El teléfono de Sebastian sonó. Era ya muy tarde y él seguía allí con Bianca, aunque habían salido a la calle para estar más tranquilos y poder hablar de lo que estaba sucediéndoles. Contestó.
- ¿Sí? - el chico descolgó con un gesto alegre.
- ¿Eres Sebastian? - había un hombre apurado tras el teléfono.
- Sí, sí, sí. Soy yo. ¿Ha ocurrido algo? - se dio cuenta del tono en que hablaba el hombre.
- Tenemos a tu madre en el hospital. Está grave.
- Joder - al chico se le cambió la expresión del rostro al completo y tragó saliva - joder, joder, joder. Voy para allá - colgó de inmediato.
Bianca al ver su cara intervino:
- Qué sucede
- Me tengo que ir, B. Disculpa.
- ¿Qué? ¿por qué? voy contigo.
- Bianca, joder, no es cosa tuya - Sebastian se sintió mal tras dar esa contestación a la pequeña.
- Eres un imbécil - el muchacho recibió una bofetada y vio alejarse a la chica, que iba pisando enfadada el suelo.-
Menudo idiota, encima que la única intención de Bianca era apoyar al chico que se puso triste tras coger el teléfono.
La joven decidió regresar a casa. Demasiadas emociones para una sola noche.-
La que se lo estaba pasando bien era Rita.
De repente Marcos estaba más cerca de lo que debía. Besando a la pelirroja.
Ella no sabía muy bien qué estaba pasando, así que abrió los ojos para cerciorarse. Así que aquello era un beso.
Al principio no supo muy bien qué hacer, pero si no movía la lengua, Marcos se daría cuenta de que aquel era su primer beso. Entonces el moreno llevó sus manos hasta las nalgas de la muchacha.
"Oh no, por ahí no", pensaba ella.Él se separó. La menor, con las piernas temblando no sabía qué decir después de aquello. Su cara comenzó a cobrar un nuevo color. ¡Rojo tomate, sin ir más lejos!
Le cogió de las mejillas, se inclinó y le besó ella esta vez. Así al menos disimularía los nervios.Pero Marcos no quería ningún tipo de tregua. Sus manos ahora se desplazaron desde la tripa, hasta el principio de los pantalones de ella.
- ¡Para, para, para, para!
-
Hell quería preparar algo realmente a la altura de Kevin. Estaba segura de que él era diferente. En el tiempo que llevaban viéndose aún él no había intentado llevarla a la cama, más bien era a la inversa, y era ella la que quería adelantarlo todo.
La más pequeña de las gemelas quería preparar algo romántico. Una comida, o una cena, quizá. Llevarle a un sitio tranquilo, bonito, bailar algo juntos. Un amor de esos de cuando más niños. De esos que son para siempre.
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Minds
Teen FictionTítulo original: Minds Título en castellano: Mentes Adolescentes Digamos que esta no es la típica historia de adolescentes y amor.