nudo desde el estómago al corazón y no sabía porqué dolía tanto.

—¿A dónde te vas?

—A puerto Vallarta —se levantó de la silla —No te preocupes por eso, el lado bueno es que tendrás un nuevo inquilino y más chido que yo..... Probablemente no se burlará de tu nido

Cris no respondió, se limitó a abrazarse así mismo al ver cómo el alfa desaparecía en el pasillo.

Él no quería otro inquilino.